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¿Qué opina María Isabel? “Casa Colombia” en Davos
Llegué a pensar que el Gobierno iba a rectificar la noticia en pocas horas como una calumnia de la oposición. Pero resultó verdad. Le metimos 4.500 millones al alquiler de una casa en Davos, Suiza, ni siquiera para que pernocte allí la delegación de Colombia, sino como una vitrina para hacer negocios en un foro económico que el Gobierno confundió con un foro turístico. Sobran jacuzzi, sauna, piscina y cuatro cuartos. ¿No habría bastado una oficina?
¿Qué estará opinando María Isabel hoy martes 16 de enero en SEMANA? Pues más que una opinión se trata de una esperanza y hasta de un convencimiento, el de que en muy poco tiempo, cuestión de horas, la Casa de Nariño se pronunciaría a través de su oficina de prensa, negando rotundamente la historia estrambótica de que el Gobierno Petro alquiló en Davos una casa por 4.500 millones de pesos.
Más o menos un millón de dólares. Esto, para la permanencia de la delegación colombiana durante el Foro de Davos, pero que a su vez serviría de vehículo promocional para los atractivos culturales colombianos.
Yo esperaba, repito, que en pocas horas la oficina de prensa de Palacio afirmara que era una calumnia de la oposición, una movida racista, un complot inventado por los ricos, o hasta por las EPS por su venganza contra el Gobierno. Pero no sucedió nada de eso, sino todo lo contrario: el Gobierno sí se tomó pocas horas, pero para confirmar que sí, alquiló la casa en Davos dizque para promocionar el turismo en Colombia como una vitrina del país de la belleza.
Pero encima de todo, que allí no pernoctará el Gobierno, o la delegación gubernamental, aunque tenga jacuzzi, sauna, gimnasio, cuatro habitaciones y una piscina inutilizable por el actual invierno. De todas maneras, que la casa servirá para los encuentros con inversionistas interesados en Colombia, luego le sobran el jacuzzi, el sauna, el gimnasio, la piscina y las cuatro habitaciones. Habría bastado con una oficina más barata.
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Esa casa no es para mí, dice Petro, o sea que además le meterá hotel para él y su delegación. Aseguró también el Gobierno que se recuperará muy pronto la inversión, a cambio de que miles de extranjeros vengan al país, atraídos por una casa bastante fea a la que le colgaron imágenes de los mares colombianos y donde un empresario catalán ofrece café de nuestro país con muy limitado éxito.
Gracias, como dice el exministro Juan Camilo Restrepo, a que el Gobierno colombiano confundió el Foro Económico de Davos con un evento turístico, gastando inútilmente 4.500 millones de pesos por el alquiler de esta casa durante cuatro días. Por ahora, yo sigo, sin embargo, esperando otra rectificación que no llega.
Que no fue el intermediario de este extraño negocio aquel controvertido exfuncionario de la alcaldía de Petro, Juan Carlos Montes. Sí, el hombre de la pintoresca e inservible máquina tapahuecos que lleva escondido en Suiza desde que se filtró el video grabado por él mismo en el que le entrega a Petro una suma de dinero en efectivo en una chuspa que Petro, pacientemente, revisa en la penumbra de la sala de una habitación.
Pues se supone que esta casa cambiará supuestamente el destino turístico del país, porque gracias a esa denominada vitrina desplegada en una calle central de Davos, mientras el invierno arrecia, nos visitarán turistas mundiales a borbotones, impactados por las imágenes del mar Caribe y del cafecito del catalán.