Cumbre Líderes por la Educación
¿Cómo será la educación superior del futuro? Esto explicó experta de la Universidad Estatal de Tennessee
Durante el segundo día de la 10.ª edición de la Cumbre Líderes por la Educación, Jewell Winn, ‘oficial International senior’ en la Universidad Estatal de Tennessee, indicó que la educación superior del futuro no será posible sin el cierre de brechas de desigualdad.
Que la educación superior esté al alcance de todos es uno de los grandes desafíos en el mundo. En medio de su conferencia Diálogos de futuro en educación superior, Jewell Winn, oficial International senior en la Universidad Estatal de Tennessee y presidenta de AIEA, señaló la importancia de incluir a las poblaciones más vulnerables en el sistema educativo.
Jewell Winn es líder en la oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad Estatal de Tennessee donde se desempeña como oficial international senior, directora ejecutiva y profesora asistente en el Departamento de Liderazgo Educativo. Durante años ha enfocado sus esfuerzos en abrir una amplia conversación sobre la equidad, la diversidad y la inclusión en las universidades, creando estrategias para que las instituciones apoyen a las poblaciones en condición de vulnerabilidad.
“Las personas tienen violencias que los atraviesan y dificultan su acceso a oportunidades”, dijo la experta, destacando que responder y atender a las poblaciones marginadas es esencial al hablar de la educación superior del futuro.
Para la experta en educación, la educación debería ser accesible para todos. Desde su experiencia como mujer afrodescendiente en Estados Unidos, explicó que son muchas las violencias que perpetúan las desigualdades históricas sobre los individuos de diferentes naciones del mundo.
“Hay estudiantes marginalizados sin el acceso a recursos para estudiar. Esto es un campo desigual y es crítico que se ignoren estas barreras porque se debe reconocer que son desigualdades sistemáticas que crean escenarios desiguales y de desventaja para las personas vulnerables”, resaltó Winn.
Asuntos como la salud mental y el acceso a este tipo de servicios son una de las grandes dificultades para estas personas, que según ella, “sufren por la discriminación”. Por ello, el llamado de la experta es a que desde la instituciones de educación superior se piense en una enseñanza más allá del saber, enfocada en las dificultades que se afrontan en contextos permeados por la desigualdad.
Winn hizo énfasis en que el rol de los tomadores de decisión en el mundo es clave, puesto que la meta es “ser un apoyo de largo plazo que mejore las prácticas y abra el acceso a las comunidades indígenas, afrodescendientes, LGBTI y demás poblaciones marginalizadas”.
Este tipo de iniciativas, según la experta norteamericana, son las que permiten el cierre de brechas y construyen un espectro más amplio en términos educativos. El apoyo financiero, aclaró, es fundamental para “asegurarles a los jóvenes que el dinero no sea un obstáculo para acceder a la educación superior”, por lo que la tarea es que los Gobiernos “actúen con voluntad”.
Diálogos de futuro
Colombia es uno de los países con una realidad llena de diferentes retos en el acceso a educación superior por parte de las diferentes poblaciones. En el marco del evento, Víctor Malagón, gestor de Diálogos de Futuro, fue otro de los invitados que expuso las dificultades del país en esta materia.
Para el experto, es necesario que los diferentes actores del sistema educativo trabajen conjuntamente en el desarrollo de soluciones que propicien el acceso a la educación superior. “La articulación debe ser entre universidad, empresa, Estado y sociedad civil”, aseveró.
Es por eso que estrategias como Diálogos de Futuro surgen para poner en el medio de la conversación la transformación de la educación superior con los diferentes representantes claves del sector.
Desde mayo de 2020 se desarrolla y actualmente cuentan con 55 organizaciones vinculadas en la tercera fase del proyecto desde el que se trabaja colaborativamente en cuatro líneas de acción que son: articulación sistémica, formación a lo largo de la vida, innovación en educación superior y transformación socioambiental.
Malagón finalizó destacando que el país tiene que enfocarse en responder a retos como la ética, la flexibilidad en el diálogo entre actores, calidad de la información y la necesidad de “desprender los egos” desde los tomadores de decisión en sector para avanzar hacia una “colaboración activa y un liderazgo de servicio”.