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Mario Vargas Llosa | Foto: Guillermo Torres

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'La fiesta del chivo' de Mario Vargas Llosa entrevista SEMANA

En su más reciente novela, 'La fiesta del chivo', Mario Vargas Llosa explora la dictadura de Leonidas Trujillo.

11 de octubre de 1999

Uno de los invitados de honor al Festival Internacional de Arte de Cali es el escritor Mario Vargas Llosa, quien recibió el premio Jorge Isaacs al mérito literario. Con motivo de su visita al país SEMANA habló con él.

Semana: Se sabe que desde hace varios años viene trabajando en un nuevo libro, ¿cuándo espera publicarlo?
Mario Vargas Llosa: El libro va bastante bien, es una novela. Llevo casi tres años trabajando en ella y con un poco de suerte espero terminarla este año. Se llamará La fiesta del chivo, está situada en la República Dominicana, principalmente en 1961, y está relacionada con la conspiración para matar a Trujillo y los acontecimientos que siguieron a la muerte del dictador.

Semana: ¿Por qué escogió como título ‘La fiesta del chivo‘?
M.V.Ll.: El título se debe a que Trujillo tenía muchos sobrenombres y uno de ellos era justamente ‘El Chivo‘ que, entre otras cosas, es el plato nacional dominicano. También es un símbolo sexual, y a él le gustaba que le dijeran así porque se sentía como el gran macho.

Semana: ¿Por qué quiso trabajar este tipo de historias que parecían liquidadas con ‘El otoño del patriarca‘?
M.V.Ll.: Lo que sucede es que por desgracia el tema de las dictaduras sigue siendo de actualidad en América Latina. En algunos casos como realidad y en otros como amenaza. Esta es una historia que a mí me daba vueltas desde 1975 cuando pasé algunos meses en República Dominicana. Ahí yo leí muchas cosas sobre Trujillo, escuché muchos testimonios, y eso me sugirió el tema de la novela que ya lleva más de 20 años de gestación. En estos últimos años han aparecido muchos libros, testimonios, memorias, ha habido muchos documentos que el Departamento de Estado de Estados Unidos por fin ha hecho públicos. El
material es muy rico, he tenido el problema de la abundancia.

Semana: Usted siempre ha insistido en que escribir no es el resultado de la inspiración sino del trabajo. ¿Todavía piensa igual?
M.V.Ll.: Para mí escribir es un trabajo apasionante que me exige una disciplina, una terquedad. Quiero dejar claro que no tengo facilidad para escribir y con los años en lugar de parecerme más fácil me resulta más difícil. Cuando publico un libro puedo asegurar que cada frase ha sido hecha y rehecha muchas veces. Lo que más trabajo me cuesta, lo que me resulta menos grato, es la primera versión: esa lucha contra el papel en blanco es algo ingrato.

Semana: ¿Cómo ve la literatura latinoamericana en la actualidad?
M.V.Ll.: Goza de gran vitalidad, creo que eso es un síntoma de que las cosas no van muy bien. Cuando la literatura suele ir bien las cosas suelen ir mal, y viceversa. Para mí se prueba una vez más que la literatura es una compensación, como una alternativa a una realidad histórica y social.

Semana: ¿Cómo ve el futuro político de América Latina?
M.V.Ll.: Con cierta inquietud. Hace algunos años había esperanzas, parecía que se enraizaba la democracia, que además se modernizaban las ideas, pero desgraciadamente ese panorama ha cambiado. En algunos países las democracias han colapsado o parecen a punto de derrumbarse. Hay una situación económica muy mala, los regímenes democráticos están muy afectados por problemas de corrupción, de guerrilla, de terrorismo, de narcotráfico y todo eso crea un descontento. Primero que todo hay que acabar la corrupción porque eso desmoraliza a la sociedad.

Semana: ¿Y cómo ve la situación en Colombia?
M.V.Ll.: Hay un aspecto positivo. A pesar de que vive problemas tan enormes como los de la guerrilla, el narcotráfico, es un país que mantiene una legalidad democrática, eso es muy valioso. Hay que exhortar a los colombianos a que sigan en esa línea. Lo peor para un país siempre será la dictadura. Hay gente ingenua que
piensa que un hombre fuerte que saca los tanques a la calle para dar orden a sangre y fuego es la solución, y esa nunca ha sido ni será la solución en América Latina.

Semana: ¿Se ha vuelto a tentar por la política?
M.V.Ll.: No, eso fue una experiencia única que no quiero repetir. Soy un escritor, soy un intelectual y, desde luego, participo activamente en la sociedad pero no voy a abandonar la literatura nunca más.

Semana: ¿Con cuál de sus novelas se quedaría?
M.V.Ll.: Eso es algo muy difícil, todas son una experiencia especial y a todas les tengo mucha solidaridad. Pero elegiría las que más trabajo me han costado: La guerra del fin del mundo, Conversaciones en la catedral y La fiesta del chivo, que ya me sacó todas las canas que me quedaban por salir.

Proartes en el Festival Internacional de Arte de Cali

La presencia de Mario Vargas Llosa no será la única atracción de la novena versión del Festival Internacional de Arte de Cali, que se extenderá desde el 15 hasta el 25 de septiembre. Bajo el tema ‘Alas de esperanza‘ se reunirán escritores como el argentino Mempo Giardinelli, los mexicanos Juan Villoro y Hernán Lara, el venezolano José Balza, el brasileño Silvano Santiago y los uruguayos Rafael Courtoisie y Fernando Butazzoni, además de los poetas colombianos Rogelio Echavarría, Giovanni Quessep, Darío Jaramillo, Juan Gustavo Cobo, William Ospina, Jotamario Arbeláez y Juan Manuel Roca, entre otros. El festival, como lo ha hecho en sus versiones anteriores, también ofrecerá danza, obras de teatro, encabezadas por el grupo La Candelaria de Bogotá y el TEC de Enrique Buenaventura, y exposiciones de pintura, fotografía y escultura.

De igual forma, Proartes entregará reconocimientos a quienes se desempeñan en diferentes campos culturales. En literatura se dará un galardón a Mario Rivero, en artes plásticas a Lucy Tejada, en teatro a Santiago García, en música a Marta Senn, en culturas populares a Leonor González Mina, en promoción cultural a Gloria Palomino, en cine a Víctor Gaviria, en crítica de arte a Eduardo Serrano, y un reconocimiento especial a Edgar Negret por toda una vida dedicada al arte.