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Recomendación de películas en streaming sobre arte y artistas

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Cine en streaming: películas sobre el arte y los artistas

Los recomendados de esta semana: dos documentales y dos películas de ficción que examinan artistas diversos y el mundo donde se inserta su trabajo.

Manuel Kalmanovitz G.
27 de junio de 2020

Never Look Away: *** (Buena)

Director: Florian Henckel von Donnersmarck País: Alemania

Año: 2018 Duración: 189 min Disponible en: iTunes/Google Play/ HBO Go

La idea del artista como un ser que se enfrenta a su tiempo y que logra encontrar algo de claridad en el caos del presente es central en este drama del director de La vida de los otros. Como en su película de 2007, hay un gran interés en pensar lo macro reflejado en lo micro, detallando la manera en que políticas y situaciones históricas aterrizan en las vidas individuales. Un artista, inspirado en el pintor Gerhard Richter, pasa su infancia en la Alemania nazi y parte de su juventud en la comunista hasta que emigra a la Occidental, siguiendo tanto sus preguntas estéticas como su relación romántica con la hija de un poderoso médico que ha logrado sobreaguar los cambios políticos. Más que una revisión crítica de las dinámicas del arte, es un esfuerzo por mostrar cómo las búsquedas internas y personales se pueden alinear con el éxito comercial y el reconocimiento institucional.

The Price of Everything: *** (Buena)

Director: Nathaniel Kahn País: Estados Unidos Año: 2018

Duración: 98 min Disponible en: HBO Go

El mismo Gerhard Richter aparece brevemente en este documental, aunque no hablando de sus intereses personales, sino de lo incómodo que le resulta que una de sus pinturas cueste tanto como una casa. La película está estructurada alrededor de una gran subasta de arte contemporáneo en Nueva York, empezando semanas antes para seguir a algunos de los personajes interesados: empleados de la casa de subastas, artistas que venden obras por sumas millonarias y no tan millonarias, coleccionistas que las compran e intercambian, críticos e historiadores que hacen un esfuerzo por pensar cómo pueden convivir los aspectos creativos que mueven a los artistas con el frenesí inversionista. El resultado es una radiografía con momentos cómicos y absurdos de un sistema interesado sobre todo en cuestiones monetarias, que utiliza la retórica nebulosa de la innovación y la excelencia artística para justificar unos precios exorbitantes.

Laerte-se: *** ½ (Muy buena)

Director: Eliane Brum y Lygia Barbosa da Silva País: Brasil

Año: 2017 Duración: 100 min Disponible en: Netflix

El personaje central de este documental brasileño es la caricaturista Laerte, que a los 60 años decide dejar de vivir como hombre para vivir como mujer. No he visto muchas películas con un personaje central así de dispuesto a pensarse en voz alta, que se haga tantas preguntas tan iluminadoras sobre su vida en cámara. Acá el arte funciona como acompañante de ese profundo cuestionamiento existencial que desembocó en su cambio de género y que sigue resonando en cuestiones pequeñas (qué vestido usar), medianas (ponerse implantes o no) y grandes (los conflictos internos en el movimiento LGBTI). Todo el universo social en el que existe Laerte, sus padres, hijos, nietos y amigos, aparece de ladito, sin ser entrevistados, para darles espacio a unas charlas a veces muy fluidas y otras menos sobre esta mujer y sus cavilaciones que también se han convertido en materia prima para sus dibujos y tiras cómicas.

The Souvenir: **** (Excelente)

Director: Joanna Hogg País: Inglaterra Año: 2019

Duración: 119 min Disponible en: iTunes/Movistar Play

Esta película inglesa, ganadora de un premio en Sundance, hace un retrato matizado y distante de la relación entre una estudiante de cine insegura de clase alta y un tipo imprevisible pero elegante que trabaja en la Cancillería. Basada en un episodio autobiográfico de su directora, tiene lugar a comienzos de los ochenta, cuando los conflictos en Irlanda llegaban a un punto álgido, y sigue la evolución de su protagonista tanto en el ámbito personal como artístico (comienza queriendo hacer una película sobre una familia trabajadora en el puerto de Sunderland y termina haciendo algo mucho más cercano a su experiencia, con mujeres elaboradamente peinadas recitando poesía). El cine de Hogg es un cine de elipsis y fragmentos, que se niega a llevar al espectador de la mano y le ofrece unas pocas piezas aparentemente neutras de un rompecabezas para dejarle la tarea de pensarlas y recomponerlas, en un ejercicio no tan fácil pero sí muy gratificante.