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Abuso | Foto: Getty Images/iStockphoto

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Exclusivo: Comité de Ética de Federación Colombiana de Fútbol asume investigación por presuntos casos de abuso sexual en el club Besser

El documento del Comité de Ética de la Federación Colombiana de Fútbol está firmado por el exministro Wilson Ruiz, ahora miembro de dicho comité.

25 de agosto de 2022

SEMANA conoció un documento de tres páginas con el que el Comité de Ética de la Federación Colombiana de Fútbol asume la investigación y avoca conocimiento por supuestos casos de abuso y acoso sexual contra menores de edad mujeres jugadoras de fútbol del Club Deportivo Besser.

El documento señala que mediante informes y comunicaciones de prensa, la Comisión de Ética y Disciplina de la Federación tuvo conocimiento de una serie de presuntas irregularidades relacionadas con aparentes abusos sexuales cometidos por dos personas: Pedro Ignacio Rodríguez y Sebastián Esteban Rodríguez (este último entrenador).

Señala el Comité que de conformidad con el artículo 187 del Código Disciplinario de la Federación, pese a que no hay una queja formal denunciando los hechos, se asume la investigación por este escándalo debido “a la gravedad del asunto”.

No se trata de un asunto nuevo, los padres de familia de las menores de edad ya habían hecho públicas las denuncias, pero la revictimización implícita que llevan este tipo de aberrantes casos, la prácticamente nula acción de las autoridades investigativas, la apertura de procesos que no avanzan en la Fiscalía, generaron que estas cuatro familias, como un grito desesperado, enviaran una carta directamente a la nueva ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, para denunciar los hechos.

Pese al tono respetuoso de la carta, los familiares de las cuatro menores que se reunieron en esta lucha, que también está en los tribunales, no dudan en calificar al señor Sebastián Esteban Rodríguez, como un “depredador sexual”, que “se aprovecha de su posición de poder y jerarquía en el club para abusar sexualmente de menores de edad. Es tan sencillo como que, al ser el entrenador y uno de los dueños del club, decide quién juega y quién no, en qué posiciones del campo, cuáles días y en qué torneos, entre otros de completa vitalidad para estas mujeres jóvenes. Estos asuntos no son menores si tenemos en cuenta que las miembros de este club viven por el futbol, sueñan con él y lo conciben como su pasado, presente y futuro”.

En realidad, los hechos que ocurrieron hace ya un tiempo, llegan al despacho de la ministra como un grito desesperado, en el que señalan que “no podemos quedarnos callados ante estos abusos que nuestras hijas sufrieron y que, de no hacer nada, es claro que más niñas y familias padecerán en un futuro. En estos momentos, guardar silencio es ser cómplices de esos delincuentes”, con una agravante, aseguran en la misiva que hay más menores que estarían en la misma situación.