Nación
Las nuevas pistas en la búsqueda de los niños indígenas perdidos en la selva dan un panorama alentador
La búsqueda de los menores no para y las autoridades revelaron detalles de la misión.
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El brigadier general y comandante conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, dio a conocer nueva información frente a la Operación Esperanza, la cual lleva activa desde hace varias semanas, con el objetivo de encontrar a los cuatro niños indígenas extraviados en la selva de Caquetá.
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El funcionario del Ejército estuvo en diálogo con Colombia Hoy Radio revelando los hallazgos que han encontrado en las últimas horas durante la búsqueda.
En primer lugar, y a modo de alivio, señaló que la búsqueda está bien encaminada, debido a que encontraron nuevas pruebas que les hace pensar que están cada vez más cerca. “Creemos que hemos pasado a unos 200 o 300 metros de ellos”, señaló el brigadier Sánchez, “Hemos encontrado evidencias y hemos corroborado con los GPS, como cuando hallamos los dos pañales, uno usado, que pasamos a cerca de 100 metros de ellos”.
Además, indicó que con el apoyo de las comunidades indígenas y los comandos encontraron recientemente unas huellas que serían un gran paso para la búsqueda. La hipótesis que manejan sobre el paradero de los cuatro menores de edad es que se hayan dirigido al río San Jorge, un territorio donde no hay asentamientos ni comunidades.
“Creemos que cambiaron de rumbo hacia el norte y al oriente y los indicios nos dicen que irían hacia el río Apaporis. Así se achica la búsqueda con nuestros 119 comandos y 72 indígenas”, señaló el brigadier.
Sánchez también informó que los menores de edad se siguen movilizando en una región tan extensa, la cual permite llegar hasta Quito en Ecuador. Sumado a ello, indicó que la zona cuenta con variedad de animales peligrosos, como serpientes y depredadores, por lo que el instinto de supervivencia es relevante en esta situación.
Los militares han recorrido más de mil kilómetros por toda la selva (1.250), siendo el mismo recorrido que se hace desde Bogotá hasta Quito y regresar hasta Pasto. “Nuestros nombres no se cansan, no en su corazón ni en su alma”, dijo el brigadier al reiterar que la esperanza no está perdida.
Las labores de búsqueda por tierra están siendo integradas por las acciones que otros comandos hacen desde aire. Por medio de perifoneo, distribución masiva de volantes y kits de supervivencia, han acompañado a los uniformados que están dentro de la selva.
Asimismo, las aeronaves dispuestas para esta misión tienen la capacidad de detectar calor y tomar fotografías a 30 centímetros a nivel del suelo y satélites, lo cual contribuye a contar con información precisa, de calidad y primera mano.
Por otro lado, el general Sánchez sostuvo que: “no vamos a terminar esta operación hasta que la terminemos o hasta que la lógica lo diga. Ellos están vivos; si estuviesen muertos, hubiese sido más fácil encontrarlos porque estarían estáticos y los caninos de búsqueda los hubiesen detectado por olores”.
Además, descartó completamente que los niños indígenas se encuentren bajo el control de algún grupo armado en la zona. Sin embargo, señaló que entre los hallazgos descubrieron un campamento ilegal a 2.8 kilómetros del lugar donde ocurrió el accidente de la aeronave, el cual pertenecía una estructura vinculada al frente disidente de alias Iván Mordisco.
Con respecto al posible acompañamiento que tengan los menores de edad, el general señaló que esa situación no es descartada, pero tampoco cuentan con las evidencias que confirmen ese escenario, dado que las huellas encontradas en el suelo corresponden a calzado menor a talla 35, aparte de haber pasos descalzos, como los son presuntamente los de la niña de 13 años.
“Estamos articulados con células combinadas de búsqueda donde se unen los indígenas a nosotros y de esta manera multiplicar ojos, oídos, y hacer mayor presencia en la zona. Lo más importante es la información. Por eso, la Línea #107, celular del Ejército Nacional, está habilitada para recibir información de la búsqueda de los niños y denunciar las acciones criminales en la zona”, puntualizó Sánchez sobre el trabajo en conjunto de las diferentes entidades para dar con la ubicación de los indígenas.
Finalmente, el brigadier concluyó al indicar que el área de búsqueda es de 30 kilómetros cuadrados, pero sigue siendo “buscar una aguja en un pajar”, debido a que la región es inhóspita, por lo que encontrarlos es una tarea ardua, más no imposible.