“Mi papá se va a morir en mi casa”: angustioso pedido de una colombiana en Guayaquil

Una dramática situación vive Laura Scandón, una colombiana que reside en Guayaquil. Esta ciudad ha sido el foco del coronavirus en Ecuador y la capacidad de los hospitales no da abasto para la cantidad de casos de covid-19.

Laura ha sido una de las víctimas de esta situación y en un video contó la difícil situación que está atravesando, pues en el hospital en que estaba internado su padre le dijeron que va a morir porque no tienen capacidad para atenderlo y que lo mejor mejor es que fallezca en su casa.

“Mi papá está muy mal desde ayer a las 4 de la tarde y no he encontrado donde internarlo. Me lo quieren sacar de emergencias del Hospital Clínica Kennedy Samborondón porque no tienen ciudades intensivos y no tienen cama. Y que se va a morir ahí”, relata la mujer.

“Para que se muera ahí, mejor que se muera en mi casa”, fue lo que le dijeron a Laura, que es Barranquillera pero vive hace 12 años en Guayaquil junto con sus padres.

Según la mujer, su esposo también tiene coronavirus, por lo que está sola tratando de buscar ayuda para su padre: “Estoy sola, mi esposo está en mi casa con covid también, pero como es más joven está más estable; mi mamá está con un poco de tos, pero bien”.

Otra complicación en la historia es que Laura tiene un bebé de tan solo dos meses que no ha recibido vacunación, por lo que está en situación de vulnerabilidad con un sistema de salud colapsado.

“Tengo dos hijos, uno de dos meses que no ha recibido vacuna, y una hija de 3 años”, dice.

El llamado de Laura a las autoridades colombianas es que le ayuden de alguna manera para poder conseguir atención para su padre.

El video fue compartido por el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, quien hizo un llamado a Migración Colombia para que ayuden a esta colombiana que vive una situación crítica.

En Guayaquil la situación es tan compleja que las funerarias se han negado a manipular los cuerpos temiendo que sean casos de coronavirus, lo que ha hecho que la Policía recoja 308 cadáveres en los últimos días, que serían enterrados en fosas comunes.