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La batalla por el mercado de datos móviles

Los colombianos hablan cada vez menos, pero consumen cada vez más internet y video en el teléfono móvil. Solo en el mes del Mundial aumentará 30 por ciento su consumo de datos. Esto ha desatado una nueva guerra por la participación en este jugoso mercado.

30 de junio de 2018

El mercado colombiano pide datos a gritos. Los jóvenes hacen pocas llamadas y la mayor parte del tiempo que los usuarios dedican al teléfono corresponde a actividades en línea, como escuchar música, ver los partidos y participar en las redes sociales. Por eso los operadores de telecomunicaciones desataron una competencia por cubrir esa demanda, retener a sus clientes y poner al país de lleno en la era de la banda ancha móvil.

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En abril de este año, los operadores más grandes comenzaron a desplegar la tecnología 4.5 G, para satisfacer el voraz apetito de datos del público. Claro ya tiene 199 municipios, entre ellos 24 capitales, en los que en alguna zona se puede navegar a la impresionante velocidad de 280 megabits por segundo. Movistar instaló su red 4.5 G en 128 municipios, completará 162 al terminar el año y en 2018 habrá mejorado la cobertura 4G actual a 4.5 G. TigoUne por ahora está apenas en Bogotá, pero ya comenzó a desplegar el servicio en otras ciudades del país.

La tecnología 4.5 G deja atrás a las actuales redes de cuarta generación. Técnicamente se conoce como LTE-Advanced y mejora la velocidad de la transmisión de datos, lo que permite al usuario disfrutar con fluidez el streaming de video y audio, es decir, películas o música en línea, los servicios más populares en el mundo. Conectarse a redes 4.5 no requiere cambiar la sim card ni contratar un paquete nuevo con el operador móvil, pero el usuario debe disponer de un teléfono capaz para este tipo de redes. De momento, en el país solo pueden hacerlo los poseedores de Samsung Galaxy S8, S9 y Note 8; iPhone 6s, 7, 8 y X; los teléfonos Sony XZ, XZ1, XA1, XA1 Ultra, XA1 Plus; y los Huawei Mate 10 Pro y P20.

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Los nuevos hábitos de entretenimiento exigen cada vez más ancho de banda móvil. Un cálculo de TigoUne indica que ver un partido de la Copa Mundial requiere entre 1.200 y 1.400 megabits en un teléfono con imagen de alta calidad. Si lo recibe en baja resolución, consumirá entre 600 y 700 megas. TigoUne estima que el consumo de datos en el mes del Mundial aumenta en el país alrededor del 30 por ciento.

En la guerra de los datos compiten empresas de todos los tamaños, lo que beneficia finalmente a los consumidores.Los clientes de Telefónica Movistar gastan la mayoría de su plan de datos en las redes sociales. Según cifras de la compañía, sus clientes consumen en promedio 3 gigas mensuales, y lo hacen, en su orden, en Facebook, YouTube, navegación web, WhatsApp e Instagram. En el caso de Claro, sus clientes gastan los datos así: 33 por ciento usan el móvil para streaming de audio, 32 por ciento en navegación web, 24 por ciento en aplicaciones de video.

Avantel tiene la política más agresiva en cuanto a datos. Actualmente ofrece un plan que brinda 30 gigas por 60.000 pesos, uno de los paquetes con mayor capacidad de datos en el mercado. Y se ha beneficiado más que ningún otro de la portabilidad numérica, ya que recibió el año pasado 159.000 usuarios provenientes de otros operadores. En una reciente medición de calidad realizada por la Comisión de Regulación de las Comunicaciones, Avantel registró el mejor desempeño en velocidad de internet y registra la carga más rápida de páginas web, por encima de los operadores dominantes del mercado. La compañía dijo recientemente que su estrategia de planes con altas capacidades en datos 4G a precios asequibles le ha permitido “posicionarse como el líder de portabilidad numérica para clientes pospago en Colombia por 10 meses consecutivos, según cifras del MinTIC”.

En un escenario en el que reinan los datos, los servicios de voz decrecen rápidamente. “El diferencial más importante hoy día es la capacidad de datos”, afirma Felipe Cucalón, chief resources officer de Telefónica Movistar Colombia. La voz pierde importancia en los servicios de telecomunicaciones, especialmente en los públicos jóvenes. Las personas entre 18 y 25 años utilizan la mensajería instantánea para voz. A partir de esa edad, las llamadas siguen siendo un elemento crucial, informa José Luis Gómez, director de Innovación de Claro.

Actualmente las compañías ofrecen llamadas ilimitadas a cualquier operador móvil o fijo. Se diferencian en los planes de datos y el empaquetamiento de servicios adicionales, como video y música por demanda, redes sociales gratis después de terminarse el plan de datos y otras ventajas.

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Pero la voz, no obstante, sigue vigente. De hecho, Movistar explota su servicio de voz sobre LTE, que permite conversaciones en alta calidad de sonido, muy superiores a la voz tradicional de cualquier llamada. Y los colombianos usan el teléfono más que, por ejemplo, los europeos. Los alemanes y los españoles utilizan su smartphone entre 100 y 110 minutos al día, mientras que los colombianos lo hacen entre 160 y 170 minutos diarios.

El reino del prepago

Con tanta afición por los datos, es curioso que Colombia siga siendo el país del prepago. El 80 por ciento de los usuarios de telefonía móvil tienen esa modalidad, mientras que en Estados Unidos, para citar un ejemplo, el prepago constituye apenas el 15 por ciento del mercado. La explicación está en la forma en que ingresa el dinero al bolsillo de los colombianos.

Las personas prefieren no comprometerse con un contrato fijo con un operador, sino que gastan en telefonía de la misma manera en que consiguen su plata a diario. Ni siquiera los planes pospago cada vez más atractivos han podido revertir esa tendencia. Pero Felipe Cucalón, de Telefónica Movistar, advierte que no es posible seguir subestimando al usuario prepago. “Nosotros tenemos clientes en prepago que recargan hasta 300.000 pesos mensuales, una suma superior a nuestro plan pospago más alto”, dice el ejecutivo. De hecho, los colombianos recargan al menudeo con una frecuencia alta: 2.000 pesos cada dos días. La baja tasa de bancarización también incide en el auge del modelo prepago, según explica José Luis Gómez, de Claro.

Además, los operadores de telecomunicaciones tendrán su nuevo negocio jugoso en el llamado Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Este concepto abarca el ecosistema de dispositivos electrónicos conectados a la red. Se trata de electrodomésticos, rastreadores de niños y mascotas, GPS, datáfonos, sensores y una cantidad enorme de aparatos que usan las redes móviles para recibir y brindar información. Telefónica Movistar tiene 500.000 dispositivos de estos conectados en el país.

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En Colombia estas tecnologías empiezan a ganar popularidad entre las empresas. Un fondo privado de pensiones utiliza la solución de Telefónica para administrar la fuerza de ventas mediante georreferenciación, para optimizar y ganar eficiencia en las rutas del personal. Celotor, una compañía del sector de agricultura y ganadería, usa sensores de Claro que avisan cuándo un toro monta a una vaca en celo, de tal modo que el inseminador pueda iniciar el proceso reproductivo. Las probabilidades de fecundación se duplicaron con esta tecnología.

En la medida en que la autopista de la información se ha ampliado, los colombianos se volcaron a la vida digital. La penetración de internet es del 61,4 por ciento, con 30,3 millones de conexiones, según el más reciente reporte del MinTic. De ellas, los colombianos realizan 14,1 millones a diario desde planes prepago en teléfono móviles. Todavía hablan por teléfono, desde luego, y todavía quedan 6,9 millones de líneas fijas en los hogares. Toda una paradoja.