Tecnología
La sofisticada estafa que podría dejarlo sin dinero con solo hacer clic en un enlace
En muchos casos, sin percatarse, es el propio usuario quien termina proporcionando estas credenciales al ingresar en portales fraudulentos que imitan a la perfección sitios legítimos.
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Con la creciente dependencia de las herramientas digitales, la navegación diaria por Internet se ha convertido en una actividad casi automática para la mayoría de las personas. Ya sea para consultar información, gestionar trámites o realizar compras en línea, los usuarios interactúan constantemente con plataformas y servicios digitales.
Sin embargo, este entorno también abre la puerta a múltiples métodos de engaño creados por ciberdelincuentes, quienes buscan apropiarse de datos sensibles, como información financiera o personal. En muchos casos, sin percatarse, es el propio usuario quien termina proporcionando estas credenciales al ingresar en portales fraudulentos que imitan a la perfección sitios legítimos, permitiendo que los datos caigan en manos de los atacantes.
Aunque el phishing tradicional ha sido ampliamente documentado, continúa siendo una de las tácticas de fraude más efectivas gracias a su capacidad de adaptación. En la actualidad, esta modalidad ha evolucionado hacia variantes más sofisticadas, como el spear phishing, que ajusta cada mensaje a la víctima específica, o el smishing, que recurre a mensajes de texto para inducir a hacer clic en enlaces maliciosos.
A ello se suma el uso de inteligencia artificial (IA), que permite a los delincuentes replicar el estilo de escritura de contactos reales, aumentando la credibilidad de los mensajes y complicando la identificación de lo que es auténtico frente a lo que no lo es.

De acuerdo con expertos de la empresa de ciberseguridad, ESET, en conversación con El Comercio, “hoy existen múltiples mecanismos de protección —como aislamiento de procesos, verificación de certificados y políticas de contenido— que reducen significativamente el riesgo de que un sitio web ejecute código malicioso sin interacción del usuario”.
En este contexto, la compañía de software McAfee señala que un enlace de riesgo es cualquier hipervínculo que conduce a un sitio no deseado y potencialmente peligroso. Estas páginas suelen estar diseñadas para engañar a los visitantes mediante formularios falsos o descargas maliciosas, con el fin de obtener información personal o instalar archivos dañinos en los dispositivos.
Aunque los correos electrónicos y mensajes de phishing son las vías más comunes, este tipo de enlaces también puede aparecer en redes sociales, comentarios de usuarios o portales poco confiables.
Los ciberdelincuentes utilizan estos enlaces maliciosos para ejecutar diversas tácticas de fraude. Con tan solo un clic, el usuario puede terminar en una página de inicio de sesión falsificada, donde acaba entregando sus credenciales sin darse cuenta. Este método les permite acceder a cuentas bancarias o plataformas de compras, realizar operaciones en nombre de la víctima o incluso robar información personal sensible asociada a esos perfiles.

Cuando un enlace riesgoso descarga un virus o malware, las consecuencias pueden ser graves. Algunos programas dañinos bloquean o ralentizan el dispositivo, mientras que otros están diseñados para espiar, registrar pulsaciones o integrar el equipo en redes de bots.
En el caso de los móviles, el malware puede comprometer la privacidad del usuario y poner en riesgo todos los datos almacenados, desde archivos personales hasta información bancaria.


