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El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa reiteró que seguirá trabajando por una "Colombia más próspera", luego de la victoria electoral de Gustavo Petro. Foto: montaje SEMANA.
El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa le advirtió al presidente Gustavo Petro que los resultados del plebiscito en Chile deben ser una señal de alerta para él. | Foto: Foto: montaje SEMANA.

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Resultados en Chile “anticipan lo que le ocurrirá a quienes, como Petro, crecen con propuestas facilistas”: Peñalosa

El exalcalde de Bogotá le pidió al presidente de todos los colombianos que “tome nota” de lo sucedido en Chile.

5 de septiembre de 2022

El pueblo de Chile habló. Tras la jornada electoral de este domingo para participar del plebiscito que modificaría la Constitución Política de este país, los chilenos le dijeron no al cambio y rechazaron el texto de la que iba a hacer la nueva carta magna del país austral.

Con el 95 % de las mesas escrutadas hasta el momento, el ‘Rechazo’ se lleva 7.563.786 votos, equivalentes al 61,92 %, sobre los 4.651.092 votos del ‘Apruebo’ (38,08%). Una derrota abrumadora.

Tras conocerse los resultados, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, lamentó lo sucedido y aseguró que “revivió Pinochet”. Así mismo, el primer mandatario señaló que “solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”.

Luego del pronunciamiento del jefe de Estado, el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, salió a cuestionar lo dicho por Petro y le advirtió que lo sucedido en Chile debe ser una especie de campanazo para él en Colombia.

Urgente: Chile rechaza la constitución propuesta por Boric

En un primer momento, Peñalosa comentó que el resultado en Chile “le dolió a Petro” y a renglón seguido indicó: “A Petro le preocupa el voto del pueblo chileno, porque anticipa lo que ocurrirá a los que, como él, se crecen con base en odio y en promesas que no se pueden cumplir. Para mejorar la vida de nuestros ciudadanos más necesitados, se requiere buena gerencia pública e inversión privada”.

Anteriormente, el exalcalde de Bogotá afirmó que a la Constitución de izquierda, “se llegó por revueltas y protestas de quienes creyeron inicialmente en las promesas populistas”. Y agregó: “Los políticos promeseros que hablan bien entusiasman inicialmente, pero después desilusionan.”

Posteriormente, el exmandatario local señaló que “en Chile hoy tienen mucho más claro que los países no resuelven sus problemas con promesas facilistas, progresan solamente con buena gerencia, creando condiciones favorables a la inversión privada, incluyendo la minería responsable, cumpliendo la Ley”.

En ese sentido, Peñalosa también le mandó un claro mensaje al presidente Petro: “que tome nota”, le recomendó al jefe de Estado.

La afinidad que tiene el presidente colombiano con el mandatario de Chile, Gabriel Boric es de tal nivel que se convirtió en el primer mandatario que recibió en la Casa de Nariño el pasado 8 de agosto, un día después de su posesión como jefe de Estado, allí se habló de la política de paz total del Pacto Histórico, el fortalecimiento de relaciones binacionales y temas relacionados con la seguridad.

Gabriel Boric fue elegido presidente de Chile tras una ola de descontento en ese país. Con el mandatario la nación giró a la izquierda de un solo timonazo. Perteneciente a los movimientos estudiantiles, Boric llegó como la gran ilusión de un sector de la población. Sin embargo, su gestión ha estado empañada de fracasos y estaría a punto de cosechar el mayor de todos: el rechazo a la nueva constitución política, su principal bandera.

El proceso constituyente comprende muchas aristas. La actual carta magna fue aprobada en 1980, cuando mandaba Augusto Pinochet. Desde entonces, el texto ha sido reformado más de 60 veces, y, actualmente, aparece firmada por el expresidente Ricardo Lagos Escobar. No obstante, tumbarla trae consigo un gran simbolismo y, por eso, se dice que es la elección más importante desde la dictadura.

Trascendió, que la constitución chilena es totalmente distinta a la conformada por Pinochet. Pero en 2019, cuando el estallido social se tomó las calles, la principal demanda de los manifestantes fue que la nación pudiera construir una nueva carta magna que no fuera heredada de sus tiempos más oscuros.

Boric y sus allegados se la jugaron por apoyar la nueva propuesta constitucional, a pesar de que la ley le exigía al presidente guardar distancia y no gastar recursos públicos en promover solo el voto por el sí. Tenía sentido que el mandatario apoyara la constitución, con la que está de acuerdo. El problema es que con la posible derrota del texto en las urnas el presidente tendrá un nuevo revés.