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Miguel Ángel Roldán
Qué hubo detrás de la desaparición de Miguel Ángel Roldán, quien estuvo más de un mes perdido en Miami | Foto: Facebook Zona 33 colombianos en el exterior

HISTORIA

Desaparición de Miguel Ángel Roldán: ¿qué hay detrás del caso y por qué estuvo un mes en Miami?

SEMANA habló con Alejandra Córdoba, la madre del joven de 22 años que estuvo deambulando por las calles de esa ciudad estadounidense con una impresionante transformación. Esta es su historia.

25 de agosto de 2021

El 24 de julio fue uno de los peores días para Alejandra Córdoba. Su angustia duró un mes, pero al tratarse de su hijo, el tiempo le pareció una eternidad. Esta mujer colombiana perdió ese día el rastro de Miguel Ángel Roldán, un joven de 22 años para quien siempre será su ángel protectora.

La historia parece sacada de una telenovela y ojalá así hubiera sido, pero es la dura realidad por la que atravesó Miguel Ángel, su madre Alejandra y toda su familia, que vivieron días caóticos tratando de buscar alguna señal de dónde se encontraba el joven, que había decidido hacer un viaje a Estados Unidos.

Miguel Ángel, quien estudiaba Administración de Empresas antes de que comenzara la pandemia, fue diagnosticado de depresión y ansiedad justo en el momento en que se vio obligado a dejar sus estudios. Desde ese día inició un tratamiento para tratar la enfermedad, pero no mostraba ningún avance, al contrario, reflejaba un extraño comportamiento producto de la patología, según contó Alejandra Córdoba a SEMANA.

Este medio habló con la madre del joven, quien contó cómo fue el proceso de búsqueda y la angustia diaria, además de revelar qué hay detrás de su extraña desaparición. La mujer confiesa que había estado viendo señales de que algo ocurría con su hijo, pero “uno como padre no se entera de cómo avanza la enfermedad hasta que pasa una consecuencia como estas, él había perdido sus cosas, sus papeles, su teléfono, no sabía dónde estaba, lo veo desconcertado, lo conozco, pero no conocía la enfermedad”.

La historia de su desaparición

En julio, Miguel Ángel decidió hacer una visita a una amiga cercana que reside en Los Ángeles, California. Siempre se comunicaba con su madre, pero luego perdió su celular y la comunicación pasó de ser constante esporádica.

Igual que el refrán, “el instinto de madre no falla”, y Alejandra se comunicó prontamente con la amiga de su hijo para advertirle que algo andaba mal con él, así que la decisión fue enviarlo a su casa en Medellín.

La amiga del joven lo dejó en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, pero su vuelo tenía una escala en Miami, donde debía abordar el avión que lo llevaría al José María Córdova, en Antioquia, donde estaba esperándolo su abuela. Sin embargo, nunca llegó.

“La última vez que hablé con mi hijo fue unos días antes de viajar, el 24 de julio él tenía la escala de Miami a Medellín, pero no tomó el vuelo. Efectivamente, él intentó tomar el vuelo, pero no lo logró. La respuesta de la aerolínea (American Airlines) fue que no tenía una prueba de coronavirus y además había llegado tarde, por lo que no podían dejarlo ingresar”, explicó la madre del joven a SEMANA.

Como se sabe, en este momento las autoridades colombianas no están exigiendo test covid para ingresar al país, razón por la que hay un vacío en la respuesta que dio la aerolínea frente al caso del joven Roldán. ¿Por qué le requirieron una prueba para abordar el avión?

Miguel Ángel Roldán
Miguel Ángel Roldán | Foto: captura de video Facebook Zona 33 Colombianos En El Exterior

En medio de angustia, desespero y un shock por esa situación, Miguel Ángel trató de buscar ayuda, según se ve en varias cámaras del aeropuerto. Su madre dijo que el joven tenía en su poder un papel con su número, pero nadie lo auxiliaba. En ese momento, salió del aeropuerto y fue cuando su rastro se perdió definitivamente, dando paso a una intensa labor de búsqueda.

Pasaban los días y no había razón alguna de Miguel Ángel. Su madre, desesperada, intentó buscarlo por su propia cuenta. Contactó a familiares, amigos y conocidos que residen en Estados Unidos, habló con autoridades en Miami, pero no hubo respuesta. “Tiene 21 años, él escogió su vida”, fue la vaga respuesta que recibió Alejandra por parte de la Policía, pero su amor de madre le permitió no desfallecer y continuar la búsqueda.

“Como madre colombiana somos maternales, le dije a la Policía que qué pena, pero mi hijo estaba perdido. Cuando él no llegó a Medellín fue un shock, tenía la esperanza de que me llamara, llamé al Consulado, llamé a una amiga que vive allá, le rogaba que fuera a poner el denuncio, empezamos a poner fotos en Facebook, una amiga tiene una tía que trabaja con una fundación”, relató.

Precisamente, fue esa organización la que se encargó de la heroica tarea de encontrar a Miguel Ángel. Se trata de la fundación de colombianos residentes en el exterior Zona 33. SEMANA conversó con Beatriz Sierra, directora de esa iniciativa, quien señaló que la denuncia de la desaparición del joven se pudo tramitar solo hasta el 14 de agosto, razón por la cual la cuenta oficial de Twitter de la Policía en Miami hizo hasta ese momento la divulgación de la desaparición del joven, pero lo cierto es que para entonces ya llevaba más de 15 días deambulando por las calles de esa ciudad.

La fundación hizo una exhaustiva búsqueda de Miguel Ángel. “Veíamos que la gente nos llamaba a nosotros, constantemente hablamos con ella (Alejandra), la gente decía que lo veía en la calle, luego en el centro de Miami. Alguien lo vio entre el 5 y el 8 de agosto, se le acercó porque era un joven, pero estaba sucio y estuvo cerca de ocho días frente a un restaurante esperando comida”, señaló Sierra a este medio.

Según lo describían algunos ciudadanos que lo habían visto, Miguel estaba irreconocible. Aseguraban que habían visto a un joven parecido al de la foto, pero con barba, sucio y como si hubiera pasado varios días durmiendo en la calle. Su vida se había transformado por completo, fue un mes en el que el joven tuvo que dormir en la calle y esperar que algún milagro sucediera, ya que por su cuenta no tenía cómo hacerlo, estaba perdido y desorientado.

“A Miguel le regalaban comida, teníamos un detective en la fundación que trataba de seguir su rastro y vio que lo habían desalojado del restaurante donde había estado por varios días, pero no sabía si lo habían sacado porque estaba pidiendo dinero en el lugar o cuál había sido el motivo”, relató la directora de la fundación.

De un lado para otro, la fundación siguió buscando a Miguel, pero la angustia y la desesperanza se apoderaba de la situación. Se supo que el joven pasó por varios sitios en Miami, incluido un hospital donde entró por un fuerte dolor en el pie, pero seguía sin poder orientarse. Finalmente el milagro sucedió: desde las autoridades se comunicaron con la fundación para confirmar que el joven se encontraba vivo y a una hora del centro de Miami, tuvo que haber caminado por días para encontrarse allí.

La escena con la que se encontraron fue desalentadora: Miguel estaba irreconocible, estaba algo desorientado, deshidratado, había perdido bastante peso, su rostro no era el mismo, pero su lucidez empezó a recobrarse cuando por fin, después de tanto tiempo, vio a su madre. “Él inmediatamente me reconoció, solo lloró, me abrazó y dijo: este era el ángel que estaba esperando”, concluyó Alejandra.