Estas son las razones por las que Uber Eats se va de Colombia

Cuando menos se esperaba, Uber Eats anunció que la plataforma ya no estará disponible más en Colombia a partir del 22 de noviembre.

En la información suministrada por la compañía dejaron ver cierta nostalgia por despedirse del país al que llegaron en diciembre del 2016. También manifestaron preocupación por el impacto en restaurantes asociados, socios repartidores y usuarios.

Las razones de la partida de Uber Eats de Colombia tienen una clara conexión con la pandemia. La actividad de los restaurantes y demás sitios de servicios que tienen que ver con la tarea de esta plataforma, está afectada por las medidas restrictivas y la crisis que ha desatado la emergencia sanitaria.

No obstante, dijeron que su intención es “redirigir e invertir recursos en otros mercados”.

Sustentaron, sin embargo, que “Latinoamérica sigue siendo una fuente fundamental de crecimiento y oportunidades para Uber Eats a nivel global”, lo que deja ver que volverían a poner sus inversiones en estos países cuando pase el coletazo de la crisis.

En el país seguirán con las opciones de movilidad que tiene la empresa. Continuarán presentes con “Cornershop a través de la app de Uber y a Uber Flash para el envío de paquetes”.

Sus cifras no andan bien

Uber había tomado ya la decisión de suspender su servicio de reparto de comida Uber Eats en siete mercados, a partir de junio.

A partir del 4 de junio pasado, la compañía suspendió de su servicio de delivery en República Checa, Egipto, Honduras, Rumania, Arabia Saudita, Ucrania y Uruguay.

Los números en esos mercados estaban desequilibrados. Mientras los siete países representaban el 1 por ciento de los pedidos realizados en la plataforma a nivel mundial, también arrojaban pérdidas del 4 por ciento en los resultados de la operación.

Según los reportes conocidos hasta la fecha, en agosto, los ingresos de la empresa habían disminuido en un 29 por ciento en el segundo trimestre.

En el caso del servicio de transporte, la contracción fue del 67 por ciento. Por el contrario, los ingresos por domicilios crecieron un 103 por ciento, ante la alta demanda que se produjo en pandemia, cuando las personas no salían de sus casas. En total, la pérdida registrada fue de 1.800 millones de dólares.