“El antiuribismo va a ser el partido político más grande de Colombia”: Ariel Ávila

SEMANA: ¿en qué momento tomó la decisión de incursionar en política electoral?

ARIEL ÁVILA: desde principios de año me empezaron a hacer propuestas. El martes de la Semana Santa hablé con Gustavo Petro y luego hubo un desfile de dirigentes de la Alianza Verde, quienes pasaron por mi casa, y de otro partido tradicional. Comenzó una presión. En el mes de junio mi mamá estuvo muy enferma, casi se me muere, y desistí de pensar en eso. Sin embargo, hace mes y medio, tomé la decisión de ser candidato. Renuncié a todo lo que tenía y me lancé. Por tres razones: 1) todo indica que este país va a cambiar, los datos de las encuestas, el censo electoral, el desespero de la clase política, así lo indican. Que Iván Duque sea capaz de hacer un prevaricato y modificar la Ley de garantías, es porque hay un desespero. Que Dilian Francisca Toro diga que La U, un partido tan corrupto, es de centro demuestra desespero. Todo indica que esto va a cambiar y yo quiero hacer parte del cambio. 2) Hay mucha gente, incluso en nuestro sector, que está proponiendo bobadas para cambiar las cosas y que no van a servir. Entonces la labor fundamental nuestra es que este país cambie en serio. 3) Una serie de líderes de opinión tenemos que jalar las listas. Podemos ganar la Presidencia, pero si no ganamos el Congreso, no vamos a poder hacer las reformas. Soy optimista y el bloque alternativo puede sacar unas treinta curules, sumando las dos coaliciones.

SEMANA: usted es candidato al Senado por la Alianza Verde. Pero en la centroizquierda se ha hablado de que el Nuevo Liberalismo tendrá una lista por aparte y cerrada. ¿Cómo se van a integrar?

A. Á.: lo que debería ser es que existan dos grandes listas en el bloque alternativo. La lista del Pacto Histórico, que decidieron que fuera cerrada, y nuestros cálculos es que van a tener entre 12 y 15 senadores. Y la otra lista, en la Coalición de Centro Esperanza, en la que se integren Dignidad, Alianza Verde, ASÍ, Colombia Renaciente y Nuevo Liberalismo. Eso es lo que debería pasar.

SEMANA: pero no está pasando...

A. Á.: claro. Nosotros estaríamos entre once y 14 curules. ¿Pero qué fue lo que pasó? La Alianza Verde decidió dejar en libertad a sus militantes y algunos se fueron a apoyar la campaña de Petro, y otros se fueron con candidatos de la Coalición Centro Esperanza. Eso hace que se resientan los demás partidos. El Nuevo Liberalismo no tiene nada que perder porque van a mantener su personería jurídica y van con lista cerrada, y eso sería complicado porque podrían no alcanzar el umbral. Estamos a pocos días de la inscripción de las candidaturas. Muchos estamos intentando que se dé una unión con reglas claras. Como puede ser una lista abierta, se organizan los números.

SEMANA: ¿y usted cree que eso puede ser fácil?

A. Á.: yo creería que sí. Aprovecho para decirle a la dirigencia del Nuevo Liberalismo que entre en razón, y todos los demás partidos, que hagamos una gran lista de coalición. Al final, en segunda vuelta, sea quien pase de todos los candidatos, se necesita que el bloque alternativo esté unido y vote por esa persona.

SEMANA: ¿quién es su candidato presidencial?

A. Á.: la campaña mía tiene la siguiente composición: 40 % son petristas, seguidores de Gustavo Petro; otro 40 % está con Sergio Fajardo; y el otro 20 % se resume en personas de Carlos Amaya, Camilo Romero y Alejandro Gaviria. Nosotros hemos dicho: mi única condición es que estoy con el candidato alternativo que pase a segunda vuelta para vencer el clientelismo, la corrupción y el uribismo. En primera vuelta hay libertad para votar en el sector alternativo. Mi decisión sobre a quién apoyar en primera vuelta va a depender de lo que pase en las consultas en marzo de 2022. Una vez vea los resultados, tomaré la decisión.

SEMANA: ¿usted puede apoyar a Gustavo Petro en primera vuelta?

A. Á.: en primera vuelta yo apoyaría a un candidato alternativo. Dentro de eso está la opción de que sea Gustavo Petro, claro, o puede ser Sergio Fajardo o Alejandro Gaviria. La condición es que en segunda vuelta se está, independientemente del nombre, con el candidato alternativo.

SEMANA: ¿queda prohibido ir a ver ballenas?

A. Á.: no se puede votar en blanco, no ir a votar ni no votar por los mismos.

SEMANA: cuando usted dice que su voto en primera vuelta depende de los resultados de las consultas de marzo de 2022, ¿a qué se refiere? ¿Votaría por el candidato alternativo que obtenga la mayor votación?

A. Á.: dependerá del resultado de la consulta de centro, de la persona que pase de primero. Hasta ahí quiero responderle. Lo otro es: hay un candidato que viene subiendo como la espuma y que hoy no está en ninguna consulta y que yo decía que tenía una baja opción hace un mes...

SEMANA: ¿quién es?

A. Á.: Rodolfo Hernández.

SEMANA: ¿le gusta ese candidato?

A. Á.: no, lo que estoy diciendo es que lo ideal sería que en la primera vuelta compitieran máximo dos candidatos alternativos: el del Pacto Histórico y el de la Coalición Centro Esperanza. Es muy complicado que existan tres, porque eso nos divide el voto, mientras la derecha y la política tradicional va a tener un único candidato. Y eso nos pone en aprietos. Por eso, mi decisión de primera vuelta es tratar de tender los puentes para la unidad en segunda vuelta. Y no desgastarme en esta canibalización en la que están las fuerzas alternativas. Para mí, que el sector alternativo se esté canibalizando, entre petristas y fajardistas, entre el Verde y el Pacto Histórico, yo le llamo a eso los idiotas útiles del uribismo. Eso solo beneficia a la política tradicional. Al final, si nosotros queremos ganar, debemos estar unidos. Y mi trabajo va a ser ese: unir a todas las fuerzas.

SEMANA: de los candidatos alternativos, ¿cuál le gusta y cuál no?

A. Á.: en el Pacto Histórico, en teoría, a excepción del pastor cristiano, hay tranquilidad.

SEMANA: ¿con Roy Barreras?

A. Á.: con Roy... Ayudó mucho por la paz y a mí eso me da el beneficio de poder estar ahí. Hay que decirlo, Roy fue uno de los que más apoyó la paz y hay una deuda. En la Coalición de Centro Esperanza que se acaba de conformar, me siento cómodo con casi todos. ¿Cuál es el debate? Lo que necesitamos garantizar es que exista un compromiso de estar unidos en la segunda vuelta.

SEMANA: ¿usted tiene temor de que en 2022, en la segunda vuelta, se repitan las divisiones de 2018 entre los sectores alternativos y que algunos voten en blanco?

A. Á.: o que algunos voten por la política tradicional. Es posible que nos pueda pasar. Por eso nuestra labor es hacer pedagogía, unir a través de temas programáticos y no en torno a las personas. Y poder convencer a la gente de que cambiar este país es necesario.

SEMANA: ¿qué opina de la Coalición de la Experiencia?

A. Á.: es la coalición de la corrupción y el clientelismo. 15 millones de personas aguantan hambre en este país y 42 % está en pobreza. ¿Quién ha gobernado? Los mismos de siempre. Ellos ya demostraron que no lo saben a hacer. Que no nos vengan a vender cuentos.

SEMANA: ¿qué tipo de senador sería usted?

A. Á.: le quiero dar la tranquilidad a mucha gente que me para en la calle y me dice: Ariel, usted mandó a muchos políticos corruptos a la cárcel, no deje de hacerlo. Vamos a seguir haciendo denuncias y control político. ¿Qué es lo que va a cambiar? Que esta vez vamos a tener una serie de propuestas para sacar a este país de la crisis en la que está.

SEMANA: ¿cómo ve la elección de 2022, en términos generales? ¿Qué se juega Colombia?

A. Á.: esto va a ser a tres vueltas presidenciales. Las consultas de marzo serán una catapulta. Las dos consultas más votadas salen disparadas. Por ejemplo, Rodolfo Hernández viene subiendo, pero si no está en una consulta, puede bajar. Es el modelo 2018. Y todo va a depender de cómo quede conformado el nuevo Congreso de la República.

Yo creo que el Centro Democrático va a perder por lo menos unos nueve cupos en Senado, el partido de La U casi que desaparece; Cambio Radical baja cuatro; al Partido Liberal lo van a cascar duro; los únicos que se mantienen, por todo el clientelismo, es el Partido Conservador.

Y nosotros los alternativos podemos sacar entre 14 ó 15 senadores, en el caso del Pacto Histórico, y entre once y 14 senadores en la Coalición Centro Esperanza. Así podemos jalar la representación para una Presidencia.

La regla de oro es: nadie gana en primera vuelta y nadie gana solo en segunda vuelta. Es muy probable que haya necesidad de acordar grandes alianzas antes de la primera vuelta, bajo esa circunstancia. Esto va a estar muy competido. En la derecha, la pregunta es si reciben o no al uribismo. Si lo reciben, hay más voticos. Pero si lo reciben también cargarán con el costo del antiuribismo, que va a ser el partido más grande que tenga Colombia el próximo año. Los bloques alternativos tenemos la opción de ganar la Presidencia. Si nosotros no estamos unidos, no ganamos. Lo deben tener claro en el Pacto Histórico y en la Coalición Centro Esperanza.

SEMANA: ¿Gustavo Petro puede ser presidente en 2022?

A. Á.: Petro está creciendo tanto por lo mal que lo ha hecho la clase política. El mejor jefe de debate de Petro es Iván Duque. Petro logró interpretar ágilmente el cambio social que quiere mucha gente joven. Esta vez Petro está mucho más cerca de llegar a la Presidencia que en 2018. Él debe tender puentes con los otros sectores. Si el petrismo no entiende que el rival es el uribismo y no la coalición de centroizquierda, se vuelve a perder. Los datos indican eso.