Nación
Esta es la verdadera historia de las inasistencias del presidente Petro a las ceremonias de la Armada y la Fuerza Aérea
La semana pasada llegó dos horas tarde a la ceremonia de graduación de 239 subtenientes del Ejército en Bogotá.
Tres ceremonias para las Fuerzas Militares son motivo de orgullo nacional y el presidente de la República, como jefe de Estado, es el encargado de presidirlas. Sin embargo, este año, el presidente Gustavo Petro decidió ignorarlas. Se trata de las ceremonias de ascenso de los oficiales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional.
La primera se realizó en Bogotá, en la Escuela Militar, y allí los altos oficiales, los graduados y sus familias, hasta el ministro de Defensa, Iván Velásquez, debieron esperar por más de dos horas la llegada del primer mandatario. Bajo un inclemente sol, las familias y los nuevos subtenientes esperaron al presidente Gustavo Petro.
No hubo explicaciones, comunicado o alguna alusión en su discurso que pudiese advertir excusa o argumento para plantar por dos horas a las familias que entregan a sus hijos a la seguridad del país. La molestia fue general y el mensaje para los nuevos oficiales profundamente negativo: el jefe de las Fuerzas Militares no cumple o respeta los horarios.
La otra ceremonia estaba programada, con meses de anticipación, en la ciudad de Cali. 130 nuevos oficiales se sumarían a la Fuerza Aérea y esperaban al presidente Gustavo Petro a las tres de la tarde del pasado viernes. Las familias de los subtenientes estuvieron por tres horas en la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez y el presidente nunca llegó.
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La ceremonia tuvo que ser presidida por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y la Cúpula Militar. En esta oportunidad sí hubo disculpa, pero no hay explicación sobre la inasistencia del jefe de Estado a la graduación de los nuevos oficiales de la Fuerza Aérea. Todos, uniformados y civiles, se quedaron plantados. El presidente repitió su ausencia de hace un año a la misma ceremonia, pero en Bogotá.
La agenda de ese día también incluyó el ascenso de los subtenientes de la Armada Nacional. La ceremonia programada para las 6 de la tarde se realizó en la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla de la ciudad de Cartagena. Los asistentes esperaron hasta las 9 de la noche y el presidente Gustavo Petro no apareció.
Las familias de los 166 nuevos subtenientes estuvieron por tres horas a la expectativa de la llegada del presidente Petro y nuevamente quien tuvo que asumir la vocería fue el ministro de Defensa, Iván Velásquez. La molestia de los asistentes fue notoria, de acuerdo con algunas fuentes que advirtieron que, en el momento de los honores al ministro, hubo rechiflas.
Lo curioso, según las mismas fuentes, es que el presidente Gustavo Petro, al parecer sí llegó a la ciudad de Cartagena y se alojó en la Casa de Huéspedes, cuando, sin problemas y en el mismo horario, habría alcanzado a participar de la ceremonia de los subtenientes que juraron bandera.
La jornada para los oficiales, la Cúpula Militar y el propio ministro de Defensa fue agotadora. Un día entero de ceremonias, en Bogotá, Cali y Cartagena. Regresaron a la capital del país cerca de las 2 de la madrugada y sin el presidente de la República, además de las decepciones de las familias que esperaban los honores del primer mandatario.