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Lulo Bank es el primer banco digital del país, entidad que ha impulsado la transformación del sector en los últimos tres meses.
Lulo Bank es el primer banco digital del país, entidad que ha impulsado la transformación del sector en los últimos tres meses. | Foto: Getty Images

Banca

¿Vale la pena cambiarse a un banco digital?

Calidad en el servicio, tiempos de respuesta más rápido, sin filas ni trámites innecesarios, con productos y servicios que evolucionan según las necesidades de los clientes son algunas de las ventajas de estas entidades que están irrumpiendo con fuerza en Colombia.

28 de septiembre de 2021

Un reciente estudio de la consultora EY Parthenon, reveló que el uso de canales virtuales y aplicaciones de banca digital creció un 59 % en los últimos meses, un aumento principalmente impulsado por las nuevas rutinas que trajo la pandemia. Sin embargo, ese mismo estudio reveló que al menos el 40 % de los colombianos sigue recurriendo a las sucursales físicas para hacer sus trámites. Esta realidad ha coincidido con la llegada de nuevos jugadores al sector bancario, con propuestas que buscan ser más asequibles y responder a las necesidades y expectativas de un mundo como en el que vivimos hoy.

Santiago Covelli, CEO de Lulo Bank, el primer banco digital constituido formalmente en el país, explica que la banca digital se creó a partir de la evaluación de procesos que tenían los bancos tradicionales y las nuevas compañías los han reinventado con tecnología en beneficio de los usuarios.

“La banca digital nació para resolver los problemas de las personas y está en capacidad de cambiar esa experiencia haciéndola más rápida, sin filias, ni trámites innecesarios, también puede ofrecer mejores productos y servicios y tiene la capacidad de evolucionarlos, mejorarlos y adaptarlos continuamente según las necesidades de sus clientes”, precisa Covelli.

Los bancos digitales deben cumplir con la misma regulación que un banco tradicional y esto obliga que todos sus procesos garanticen la seguridad del dinero de los clientes. Covelli afirma que la dificultad de la banca tradicional recae en la complejidad en sus procesos y en el uso de tecnologías desactualizadas. “El reto que tienen es el cambio, y si no lo asumen están destinados a desaparecer. En 10 años la banca será un mundo totalmente diferente al que conocemos hoy: bancos que operan con 30.000 personas trabajarán con 4.000 o 5.000 con procesos completamente automatizados”.

Erik Rincón, presidente de Colombia Fintech, asegura que uno de los aspectos más importantes de propuestas como las de Lulo Bank está relacionado con su estrategia de mercado, pues impulsan la entrada de productos como cuentas de ahorros que otorgan buenos rendimientos, tarjetas débito sin comisión y créditos de libre inversión competitivos con la banca tradicional.

También destaca la llegada de nuevos competidores al segmento de banca digital y la diversidad de productos que están ofreciendo cada vez más entidades bancarias. “NuBank como neo banco ya tiene presencia en Colombia, aunque por el momento solo está autorizado para ofrecer tarjetas. Otro caso es el de Sumup, que con la última ronda de inversión que cerraron espera convertirse en neo banco con presencia nacional y RappiPay, la fintech de Rappi, recibió hace un mes autorización de la Superintendencia para constituirse como compañía de financiamiento”.

Los neo bancos, precisa Rincón, son entidades que operan ciento por ciento de forma digital y por lo tanto deben fortalecer permanentemente su desarrollo tecnológico para garantizar ofertas de valor a sus clientes.

Wilson Triana, experto y consultor en banca y seguros, detalla que otra de las ventajas de la banca digital: fácil acceso y atención permanente en tiempo real. “Es importante contar con un servicio de atención al cliente sólido, sobre todo en la posventa, cuando los usuarios deben ver una atención ágil, que resuelva, que esté en línea. Es más difícil recuperar un cliente perdido por falta de atención y de servicio que vincular uno nuevo”.

Triana destaca que la incursión de la banca digital se traduce en calidad de servicio, oportunidad y mejora en los tiempos de respuesta porque la virtualidad brinda la oportunidad de mejorar los indicadores de inclusión financiera y llegar a poblaciones que no han accedido al sistema financiero tradicional.

“La pandemia aceleró la estrategia digital que la banca tradicional venía estructurando, se han desarrollado productos que se pueden adquirir a través de plataformas digitales y es claro que para la banca tradicional la competencia está en la mesa, por eso le apuestan a grandes inversiones para estar a la altura de esta nueva era”, concluye Triana.