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Científicos se sorprenden con hallazgo del cráter más grande de la Luna: “Nuestro trabajo desafía muchas de las ideas existentes”

Científicos descubren en el cráter más grande de la Luna evidencias que desafían teorías sobre su formación.

Redacción Tecnología
10 de diciembre de 2024
El impacto que formó el cráter más grande de la Luna fue más vertical de lo que se pensaba, según un nuevo estudio.
Investigadores encuentran en el Mare Imbrium restos que podrían provenir del manto lunar, un hallazgo revolucionario. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Científicos de la Universidad de Maryland hicieron un descubrimiento sorprendente que desafía lo que se sabía hasta ahora sobre la historia temprana de la Luna. Su investigación, publicada en la revista Earth and Planetary Science Letters, señala que el impacto que formó el cráter Aitken del Polo Sur, el más grande y antiguo de la Luna, no ocurrió como se pensaba anteriormente.

Este hallazgo no solo cambia la comprensión de la Luna, sino que también tiene grandes implicaciones para las futuras misiones Artemisa, que planean regresar a la superficie lunar.

Un cráter mucho más redondo de lo esperado

Durante años, los científicos habían considerado que el cráter Aitken, una gigantesca depresión lunar de más de 4.000 millones de años, había sido causado por un objeto que impactó la Luna de manera poco profunda, creando un cráter en forma de óvalo.

Sin embargo, el nuevo estudio liderado por el Dr. Hannes Bernhardt sugiere que el impacto fue mucho más directo, lo que habría creado un cráter de forma más circular. Este descubrimiento no solo contradice la visión tradicional sobre la formación del cráter, sino que también cambia la manera en que los científicos interpretan la distribución de los materiales en la superficie lunar.

De acuerdo con Bernhardt: “Nuestro trabajo desafía muchas de las ideas existentes sobre cómo se produjo este impacto masivo y se distribuyeron los materiales, pero ahora estamos un paso más cerca de comprender mejor la historia temprana de la Luna y su evolución a lo largo del tiempo”.

La Luna Miranda de Urano podría contener un océano subterráneo.
Científicos descubren que el cráter Aitken es más circular, lo que sugiere un impacto más vertical y directo. | Foto: Getty Images

“Es un desafío estudiar la cuenca del Polo Sur-Aitken de manera holística debido a su enorme tamaño, por lo que los científicos aún están tratando de comprender su forma y tamaño. Además, han pasado cuatro mil millones de años desde que se formó originalmente la cuenca y muchos otros impactos han oscurecido su apariencia original”, explicó Bernhardt.

A través de un análisis detallado, el equipo utilizó los datos de alta resolución proporcionados por el Lunar Reconnaissance Orbiter de la Nasa, una sonda que ha permitido a los científicos observar la superficie lunar con una precisión sin precedentes.

Un impacto vertical: nuevas perspectivas sobre la composición lunar

El equipo de investigadores identificó más de 200 formaciones montañosas esparcidas por la cuenca del cráter, las cuales sugieren que los restos del impacto original fueron distribuidos de manera diferente a lo que se pensaba.

En lugar de una distribución dispersa, los escombros podrían estar más uniformemente esparcidos, lo que indica que el impacto fue mucho más vertical de lo que se había imaginado.

“Este impacto circular implica que los escombros del impacto están distribuidos de manera más uniforme a su alrededor de lo que se pensaba originalmente, lo que significa que los astronautas de Artemis o los robots en la región del Polo Sur podrían estudiar de cerca las rocas de las profundidades del manto o la corteza de la Luna, materiales a los que normalmente es imposible para nosotros acceder”, señala Bernhardt.

Los investigadores identificaron montañas relacionadas con el borde del cráter (triángulos) y aquellas que mejor se ajustaban a su forma (círculos) en su mapa.
El mapa del equipo muestra cómo las características de las montañas se relacionan con el borde del cráter (triángulos) y su forma (círculos). | Foto: imagen tomada de cmns

Este cambio en la dirección del impacto tiene implicaciones significativas, ya que podría permitir el acceso a materiales lunares más profundos, como las rocas del manto y la corteza, a través de futuras misiones Artemis.

“Una forma más redondeada y circular indica que un objeto golpeó la superficie de la Luna en un ángulo más vertical, posiblemente similar a la caída de una roca directamente al suelo”, explicó Bernhardt. Esto no solo abre nuevas posibilidades para la investigación lunar, sino que también aumenta las expectativas sobre lo que las futuras misiones a la Luna podrían encontrar en el Polo Sur.

Implicaciones para las futuras misiones artemisa

Este descubrimiento tiene implicaciones directas para las próximas misiones Artemisa, que buscan aterrizar en el Polo Sur lunar. La presencia de rocas del manto lunar, materiales que normalmente no están disponibles para los científicos, podría ofrecer una visión única sobre la historia de la Luna y, por ende, sobre la formación del sistema solar.

Recientemente, el róver Chandrayaan 3 de la India detectó minerales que sugieren restos de impactos provenientes del manto lunar cerca del Polo Sur, lo que respalda la teoría de un impacto más vertical.

Bernhardt subraya que el trabajo de su equipo no solo proporciona nuevos conocimientos sobre la geología lunar, sino que también será fundamental para la planificación de futuras misiones. “Los astronautas que exploren el Polo Sur lunar podrían tener un acceso más fácil a materiales lunares antiguos que podrían ayudarnos a entender cómo se formaron la Luna y nuestro sistema solar”, concluyó.

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