Lo que nunca debe hacer con el cable de su cargador o dejará de funcionar

Los cargadores son herramientas indispensables para mantener el funcionamiento de los dispositivos electrónicos. Sin embargo, un uso inadecuado puede causar daños irreversibles, no solo al cable, sino también al dispositivo conectado. Adoptar medidas preventivas y evitar ciertos errores es crucial para garantizar la durabilidad y seguridad de estos accesorios.

Desconectar tirando del cable: un error frecuente

Uno de los errores más comunes al utilizar cargadores es desconectarlos o tirar directamente del cable en lugar de hacerlo desde el conector. Esta práctica genera tensión en las conexiones internas del cable y del dispositivo, lo que puede causar fallas irreparables.

Apple advierte que usar cables dañados no solo afecta el rendimiento, sino que también puede provocar riesgos importantes, como incendios, descargas eléctricas y daños al equipo. Además, un cable en mal estado suele disminuir la velocidad de carga o producir cortes intermitentes en la transmisión de energía.

La forma correcta de desconectar un cargador es sostener el conector y retirarlo con cuidado. Este simple cambio puede prevenir daños significativos y prolongar la vida útil del accesorio.

Los riesgos de utilizar cargadores en ambientes húmedos

La humedad es uno de los factores que más compromete la seguridad de los cargadores. Utilizarlos en lugares como baños o cocinas puede aumentar el riesgo de descargas eléctricas y daños en los componentes.

Apple recomienda evitar el uso de cargadores cerca de fregaderos, bañeras o regaderas. Manipularlos con las manos húmedas también representa un peligro considerable, ya que el contacto entre la electricidad y el agua puede generar accidentes graves.

Para garantizar un uso seguro, es importante mantener los cargadores en lugares secos y alejados de fuentes de humedad. Si el accesorio ha estado en contacto con agua, debe secarse completamente antes de conectarlo nuevamente.

Identificar señales de desgaste en el cable

Los cables de cargadores pueden presentar daños que no siempre son evidentes a primera vista. Algunas señales de deterioro incluyen:

• Roturas o grietas visibles en el revestimiento. La exposición de los cables internos aumenta el riesgo de cortocircuitos.
• Calentamiento excesivo. Un cable que se calienta más de lo habitual podría estar presentando fallas internas.
• Carga intermitente. Si la conexión deja de ser estable al mover el cable, es posible que existan problemas en las uniones internas.

Cuando se detecten estos problemas, lo más seguro es reemplazar el cable. Ignorar estas señales puede provocar daños al dispositivo o accidentes mayores.

Recomendaciones para un uso adecuado

Para mantener en buen estado los cargadores y cables, es fundamental seguir algunas prácticas básicas:

• Enrollar correctamente el cable. Evitar doblarlo de forma abrupta o ajustarlo con demasiada fuerza al almacenarlo.
• Revisar periódicamente su estado. Realizar inspecciones regulares para identificar posibles daños.
• Mantenerlo alejado de la humedad. Evitar su uso en lugares húmedos y asegurarse de que tanto el cargador como las manos estén secas al manipularlo.
• Optar por accesorios originales o de alta calidad. Los cargadores genéricos pueden no cumplir con los estándares de seguridad necesarios.