Alberto Quijano Vodniza, fundador y director del Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño
Alberto Quijano Vodniza, fundador y director del Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño | Foto: Archivo Semana

EDUCACIÓN

La Nasa recibe como aliado al Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño

Así se convirtió en la única institución colombiana en hacer parte de la reconocida Red Internacional de Alerta de Asteroides de la NASA (IAWN, por sus siglas en inglés).

1 de julio de 2021

El 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong y Buzz Aldrin llegaron a la luna, el joven Alberto Quijano siguió por más de diez horas la transmisión radial del acontecimiento desde las afueras de Pasto, en una finca del Guaco y en medio de un fuerte calor. Quijano tenía 14 años, y el asombro que sintió por los astronautas y su tarea marcó el inicio de su profunda devoción por el firmamento.

Casi medio siglo después, Quijano es una de las figuras más célebres de Pasto. No es para menos: ha participado en proyectos de la Nasa y ha recibido condecoraciones del Senado de la República y la Gobernación de Nariño por sus trabajos de investigación en física y astronomía.

Parte de su gran reconocimiento y admiración que recibe en Nariño, se debe a que Quijano fundó en 2002 el Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño con el apoyo del entonces rector Pedro Vicente Obando. Dotarlo no fue fácil, porque había que importar los equipos y resultaban muy costosos. Pero poco a poco, con la ayuda incondicional de la universidad y gracias a donaciones privadas, el observatorio se ha ido ampliando con más y mejores telescopios.

Después de participar en captar y analizar imágenes de apoyo para el proyecto Impacto Profundo, realizado por la Nasa en 2005, el observatorio se ha posicionado a nivel nacional. Es tal el avance que ha logrado el Observatorio en los últimos años, que esta semana se convirtió en el único del país en ser aliado estratégico de la Nasa.

El Observatorio es la única institución colombiana en hacer parte de la reconocida Red Internacional de Alerta de Asteroides de la NASA (IAWN, por sus siglas en inglés), según informó el doctor Lindley Johnson, científico de la Oficina de Defensa Planetaria de la agencia estadounidense, en el Congreso Virtual Mundial sobre Asteroides

El IAWN se creó en 2013 tras la recomendación de la ONU ante una posible amenaza de impacto de objetos próximos a la Tierra (conocido como NEO por sus siglas en inglés). Ese grupo tiene la tarea de desarrollar una estrategia utilizando planes y protocolos de comunicación bien definidos para ayudar a los gobiernos en el análisis de las consecuencias del impacto de asteroides y en la planificación de respuestas de mitigación.

Esto quiere decir que desde ahora el Observatorio de la Universidad hará parte del grupo internacional que creará protocolos ante el impacto de asteroides o cometas en la Tierra.

Una vida dedicada a la ciencia

Para Quijano, la experimentación es la forma más valiosa del conocimiento. Lo más importante de ese proceso, asegura, es la parte propositiva: haberlo pensado. Por eso la curiosidad y las ganas de aprender han definido los momentos más emotivos de su vida.

Cuando tenía 15 años, prefirió no comprar los zapatos que necesitaba y usó el dinero para adquirir su primer microscopio, que traía un recipiente con huevos de camarones. Quijano los puso en agua de río y esperó. Al día siguiente, los organismos ya se estaban reproduciendo. “Para mí fue maravilloso ver por primera vez la vida ahí, flotando, suspendida de esa forma”, recuerda.

Los jóvenes como él no tenían muchas opciones al terminar el colegio porque la Universidad de Nariño era pequeña y ofrecía pocas carreras. Quijano decidió estudiar física y matemáticas, el mismo programa del que hoy es profesor.

Más adelante, en la década de los noventa, cursó una maestría en Física pura en la Universidad de Puerto Rico, una institución que recuerda con cariño porque allá se metió de lleno en la astronomía, con una tesis sobre el cometa Hale-Bopp.

Cuando terminó su maestría, Quijano se enfrentó a un dilema: continuar una carrera académica en el extranjero o regresar a Pasto. Pero una noche tuvo un sueño premonitorio en el que llegaba a la sede principal de la Universidad de Nariño y encontraba varios edificios nuevos y un campus que parecía seguir creciendo. Como sintió que su voluntad se estaba manifestando de esa forma, decidió regresar para ser profesor, aunque quería también un espacio para continuar trabajando en astronomía y sentía que este, además, le hacía falta a la universidad.

Para remediar esta carencia, Quijano fundó en 2002 el Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño. Hoy, Quijano sigue dedicado a la investigación, dirige tesis de grado y dicta materias de física avanzada. Pero su clase más famosa tal vez sea el Club de Astronomía, una electiva abierta a los estudiantes de todas las carreras.