Guerra en Israel: iglesia católica convoca a un día de ayuno por la paz en Tierra Santa y el resto del Mundo

En medio de las tensiones propias de la desatada guerra en Israel, el mundo ha centrado sus ojos sobre la Franja de Gaza, horrorizado por las consecuencias de los atentados perpetrados por los miembro de Hamás, pero también preocupados por las consecuencias de las acciones de retaliación anunciadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, y otros líderes mundiales.

En virtud de tal situación, desde los líderes religiosos, máximos representantes en la ciudad de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino, exhortó a los creyentes en el mundo; incluso más allá del catolicismo, a unirse en una jornada de oración y ayuno para pedir por el fin de la guerra.

En declaraciones retomadas por medios internacionales, el referido patriarca en Jerusalén propuso que talactividad se lleve a cabo el próximo martes, 17 de octubre, fecha en la que se propone que también se adelante una jornada de abstinencia.

“Organícense momentos de oración con Adoración Eucarística y el rezo del Rosario a la Santísima Virgen”, invitó el religioso en un pronunciamiento elevado el pasado miércoles, mientras la mayoría de líderes mundiales sentaban su posición frente a la agudización de la guerra, e incluso justificaban la defensa de Israel y ofrecían su apoyo a las acciones a emprender en contra de Hamás, equiparándolo con ISIS.

Si bien el religioso se manifestó consciente de la imposibilidad, e incluso peligro, que podría representar en algunas zonas del mundo la existencia de grandes reuniones o asambleas, llamó a que las jornadas de oración puedan desarrollarse en la privacidad, e incluso en espacios pequeños de comunidad para la oración, llamando a que su idea sea replicada e impulsada también desde las parroquias, comunidades religiosas, y en los núcleos básicos de la sociedad: las familias.

Si bien las cifras, hasta el momento, indican que como consecuencia de los atentados y las primeras respuestas de Israel han muerto más de 1.300 personas, esta estadística podría estar viciada por el subregistro, o por el fallecimiento de algunas de las personas que habían sido contabilizadas en los 5.000 heridos.

Además de las muertes que ya han ocurrido en medio de este nuevo foco violento en la extensa historia del conflicto entre Palestina e Israel, la preocupación de los religiosos se centra en las muertes que podrían conllevar las acciones anunciadas en retaliación contra los terroristas de Hamás, quienes han usado cómo escudo humano, según las denuncias de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, a la población palestina.

La oración propuesta por el religioso israelita, también tiene cómo foco la solidaridad con los millones de israelíes y palestinos que se ven en medio del cruce de balas entre los dos bandos armados, en una situación que también ha suscitado una importante ola migrante.

Se estima que cerca de 200.000 personas, de momento, y desde el pasado fin de semana, han buscado salir de los territorios ocupados, y de Israel, en medio del temor que genera el despliegue de acciones armadas de mayor magnitud por parte de Israel, sus aliados, y Hamás, apoyado por algunas naciones árabes.

En su llamado, el patriarca de Jerusalén señaló que ante la actual situación, es necesario no mantenerse inactivos, y al contrario, poder abogar por el no escalamiento del conflicto.

El religioso reconoció que lamentablemente el ‘odio’ que ha marcado a la región desde hace décadas, nuevamente se encuentra en aumento, lo que hace necesario frenar la “espiral de violencia” pues este solo generará “más destrucción”.

En su llamado, el cardenal pidió a la comunidad de todo el mundo “volver el corazón a Dios Padre”, para encontrar en los espacios de oración “fuerza y serenidad necesarias para soportar estos tiempos difíciles”.

El papa también se pronunció

Sobre la grave guerra, el pasado fin de semana, durante la oración del Ángelus, el papa Francisco, máxima cabeza del a iglesia católica se manifestó horrorizado por lo ocurrido el pasado sábado, y abogó por el fin de las acciones bélicas.

“Sigo con aprehensión y dolor lo que está ocurriendo en Israel (...) traslado mi cercanía a las familias de las víctimas”, dijo el pontífice, advirtiendo que las guerra no aportan soluciones, pero sí muerte y dolor, afirmando que la “guerra es siempre una derrota”.