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Keiko Fujimori y Pedro Castillo
Keiko Fujimori y Pedro Castillo | Foto: AFP

PERÚ

Polarización, la protagonista en la recta final de las elecciones presidenciales en Perú

En las encuestas, los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo se encuentran prácticamente empatados y el país vive una de las elecciones con mayor tensión en la historia.

31 de mayo de 2021

El próximo domingo 6 de junio se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Perú y la polarización aumenta la tensión entre los dos candidatos que se encuentran prácticamente empatados, de acuerdo con las encuestas realizadas en el vecino país.

De acuerdo con la última encuesta realizada por Ipsos, Castillo le lleva una ventaja de 2,2 puntos porcentuales a Fujimori, aunque dado el margen de error, se trataría de un empate técnico. Sin embargo, el equipo del profesor está esperanzado en que la distancia sea mayor dados los votos de las zonas rurales donde las encuestas no han llegado y lugares en los que lleva la ventaja.

Aunque todo se definirá el próximo domingo, lo cierto es que las campañas de los dos candidatos han sido agresivas, con vallas publicitarias contra el comunismo y la burocracia que inundan las calles de Lima y otras ciudades, lo que hace que las tensiones sean aún más fuertes.

De hecho, uno de los mensajes más fuertes en contra del candidato Castillo se relaciona directamente con sus ideas de corte comunista y el mensaje de que Perú se convertirá en otra Venezuela retumba en los oídos de los peruanos.

Recientemente, el opositor venezolano Leopoldo López llegó a Perú para apoyar la campaña de Fujimori. Así mismo, en televisión y redes sociales hay mensajes con respecto a Perú y Venezuela que buscan surtir efecto en las decisiones de los votantes.

Así mismo, otro fantasma que persigue a Castillo es la guerra de más de 20 años del Estado en contra del grupo Sendero Luminoso, que se proclamaba comunista y por el que muchos peruanos, especialmente aquellos que viven en las zonas urbanas, identifican la izquierda con la violencia.

Sin embargo, esta es una visión más urbana, ya que en regiones rurales como Ayacucho o Junín, el candidato Castillo lleva la ventaja, ya que desde hace varios años se han organizado para protegerse de la violencia ante lo que ellos llaman la inoperancia de la Policía y el olvido del estado.

Entre tanto, la campaña contra Fujimori se centra básicamente en ser hija de quien es; Alberto Fujimori. El exmandatario de 82 años cumple hoy en día una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad.

Paralela a la campaña de los dos candidatos, hay una carta estratégica que mueven los militares peruanos. Recientemente, el congresista de formación ultraderechista Renovación Nacional, Jorge Montoya, radicó un proyecto de ley para impedir que los “partidos comunistas” lleguen a las urnas y alienta la idea de que más de 50 exaltos mandos de las Fuerzas Armadas advierten un posible fraude electoral por parte de Castillo.

Además, los militares han reforzado la idea, sin comprobar, de que diferentes partes del país donde están escondidas armas de guerra y municiones supuestamente de los partidos comunistas y que, de perder Castillo, podrían levantarse en armas.

Con voces de un lado y el otro y una agresiva campaña mutua, estas quizá son las elecciones más reñidas en la historia de Perú. De acuerdo con el sociólogo Santiago Pedraglio, citado por el diario El País, la polarización es muy fuerte. “Así como hay gente que cree que si gana Castillo puede haber una debacle económica, con confiscaciones, hay un sentimiento muy fuerte, que no es nuevo, antifujimorista. Hay miedo a la captura de las instituciones, con un manejo autoritario y arbitrario del Estado”, dice.