Relojes, joyas y bienes por más de 30.000 millones, decomisados a socios de disidentes de las Farc

En las últimas horas se conoció una macro operación contra el narcotráfico en la que fueron capturadas 12 personas pertenecientes a una banda de narcos que tendrían fuertes nexos con el frente 30 de las disidencias de las Farc.

Lo que ha llamado la atención de las autoridades fueron los bienes que les decomisaron a los cabecillas de la organización, que superan los 30.000 millones de pesos. Fincas, carros, apartamentos, relojes y joyas hacían parte del catálogo de propiedades que tenían los mafiosos y que ahora quedaron en manos de las autoridades.

Dentro de las extravagancias sobresalió la colección de relojes Rolex, por un valor cercano a los 530 millones de pesos; cadenas, pulseras y anillos por 280 millones. De la misma manera, se dio inicio al proceso de extinción del derecho de dominio de 11 inmuebles, cinco establecimientos de comercio, nueve vehículos, una lancha, 10 cuentas bancarias y 25 ejemplares equinos, por un valor de 30.000 millones de pesos.

Según la investigación, la estructura narcotraficante tenía una capacidad de enviar cargamentos de hasta cinco toneladas mensuales de cocaína desde la Costa Pacífica de Nariño y Chocó, a través de semisumergibles y lanchas Go-fast.

Para su cometido usaban distintas rutas que tenían como destino México, Guatemala, Costa Rica y Panamá.

Los envíos a México tenían puntos de entrega cerca a la Isla de Clipperton y otras en aguas cercanas a Oaxaca y Chiapas, sur de México, frontera con Guatemala; los cargamentos dirigidos a Panamá y Costa Rica los entregaban en isla de Malpelo (Colombia), islas San José y San Miguel (en el archipiélago de Las Perlas) e isla de Coiba en Panamá.

Se logró documentar además que los cargamentos con el clorhidrato de cocaína que enviaban a México eran acondicionados en semisumergibles construidos en Colombia, en la región del municipio de Mosquera, Nariño.

Los navegables contaban con más de 15 metros de largo, cuatro motores fuera de borda de 75 HP, con capacidad de transportar hasta 2,5 toneladas, con una infraestructura tecnificada para soportar 9 y 11 días en el mar con cuatro o cinco tripulantes. Estos cargamentos, presuntamente, tenían como destino los carteles mexicanos Jalisco Nueva Generación y cartel del Pacífico (o Sinaloa).

En cuanto al tráfico hacia Panamá, presuntamente, eran recibidos por el coordinador internacional de la red, conocido con el alias de Beto, un ciudadano panameño con una trayectoria criminal de al menos 16 años.

Este hombre cuenta con una amplia trayectoria criminal en Panamá, ha sido procesado en tres investigaciones desde el año 2012 por los delitos de narcotráfico, asociación ilícita para delinquir y blanqueo de capitales.

Por parte de Panamá, el operativo se llevó a cabo en la provincia de Veraguas, donde fue capturado alias Beto y dos integrantes más, alias Noriel y Fautino; y en ciudad de Panamá fueron capturados otros cuatro, alias Arenas, Gamboa, Moreno y el colombiano Jahson Torres, para un total de siete en el vecino país.

Adicionalmente, la investigación en Colombia determinó las pruebas que configuraban el delito de testaferrato para algunos de los capturados, conllevando la extinción del derecho de dominio sobre 52 bienes muebles e inmuebles, avaluados en 30.665 millones de pesos aproximadamente, entre ellos se aplicó la medida a fincas de recreo, vehículos de lujo, una lancha de transporte público y caballos de paso fino colombiano.

La organización reclutaba a los tripulantes de los semisumergibles en Buenaventura, Cali y Tumaco, principalmente personas con conocimientos técnicos certificados como motoristas costaneros, marinero costanero de cubierta y mecánica, estas funciones estaban a cargo de alias Palillo y alias Eider, sujetos que ya en 2009 habían purgado condenas por narcotráfico en las mismas circunstancias.