Pacto Histórico habla de persecución política tras fallo que le quitó curul al senador Alexander López; tendría plan B

La salida del Congreso del senador Alexander López se convirtió, sin duda, en una baja sensible para el Pacto Histórico, la coalición de gobierno que lidera el presidente Gustavo Petro.

El vallecaucano es de los gladiadores más fuertes y reconocidos de la Casa de Nariño en el Legislativo y, además, es una ficha clave del Polo Democrático, su partido político, junto con el senador Iván Cepeda.

López quedó fuera del Congreso tras un fallo del Consejo de Estado que tumbó su elección por doble militancia. El senador —según el máximo tribunal—, incurrió en doble militancia porque no respaldó para la Cámara de Representantes en Santander a quien apoyó su colectividad.

Aunque la justicia ya ha fallado en reiteradas oportunidades por el mismo tema, el Pacto Histórico tomó la decisión en contra de López como un ajuste de cuentas de la justicia en contra del petrismo.

“El Pacto Histórico enfrenta una arremetida jurídica y mediática nunca antes vista contra la organización política”, dijo Alfredo Mondragón, congresista del Valle del Cauca.

En ese marco —según él—, “se da la lamentable anulación de la elección del senador Alexander López”.

Mondragón dijo que espera que “el amplio espectro del progresismo no siga disperso y ensimismado en los egos de diferentes feudos partidarios por el poder de avales, y se atreva a unificar orgánicamente al Pacto para su funcionamiento, con procedimiento democrático para elección de candidaturas y defensa común de sus dirigentes y el proyecto”.

Por su parte, la senadora Clara López expresó: “Toda mi solidaridad, admiración y respaldo por sus tenaces luchas en el Congreso”, dijo.

Y agregó: “La persecución política a los dirigentes del Pacto Histórico debe cesar”.

La izquierda argumenta que tiene razones de peso para considerar que la persiguen. Habla, por ejemplo, de la pérdida de la curul de Roy Barreras cuando él era presidente del Senado. La decisión de la Sección Quinta del Consejo de Estado también se argumentó por doble militancia y ocurrió cuando el hoy embajador de Colombia en el Reino Unido era un hombre clave en el tránsito de las reformas estructurales del gobierno de Gustavo Petro en el Congreso.

Además, días atrás, este tribunal había dejado sin piso la elección de César Pachón, un líder petrista de Boyacá.

La senadora del Pacto Histórico María José Pizarro ha insistido en desaparecer el Pacto Histórico como coalición y convertirlo en una sola casa política, pero su propuesta no ha tenido mayor eco, especialmente por algunos líderes del Mais y el Polo Democrático Alternativo, que no lograron ponerse de acuerdo para el otorgamiento de avales en las elecciones regionales de octubre de 2023.

¿Quién mandaría en el eventual partido?, ¿cómo se elegiría al director?, ¿qué partidos quedarían con más poder?, ¿las casas políticas grandes de la izquierda terminarían por desplazar a las más pequeñas?, son las preguntas que varios dirigentes de izquierda se han planteado y que los llevan a descartar la unificación.

Como si fuera poco, cada colectividad que hace parte del Pacto Histórico recibe sus recursos económicos para su financiación y tiene sus propios liderazgos, que no están dispuestos a sacrificarse en un solo partido político.

Por ahora, el tema solo es una propuesta, pero serán las elecciones presidenciales del 2026 las que lleven a la convergencia política a tomar una decisión frente a su futuro.