:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/JJYW5IOBV5F3XCB2BUUVYEK4IE.jpg)
NACIÓN
¿Suicidio o asesinato? Las siete preguntas de Francisco Santos sobre la muerte del coronel Dávila, en medio del escándalo de las chuzadas
Francisco Santos, por medio de la red social Twitter, lanzó varios cuestionamientos al Gobierno nacional.
Encuentra aquí lo último en Semana
El poderoso salmo de la Biblia que cura enfermedades
El pasado viernes, 9 de junio, se confirmó la muerte repentina del coronel de la Policía Óscar Dávila Torres, uno de los investigados en medio del escándalo por el uso del polígrafo y llamadas chuzadas a Marelbys Meza, exniñera de la exjefa de gabinete del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia.
Su fallecimiento ha causado aún más revuelo, luego de que el ministro de Defensa, Iván Velásquez, asegurara que el coronel se suicidó y que no había dudas de ello.
“No existen realmente dudas, fue un suicidio”, sentenció el jefe de cartera, “y de eso hay certeza tanto del CTI como de la Sijín en las diligencias que practicaron en la noche de ayer. Inclusive, no solo las afirmaciones del subintendente que conducía el vehículo, sino también la confirmación que por las cámaras del sector pudieron hacer sobre la veracidad de estas afirmaciones”.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/NLLLCSYOQZC4FGIPKQS3FKYW5E.png)
Ante este lamentable hecho, el exvicepresidente de Colombia, Francisco Santos, por medio de la red social Twitter, lanzó varios cuestionamientos al Gobierno nacional, por las contundentes declaraciones a menos de un día de haber iniciado las investigaciones.
Santos señaló que, “no le corresponde al presidente hablar sobre una investigación”, esto teniendo en cuenta que en sus declaraciones a la opinión pública, ha asegurado que la causa de muerte de Dávila fue un suicidio.
Ahora bien, el exvicepresidente dio un parte de tranquilidad con respecto a quién está al frente de la investigación, pues explícitamente dijo: “afortunadamente investiga el CTI”.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/YWFBQGMRQBB6RJGFH5ZKD3AN4E.jpeg)
“¿Fueron uno o dos disparos?”. Por otro lado, Francisco Santos cuestionó los detalles revelados alrededor de la muerte del coronel, de acuerdo con la información que circula, no se tiene claro el número de impactos.
Otras de las preguntas que lanzó Santos es: “¿Qué clase de escolta deja el arma en el carro?”, “¿qué fue lo que le contó al abogado Miguel Ángel Del Río?”.
Asimismo, también dejó abierto el debate de qué razones tendría Óscar Dávila para acabar con su vida si –por ejemplo– días antes, había enviado a su familia a Europa y también manifestó su intención de colaborar con la Fiscalía, por el caso de las chuzadas y la exjefa del gabinete presidencial.
Detalles de la extraña muerte del coronel Óscar Dávila
El coronel Dávila Torres murió en las horas de la tarde en la calle 22 bis n.º 48-40, en el sector de Teusaquillo. En ese momento, según las primeras versiones, iba acompañado de su escolta, se detuvo en el carro y le pidió a su hombre de seguridad que le comprara una botella de agua. Al regresar, se encontró con el coronel sin vida por impacto de bala. Las primeras versiones hablan de un suicidio.
Dávila era nada menos que el jefe de la Sala de Anticipación, encargada de la seguridad del presidente Gustavo Petro, y habría sido quien, por órdenes superiores, debía recuperar el dinero de Sarabia a como diera lugar. Dispuso usar el polígrafo con la niñera Marelbys para determinar si ella se lo había robado.
La misteriosa Oficina de Anticipaciones, ubicada en el piso 13 del edificio de la Dian, a unos metros de la Casa de Nariño, que estaba a cargo del coronel Dávila, tiene equipos de inteligencia donados por un país extranjero que permiten el monitoreo de equipos de comunicaciones (como celulares) usando algoritmos que detectan palabras clave en la comunicación.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/VZDKLGPY65GPNBYEVNG52DKOXY.jpg)
Pero hay un asunto que llama la atención y no ha pasado desapercibido en la investigación que adelanta la Fiscalía. El coronel Dávila, antes de ser llamado para convertirse en uno de los hombres fundamentales en el esquema de seguridad de la Casa de Nariño, era el jefe de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), una serie de unidades de la Policía distribuidas en el país para la persecución de objetivos de alto valor.
Justamente, el Cicor n.º 6, con sede en Medellín, es el encargado de la persecución al Clan del Golfo en la región de Urabá, donde operaba Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, uno de los cabecillas de la organización criminal y heredero del otrora todopoderoso narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/4YJ2JIMIPNDNFC2TU53NTW7QVM.jpg)
A ese Cicor fue al que le habrían dado la orden, desde la Policía Judicial en Bogotá, de chuzar los teléfonos de las dos empleadas de Laura Sarabia, Marelbys Meza y otra llamada Fabiola.
Sin embargo, existe otro detalle de gran importancia. En la investigación que realiza la Fiscalía sobre los hechos y las incertidumbres que rodean estos casos en la Casa de Nariño, la información conocida por el coronel Dávila resultaba crucial. El propio coronel había enviado una carta al fiscal general, con fecha del 2 de junio de este año, en la cual manifestaba su disposición para participar en una entrevista o interrogatorio en el cual revelaría todo lo que sabe. Lamentablemente, debido a su fallecimiento, esa cita nunca se dio.