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El éxito y el ritmo que han tenido estas manifestaciones vaticinan que las calles seguirán llenas. | Foto: SIG

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Marchas por la paz: ¿quién los escucha?

Los sorpresivos resultados del plebiscito provocaron un clamor popular por la paz que ya completa más de diez días. Miles se han movilizado para rescatar los acuerdos con las FARC. ¿Qué tanto está incidiendo?

Fabián Cristancho, periodista de Semana.com
13 de octubre de 2016

El 2 de octubre Colombia pareció quedar dividida en dos. La mitad le dijo Sí al acuerdo de paz de La Habana, la mitad más uno lo rechazó. Todo ante el hecho de que 63 %, de los ciudadanos estando habilitado para votar, no se acercó a las urnas. Entre los que votaron si, la tristeza, la frustración, pero sobre todo la sorpresa que generaron los resultados, fue la chispa que encendió los ánimos para que miles de personas se volcaran a las calles.

Entre las calles y las plazas colmadas por miles hay centenares de diferencias políticas; unos votaron Sí, otros pocos No, otros no votaron, otros tienen reparos pero todos claman por que se salve la paz y no se pierda una oportunidad histórica.

Por eso las consignas han ido más allá de la división y se han fundido en abrazos, flores y exigencias verticales a los políticos, para exigirles una solución para salvar los acuerdos de paz con las FARC.

Cinco momentos clave

1) Unas horas después de conocidos los resultados en el plebiscito y aceptados en alocución por el presidente Juan Manuel Santos, partidarios del Sí y desprevenidos que se convirtieron en manifestantes se acercaron al Palacio Presidencial y gritaron “¡Queremos la paz!”. Fue tanto el alboroto, que se abrieron las rejas del edificio más custodiado del país y el mismo presidente salió a agradecer y a reforzar su mensaje de unidad.

2) En tres días se gestó en las redes sociales, que sirvieron de espejismo a la idea de que iba a ganar el Sí, una manifestación descomunal en Bogotá en la que se emuló el mensaje de la imborrable “Marcha del Silencio” que convocó Jorge Eliécer Gaitán en 1948 y los jóvenes de la Séptima Papeleta cuando asesinaron a Luis Carlos Galán. Se calcula que cerca de 30.000 personas marcharon ese 5 de octubre y llenaron la Plaza de Bolívar. Esta vez los políticos quedaron relegados por caras jóvenes. Fue el mismo día en que Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe se reunieron por más de cuatro horas en el Palacio Presidencial.

3) Nació el ‘campamento por la paz’. Lo que comenzó con dos carpas y siete jóvenes que decidieron no moverse de la Plaza de Bolívar hasta que se firme un acuerdo de paz, ya va en 100 carpas en las que acampan universitarios, víctimas y ciudadanos que ven en este tipo de manifestación una forma de presión para una solución pronta a la crisis.

Vea en video: Las horas críticas del campamento por la paz

4) “¡Antioquia no es Uribe!”, gritaron los paisas el 7 de octubre en Medellín. Durante hora y media miles de ciudadanos se dirigieron al emblemático Teatro Pablo Tobón exigiendo una salida negociada al conflicto con las FARC. La consigna fue una respuesta al 62 % de los antioqueños que votaron por el No.

5) Este 12 de octubre, Colombia se olvidó del día de la raza, fue la fecha del “¡Acuerdo ya!”. Uno de los gritos que se impusieron en la ‘Marcha de las flores’ en Bogotá, liderada por los indígenas que llegaron a la capital a sumarse a las voces de víctimas, universitarios y ciudadanos del común. Su paseo por la calle 26 y la carrera séptima hasta la plaza de Bolívar fue tan triunfal como emocionante. En Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Manizales, Pereira y otras ciudades también se manifestaron a favor de la paz.

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¿Quién oye las voces de la calle?

El éxito y el ritmo que han tenido estas manifestaciones vaticinan que las calles seguirán llenas. Pero lo que no se puede predecir son los resultados que generen. Algunos políticos de varias vertientes han visto con buenos ojos las multitudinarias protestas y algunos se han sumado entendiendo que esta vez ellos no son los protagonistas.

"La presión ciudadana es importantísima para destrabar el proceso porque es una expresión democrática a favor de la paz que no puede ser ignorada", le dijo a Semana.com el jurista Rodrigo Uprimny.

Y sin más, quienes tienen la llave para destrabar los acuerdos son el Gobierno, la oposición y por supuesto las FARC. Lo que ha pasado desde el 5 de octubre, fecha en la que se dio la primera cita entre Santos y Uribe, desinfla las arengas y las expectativas.

Para Fernando Sarmiento, del CINEP, “las élites políticas están cerrando la puerta a oír estas voces para hacer vale lo que han sido sus intereses pero no están representando la demanda social”. Para Sarmiento también “Santos y los negociadores no deberían menospreciar esta fuerza social”.

Las diferentes vertientes del No se han disuelto en decenas de lineamientos. Marta Lucía Ramírez presentó unas, Alejandro Ordóñez, otras. Andrés Pastrana también expuso propuestas y Francisco Santos hizo lo propio.

El más esperado, el expresidente Álvaro Uribe, respondió al clamor una semana después. Mientras los indígenas llegaban a la plaza, destapó sus cartas en 26 páginas en las que no se advierte flexibilidad en justicia, elegibilidad política y familia.

En La Habana, las FARC han abogado por la unión nacional pero a cada salida dejan claro que no están dispuestos a ceder en puntos clave para ellos. Entre lo variopintas de las propuestas, los desalentadores balances del Gobierno y las posiciones cada vez más verticales de la guerrilla, cada vez se ve más lejos un consenso a pesar del éxito de las movilizaciones.

¿Estarán el Gobierno, la oposición y las FARC prestando atención a los miles de colombianos que claman por una “paz ya”? En diálogo con Semana.com, el investigador Eduardo Pizarro Leongómez es tajante y dice que “Uribe debe ser consciente de que él no puede ser el sepulturero de la paz”. Para Pizarro el tiempo es dramático y si la oposición sigue enfrascada “en revisar hasta la última coma del acuerdo, la negociación será un fracaso”.

La politóloga y analista Sandra Borda encuentra que el éxito de las movilizaciones se da porque en ellas está “la frustración de estar tan cerca de poder terminar un conflicto de más de 50 años y no materializarlo”. Pero es optimista sobre los oídos de la oposición. “Hay un avance, los puntos que los representantes del No han hecho públicos se conocen a una semana y pudieron haberse demorado más”, le dijo a este medio.

Este jueves 13 de octubre, el presidente Juan Manuel Santos se refirió a las movilizaciones. “Otra vez llenaron la Plaza de Bolívar. No renunciaré al anhelo de paz, no voy a traicionar la esperanza de Colombia”, afirmó el mandatario.

La presión que miles les han querido inyectar a los dirigentes políticos se siente pero parece no concretarse. ¿Qué falta?

+ Actualización 7:05 p.m.: En alocución, Santos dijo que tras reunirse con líderes estudiantiles y por solicitud de ellos, decidió prorrogar el cese al fuego bilateral hasta el 31 de diciembre. Lo que se convierte en la primera respuesta concreta del Gobierno a las movilizaciones. 

El 24 de noviembre de 2016 Juan Manuel Santos y ‘Timochenko‘ firmaron el nuevo acuerdo de paz que se actualizó con algunos puntos que la oposición reclamaba.

El 13 de diciembre de 2016 la Corte Constitucional le dio vía libre al ‘fast track‘ para implementar los acuerdos.

El 14 de marzo de 2017 fue aprobada la Jurisdicción Especial para la Paz.