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Bebé recién nacido
Una prueba de ADN permitió establecer que el embrión implantado en el útero de la madre no correspondía al de la pareja. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Argentina

Esta pareja dio a luz a bebé in vitro, pero se dio cuenta de que el médico se equivocó e implantó el embrión de otros padres

Una prueba de ADN determinó que el bebé dado a luz correspondía a un ser creado a partir de material genético diferente al de la pareja.

1 de febrero de 2023

Un insólito caso de error médico por un laboratorio de fertilización en Argentina fue reportado por medios locales, que dan cuenta de una pareja que, tras superar el proceso de embarazo de su tercer hijo, y darlo a luz, se percató de que el bebé ‘parido’ no correspondía a su hijo.

Aunque la denuncia suene extraña, en tanto se refiere que la familia dio a luz a un bebé, el hecho que advierte que ese ‘no es su hijo’ se deriva de percatarse de algunas anomalías propias de que el neonato no contaba con el mismo tipo de sangre de sus padres, los expertos decidieron practicar una prueba genética para determinar si en efecto el ADN del recién nacido correspondía con el de la pareja.

Según recoge el diario La Nación de Argentina, medio que sacó a la luz la denuncia, al corroborar el ADN, los expertos pudieron determinar que el bebé, que había crecido en el útero de la madre, no correspondía con el embrión resultante de la fertilización de un óvulo de ella y el esperma de su esposo.

El hecho tuvo lugar en la localidad argentina de San Isidro, donde el particular caso llegó ante las autoridades judiciales que ahora, en medio de la singularidad, deberán determinar cómo deberá procederse frente a los padres, el laboratorio y, por supuesto, el nuevo ser humano.

Así, la investigación determinó que la responsabilidad de lo ocurrido recae sobre la institución de fertilización in vitro, pudiendo determinar que el embrión que fue insertado en el útero, correspondía realmente al de una mujer y un hombre donantes, y que por error fue implantado en ‘la pareja’.

Así, la justicia penal de Argentina ha emprendido una investigación con el fin de determinar si en efecto habría o no delito, que en el caso de la pareja afectada, señala que se trata de un caso de supresión de identidad, estafa y lesiones.

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Según la investigación, el error estuvo en el laboratorio. | Foto: Thomas Barwick/ Getty Images

Según recoge La Nación, el medio de la investigación, las autoridades policiales de Argentina adelantaron un allanamiento a la sede del hospital donde nació el bebé, así como al laboratorio responsable del caso de fertilización.

En medio de la investigación, las autoridades también pusieron al tanto a los ‘padres genéticos’ del bebé dado a luz, en medio de un procedimiento que buscaba determinar si quizá se había tratado de un intercambio de embriones, y el hijo de la pareja denunciante se había gestado o se estaría gestando en otro vientre.

No obstante, la investigación determinó que no fue así.

¿Qué pasó con el embrión ‘correcto’?

Según revela el referido medio local, en medio de la investigación, se pudo determinar que el embrión resultante del procedimiento con el material genético de los padres no había podido prosperar, y por ello no existía tal ‘semilla de vida’.

No obstante, también se pudo determinar gracias a la investigación que la implantación del embrión equivocado en el vientre de la madre no correspondió a un hecho con dolo, y que en efecto fue un accidente.

En declaraciones del abogado del centro de fertilidad, Vadim Mischanchuk, recogidas por el diario La Nación, este advirtió que los responsables se pusieron a disposición de las autoridades, en un proceso que también ha involucrado a los padres genéticos, y a la pareja afectada.

También han advertido, desde el laboratorio, que el proceso adelantado se ha repasado varias veces, y aún no hay lugar a identificar en qué momento de la cadena se rompió el protocolo dando lugar a lo ocurrido.

Son varios alimentos que pueden afectar la calidad del esperma. -Foto: Getty Images.
El cigoto resultante de la fertilización del óvulo y esperma de la pareja no había resultado prospero. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Para las autoridades, al evidenciar que no existe dolo en lo ocurrido, tampoco podría haberse dado lugar al delito de supresión de identidad, ni de estafa.

El problema ahora se ha centrado en el proceso de filiación del menor, pues ahora el reto está en determinar a quiénes se debe reconocer como ‘padres del niño’, pues los donantes, cuyo material genético dio lugar al bebé, tampoco podrían estar obligados a que la responsabilidad recaiga en ellos, pese a que existía la voluntad de procreación.

De momento, el bebé fue registrado como hijo de la ‘pareja que lo dio a luz’.

Otra de las ventanas que se abre es el de la socioafectividad, y en ese sentido, la justicia deberá fallar a favor del menor, quien realmente sí podría ser el afectado, en un caso de daños y perjuicios.

Dentro de la jurisprudencia, La Nación ha revelado que un caso similar tuvo lugar en Italia en 2014, no obstante en ese caso se trató de un caso de ‘intercambio de embriones’, pues se implantaron dos embriones exitosos, en vientres cruzados; es decir, el embrión A, y se implantó en el vientre de la familia B, y viceversa.

En ese caso, el embrión de una de las parejas, en el vientre de la contraria, terminó por dividirse, dando lugar a su vez al nacimiento de gemelos.

Aunque la demanda interpuesta por una de las parejas abogaba porque al momento de nacer los bebés simplemente fueren intercambiados, en Italia, el Ministerio Público no vio vía libre a esa solución, advirtiendo que desde su legislación, está establecido que los bebés no debían ser separados de su madre gestante, bajo el concepto de “madre siempre cierta es”, advirtiendo además que a la luz de su legislación local, la ‘maternidad’ deriva del parto.

Congelar óvulos- maternidad
La pareja que denunció el caso ya tenía otros dos hijos. | Foto: Getty Images

El caso también estuvo marcado porque la pareja que dio a luz gemelos no estaba de acuerdo con volver a intercambiar los bebés, manifestando que los niños y ellos ya habían generado un vínculo afectivo.

Si bien la justicia dio lugar a la posición de la pareja que dio a luz los gemelos, también reconoció la afectación de la otra pareja, por lo que reconoció que tenían derecho a reclamar una indemnización, señalando que el error de la clínica es “inexcusable”.