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| Foto: Guillermo Torres

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¿Qué le falta al país en materia económica para terminar de despegar este 2019?

En el Gran Foro Colombia 2019 expertos analistas señalaron que si bien el país ha tenido un desempeño económico destacado en la región durante los últimos años, le faltan esfuerzos para cumplir la tarea desde 2020 y reducir su vulnerabilidad externa.

29 de enero de 2019

El exministro Guillermo Perry fue el encargado de abrir el panel “Economía Nacional en Prospectiva”, señalando los desafíos que tendrá Colombia este año y los siguientes, así como algunas de las tareas que tendrá que llevar a cabo para reducir su vulnerabilidad frente a nuevos choques externos.

De acuerdo con Perry, este año el mundo tiene cinco grandes riesgos, que afectaría en crecimiento nacional: una desaceleración global que se puede agravar por guerra comercial, afectando las exportaciones; Europa que “tiene una serie de problemas” que puede frenar su crecimiento; la expansión monetaria de los países desarrollados que hará subir las tasas de interés en todos los mercados; las tropas en oriente medio pueden incidir en el petróleo y, por último, la incertidumbre sobre el futuro de Venezuela.

Perry agregó que, sin embargo, realmente el problema de Colombia está en su déficit fiscal y su déficit de cuenta corriente.

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En el caso del primero, el economista señaló que “la Ley de financiamiento agravó el problema después de 2019. Si se quiere cumplir la regla fiscal, se debe reducir el déficit en 2 puntos porcentuales y eso es difícil”.

El exministro explicó que es por esto que muchos piensan que Colombia no cumplirá la meta si no no aplica otra reforma tributaria pues la implementación de medidas, por ejemplo, contra la elusión y evasión tributaria tomará tiempo.

Por otro lado, el déficit de cuenta corriente demostró que el país no ahorró lo suficiente durante la bonanza petrolera y eso llevó al ajuste ya conocido de los últimos años. “Logramos un ajuste con financiación con el ajuste fiscal gradual y el compromiso de los gobiernos con la regla que nos ha mantenido la credibilidad”.

Sin embargo, advirtió que si el país pierde del grado de inversión, verá un salida de capitales e incremento de tasas de interés “que nos llevaría a pensar en crecimientos de 1% o 2%. No basta con decir que la regla fiscal se va a cumplir, hay que decir cómo”, sentenció Perry.

A largo plazo, el exministro señaló que el problema será la productividad pues si esta no mejora, el crecimiento potencial del país tampoco lo hará.

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Al respecto, Rosario Córdoba, directora del Consejo Privado de Competitividad, señaló que la competitividad y productividad son importantes porque inciden en el ingreso per cápita y calidad de vida de los habitantes de un país.

Córdoba destacó que, según la medición de competitividad del Banco Mundial, el país está a 53 puestos del mejor en implementación de tecnología y en innovación la distancia es mucho mayor.

“La productividad es la forma de generar más valor”, agregó la directora y señaló que la productividad genera un círculo virtuoso de consumo y producción, pero eso depende del buen desempeño de las empresas.

Para mejorar este aspecto, Córdoba dijo que las bases del Plan Nacional de Desarrollo “establecen acciones para mejorar algunos factores de productividad, pero falta”.

“Colombia se comprometió al entrar a la OCDE con una metodología que permita mejorar los trámites, nos falta meternos a esa metodología”, señaló la directora que también le pidió al nuevo gobierno permitir la contratación por horas y seguir la senda de reducción de costos laborales para aumentar la formalización de los trabajadores.

Pese a todos sus retos, Colombia logró ser el segundo país de América Latina que más creció durante los últimos años, superado solo por Perú. El resultado es que la economía colombiana se ha duplicado en los últimos 18 años, destacó Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

“Mucha gente no se acuerda que Colombia tenía una tasa de pobreza cercana a 50% al comienzo de la década y hoy es cerca de 27%”, señaló Mejía y recordó que la pobreza extrema ya es de 7%.

“La pregunta de fondo es cómo logramos aumentar el crecimiento potencial, retornarlo por encima de 4% para seguir reduciendo la pobreza y mejorando la equidad”, dijo Mejía, quien coincidió con sus compañeros en que la respuesta es la productividad.

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“Hay que atacar la informalidad empresarial y laboral, reducir el rezago de infraestructura e insertarnos en la cadena global de valor”, dijo Mejía.

Ahorrar también es crecer

El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, tomó la palabra para destacar que el ahorro también es necesario para el crecimiento económico del país y por esto es necesaria una reforma pensional.

De acuerdo con cálculos de Fedesarrollo, señaló Montenegro, el ahorro de cotizantes en los fondos de pensiones privados ya le han aportado 0,5 puntos porcentuales al PIB del país.

Por el contrario, la transición demográfica y la informalidad laboral que vive hoy el país hace imposible que se mantenga un régimen de prima media como el actual.

Montenegro señaló que en un país con las condiciones de Colombia, no es viable un régimen de prima media por lo que se necesita un régimen de ahorro individual que también podría ser administrado por el sector público.

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El director de Asofondos agregó que a futuro, será un riesgo también la digitalización de la sociedad que ha llevado al reemplazo de plazas laborales por máquinas.

El economista también recordó que en Colombia, el índice de Gini, que determina la desigualdad del ingreso, empeora después de la distribución de mesadas pensionales.

Mientras quienes lograron mayores cotizaciones obtienen más subsidios en el régimen público, en el mismo sistema es más elevado el porcentaje de quienes no lograron una jubilación y a cambio recibieron una devolución de saldos que es 8 veces inferior a las devoluciones del régimen privado.

Para solucionarlo, Montenegro sugirió una reforma pensional que respete los derechos adquiridos de quienes ya se pensionaron o están a punto de hacerlo.

El nuevo régimen podría tener un sistema semicontributivo que incluya los Beneficios Económicos Periódicos para cubrir la línea de pobreza, un régimen contributivo que funcionaría similar al actual -pero con cambios en los subsidios- y los recursos del Gobierno se redestinarían a fortalecer Colombia Mayor para aumentar la cobertura al doble de la cifra actual.

Según Montenegro, los BEPS tendrían 3,5 millones de beneficiarios, igual que Colombia Mayor mientras que los contribuyentes formales llegarían a 7 millones si se mantiene el mercado laboral tal como está.