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| Foto: Archivo particular

JUSTICIA

Los audios de los narcovuelos que enredan a miembros de la Fuerza Aérea y de la Aerocivil

Seguimientos desde el año 2014 pusieron al descubierto cómo operaba una poderosa organización al servicio del cartel de Sinaloa, que envió toneladas de coca usando en su favor la cercanía de los aeropuertos de Palmira y de Cartago. Para no ser descubiertos apodaban al primero como Liliana y al segundo como la Perra.

3 de abril de 2018

Mientras que los colombianos hacían la pausa de los días santos, en una sala de audiencias de Cali, ante el juez 27 de Control de Garantías de la ciudad, resucitó uno de los capítulos más enigmáticos de la historia de la mafia: ante la mirada complaciente de varios funcionarios, organizaciones de narcos al servicio del cartel de Sinaloa lograron enviar toneladas de coca en vuelos privados que partieron desde Colombia. 

La investigación comenzó con una alerta de la DEA a la policía colombiana en el año 2014. Con más de 5.000 audios que corresponden a 200 líneas telefónicas interceptadas, las autoridades pusieron al descubierto los detalles de cómo funcionó una organización, cuyo jefe máximo en Colombia era Jaime Hernán Velásquez Hernández o El Viejo. Se trata de un antiguo colaborador del cartel de Sinaloa a quien sus socios lo llegan a llamar como el ‘nuevo señor de los cielos‘, en referencia al desaparecido capo mexicano Amado Carrillo. 

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Las pesquisas llevaron a la captura de once personas, sin embargo, un capítulo oscuro de este modus operandi es el que compromete la responsabilidad de integrantes de la Fuerza Aérea y a otros miembros de la Aerocivil aún desconocidos. Aunque en los audios hay pistas de su existencia, aún no han podido ser identificados. Por ello, cuatro personas capturadas de esta organización podrían ser la clave para el siguiente golpe. Se trata de los controladores aéreos de Cali Jorge Panchalo Calderón y Luis Armando Rivera, de quienes se cree que extendieron sus tentáculos ilegales hacia otros funcionarios del aeropuerto Matecaña de Pereira; Vicente Murillo o Negrito, y Juan Carlos Osorio, alias Jero. Estos dos últimos guardaban comunicación y cercanía con integrantes de la Fuerza Aérea para evitar que actuaran si llegaba a dispararse alguna alerta. 

El general Carlos Eduardo Bueno, comandante de la Fuerza Aérea, aseguró a SEMANA que han estado prestos para suministrar la colaboración necesaria a la Policía y a la Fiscalía, con el fin de esclarecer la verdad e identificar a los  funcionarios que puedan estar o no involucrados con hechos delictivos. Desde el alto mando manifestaron tener la mejor intención frente al esclarecimiento de los hechos en el 2015, sin embargo, la información hasta ahora es aislada.

“Si bien estas comunicaciones hacen referencia a los azules, lo cual se podría relacionar con la Fuerza Aérea, la información que aportan es muy aislada y no permite enfocarnos en personas de las institución que pudieran estar cometiendo actividades delictivas”, precisó el general Bueno.

Las modalidades de envío de la droga y los argumentos de la defensa despertaron en reiteradas oportunidades la molestia del juez 27 de control de Garantías de Cali, quien durante cinco días escuchó los detalles de esta investigación; este domingo envió a la cárcel a los once integrantes de la organización para que respondan por los delitos de narcotráfico y concierto para delinquir. Y es que según la Fiscalía, los vuelos charter es apenas uno de los mecanismos de los narcos para enviar droga a cielo centroamericano.

Los audios revelan cómo también llegaron al país vuelos privados con la excusa de aprovechar la buena mano de obra colombiana para el mantenimiento técnico especializado de las aeronaves. Permanecían varios días en Colombia y, con itinerario de transporte de pasajeros, regresaban a su destino cargados de gente y coca. En varios casos, la Policía y la Fiscalía tienen evidencias de cómo a su salida del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Palmira aterrizaban sin permiso en el Santa Ana de Cartago para cargar la coca en absoluto sigilo. La droga al parecer era almacenada en bodegas contiguas para poder meterlas a la pista en horas de la noche. Esta modalidad se conoció en los 80 como vuelos ‘fantasmas‘.

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“Es a todas luces observable la forma en que estas organizaciones obtienen réditos de organizaciones ilícitas, logran corromper a funcionarios de la Fuerza Aérea y a controladores. No se logró establecer la identidad de los primeros pero sí es evidente la corrupción que se observa de los diferentes aeropuertos de Cartago, Pereira, Palmira y Bogotá", indicó una fiscal antinarcóticos Ángela Daza, durante la diligencia.

AUDIO 1: Esta grabación es considerada clave, ya que reúne un panorama completo de cómo funcionaba la organización. Hablan en ella Juan Carlos Osorio y una mujer de alias Magaly sobre envíos fallidos de droga al exterior. La conversación es de noviembre del 2015. Dicen que cada envío al exterior fallido cuesta $300 millones y que hay una deuda de $1.100 millones adicionales. Alias Magaly le propone enviar 25 kilos a México, pero Osorio o Jero le responde que solo trabaja con grandes cantidades. Hablan de avión de Don Jaime, que fue incautado por no sacar el permiso pero se recuperó la droga.

AUDIO 2: Juan Carlos Osorio y una persona desconocida hablan sobre envío de droga a México. Conversación del 8 de abril del 2015. Un hombre de apellido Rentería dice que necesita poner una droga en República Dominicana. Alias Jero le responde que tiene un carro, pero no va República Dominicana, va para "donde los sombreros" (México).

Audio 3: Hablan Jaime Velasco y el mexicano de alias Lalo sobre vuelos en Pereira y Cali. En lenguaje cifrado, los interlocutores aseguran que primero van a visitar a Liliana (sobrenombre para referirse al aeropuerto de Cali) y que al otro día se van con la Perra (como le llaman al aeropuerto de Cartago).


En otros casos, la organización lograba enviar droga en aviones de mercancía, como lo reveló un video en donde se observa cómo una aeronave es cargada de droga a altas horas de la noche en pleno aeropuerto internacional de Palmira. Las imágenes fueron captadas el 8 de febrero del 2015, y se observa cómo el vuelo llega a las 10:25 de la noche y sale de allí a las 10:33. Sobre el minuto 10:26 se ve cómo corren diferentes personas y realizan la carga de estupefacientes en tiempo récord. 

Este es uno de los momentos claves de la investigación, porque por cuenta de haberse frustrado el operativo la droga fue repartida a miembros de la organización. Días después, en el Sur de Bogotá, fueron incautados 25 kilos de coca en un operativo de allanamiento en el que cayó capturado en flagrancia Ángel García, uno de los socios de la organización. 

Además de los audios, la Fiscalía presentó las pesquisas y seguimientos a integrantes de la red, quienes se reunían con frecuencia en centros comerciales y lugares concurridos de Cali y Bogotá. Una de estas citas se llevó a cabo con un piloto en el sector de Salitre, en Bogotá. 

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AUDIO 4: Juan Carlos Osorio y un controlador aéreo hablan de droga como si fuera un partido de fúbol. Conversación del 17 de abril del 2015, sobre un vuelo que saldría desde Cali a Cartago. El desconocido dice que lo importante es hablar con la Fuerza Pública. A lo que responden que tranquilo, que hay que hablar con Víctor Murillo para que cuadre que no vayan a actuar en contra de ellos. Dicen que hablaron con el Primito y con Pancha o Jimmy Panchalo, el controlador aéreo capturado.

AUDIO 5: Hablan Armando Rivera y Jimmy Panchalo sobre ayuda de funcionarios públicos. Conversación del 30 de abril del 2015 en donde aseguran que ya cuadraron con alias Jero y que está confirmado un envío de droga el domingo. Hablan de arreglar cambios de turnos de azules (según la Fiscalía, en referencia a la Fuerza Aérea); y de alias Polluelo, otro controlador que se prestaría para esta actividad delictiva.

AUDIO 6: Armando Rivera y Jimmy Panchalo habla de enviar aeronave antes del cambio de turno. Conversación en la que aseguran que tienen que mandar a recoger una droga faltando 10 minutos para el cambio de turno. Manifiestan que les preocupa El Pastor, una persona que consideran un riesgo para la organización.

 

En una de las llamadas, un copiloto desde Aruba se comunica con José Libardo Echeverri Santana Sanchez, conocido como el ingeniero, para finiquitar los detalles de su llegada a Colombia en una aeronave de marca West Wind. Su llegada al país tendría que ver con un supuesto servicio de mantenimiento, pero en realidad regresaría cargada de droga a Centroamérica. El pago por esta operación era de USD$ 4.000 dólares.

En conversaciones como esta, la Fiscalía cree que se pacta el pago a un integrante de la Fuerza Aérea, quien los apoyaría con un cargamento de droga.  

Los integrantes de la organización que fueron enviados a prisión Jaime Hernán Velásquez Hernández, Vicente Murillo, José Norley Ramírez Meneses, José Libardo Echeverri Santana, Víctor Alfonso Cerquera Bastidas, Héctor Armando Ortega Paredes, José Jairo Garzón Salazar, Jorge Panchalo Calderón, Luis Armando Rivera, Juan Carlos Osorio y Guillermo Anastasio Restrepo Echeverri. Este último, era el encargado de manejar las bodegas y la logística de la droga en Cartago.