GRADO DE INVERSIÓN

La última vez que Colombia recuperó su grado de inversión tardó 12 años

La crisis económica de 1999 hizo que el país perdiera el grado de inversión, el cual no recuperó sino hasta el año 2011.

20 de mayo de 2021
Bogotá
Peatones en las calles de Bogotá, Colombia, el 22 de agosto del año 2000. (Photo by Robert Nickelsberg/Liaison) | Foto: Getty Images

La relación de Colombia con las calificadoras de riesgo se remonta a la década de 1990, luego de que el país hiciera una nueva Constitución Política en 1991 con iniciativas enfocadas en la sostenibilidad y credibilidad macroeconómica del país.

Las primeras calificaciones soberanas se dieron en 1993, año en el que Colombia recibió por primera vez su valoración por parte de S&P Global Ratings (entonces Standard & Poor’s) el cual calificó al país como BBB- (grado de inversión), mientras que Moody’s Investors Service lo calificó como Ba1 (grado especulativo).

Histórico calificaciones Moody's
Histórico calificaciones Moody's | Foto: Gráfica del portal worldgovernmentbonds

Ya en 1994, Colombia logró entrar al club del grado de inversión luego de que Fitch le otorgara la calificación BBB (la más alta que ha tenido el país por parte de esta agencia calificadora).

La situación económica de Colombia pintaba bien, pues en 1995 Moody’s también incluyó al país en grado de inversión, al subir su calificación desde Ba1 hasta Baa3. Así, el país lograba, por primera vez en su historia, tener el grado de inversión por parte de las tres calificadoras de riesgo.

Sin embargo, la buena situación no duraría mucho pues la crisis económica que sufrió el país en 1999 (la peor antes de la crisis de 2020) hizo que las calificadoras rebajaran nuevamente la nota de Colombia.

Calificaciones S&P
Calificaciones S&P | Foto: Gráfica del portal worldgovernmentbonds

Moody’s fue la primera calificadora que castigó a Colombia y en agosto de 1999 rebajó la nota desde Baa3 hasta Ba2, la nota más baja que ha tenido el país.

Un mes después, en septiembre del mismo año, S&P Global Ratings redujo la calificación desde BBB- hasta BB+ (mismo valor que tiene el país hoy), haciendo así que el país entrara en grado especulativo.

Fitch Ratings fue la agencia que tomó más tiempo en rebajar la calificación, pues esperó hasta marzo del 2000 para reducirla desde BBB hasta BB+, también en grado especulativo.

Luego de entrar en grado especulativo, Colombia tardó 12 años en volver a recuperar el grado de inversión en por lo menos dos de las tres firmas calificadoras. De hecho, entre el 2000 y 2006 el país vivió sus peores años de calificación crediticia pues Fitch lo tenía en BB, Moody’s en Ba2 y S&P en BB.

Ya en 2011 el país volvió a recuperar credibilidad por parte de los mercados financieros e inversionistas internacionales y logró regresar al grado de inversión.

S&P fue la encargada entonces de marcar el camino y en marzo de 2011 subió su calificación desde BB+ hasta BBB-, le siguió Moody’s que en mayo aumentó su valoración desde Ba1 hasta Baa 3 y posteriormente Fitch hizo lo propio en junio cuando aumentó la nota desde BB+ hasta BBB-.

Calificaciones Fitch
Calificaciones Fitch | Foto: Gráfica del portal worldgovernmentbonds

Colombia logró mantener su grado de inversión en las tres calificadoras por casi 10 años, luego de meses atrás S&P decidiera rebajar nuevamente las notas del país a BB+, y de que Fitch rebajara también la nota de Colombia este jueves.

Sin embargo, la preocupación del mercado es si Colombia tiene la capacidad de sacar adelante las reformas necesarias para poder volver al grado de inversión lo más pronto posible.

“En el mediano y largo plazo, haber perdido el grado de inversión es una mala noticia para los mercados, pero abre la puerta para que esto genere un consenso en favor de generar las reformas que necesita el país para corregir el problema estructural que tiene”, dijo el director de investigaciones económicas de Corficolombiana, José Ignacio López.

¿Cuánto le tardará esta vez al país recuperar el grado de inversión? Lo que han dicho las agencias, es que Colombia necesita reformas estructurales que incrementen de manera permanente los ingresos para que así pueda disminuir el endeudamiento y garantizar la sostenibilidad fiscal.

Lo más probable es que el país siga en grado especulativo hasta que no se pueda implementar una reforma tributaria estructural, además de cambios en el mercado laboral que fomenten la formalidad y modificaciones en el sector pensional que ayuden a ampliar la cobertura del sistema.