Guerra en Ucrania
Inteligencia británica revela nuevo plan de Rusia para mandar presos al frente de batalla en Ucrania
Este nuevo plan surge tras el distanciamiento entre el Ministerio de Defensa y el grupo Wagner, escenario a través del que Rusia había empleado a sus reos en la guerra.
En medio de la extensa guerra que se adelanta desde el pasado 24 de febrero de 2022 en territorio ucraniano, y que ha fijado la atención y acción internacional para buscar que Rusia cese sus acciones bélicas en ese país, este jueves, 11 de mayo de 2023, se ha conocido un nuevo informe por parte de la inteligencia británica que daría cuenta de una nueva acción planeada por el Kremlin para fortalecer el pie de fuerza en el país invadido.
De acuerdo con la revelación de las fuentes británicas, sus cuerpos de inteligencia han podido identificar que Rusia avanza de forma acelerada en la implementación de un programa de reclutamiento que tiene como objetivo llevar a los presos a combatir.
Según el informe de inteligencia de los británicos, este nuevo programa fue puesto en marcha desde comienzo de 2023 por las autoridades del Ministerio de Defensa de Rusia, y calculan que el número de delincuentes que podrían recuperar su libertad en el marco de dicho programa se estima en cerca de 10.000, de acuerdo con los tratos realizados tan solo en el mes de abril.
Este plan, que fue revelado por el Ministerio de Defensa de Reino Unido, basado en sus fuentes de inteligencia, es la respuesta o continuidad a un programa anterior, con similares fines, desarrollado también en Rusia, en el que los reos eran puestos a órdenes del grupo paramilitar proruso Wagner; uno de los principales frentes de la ofensiva en Ucrania.
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La nueva medida que busca facilitar el uso de presos en los frentes de batalla, se desprende además de un momento de crisis de las tropas rusas, en la existencia de diferendo entre el Ministerio de Defensa Ruso y el Grupo Wagner, lo que obligó a cesar la anterior medida de uso de convictos.
Lo anterior, había sido evidente, según recogen medios internacionales, a través de una comunicación emitida el pasado mes de febrero por altos directivos del grupo paramilitar proruso, en el el que explicaban que se había puesto fin a la alianza de cooperación para el uso de reos para enviarlos a zona de conflicto.
En su momento, la persona que se refirió al tema fue el oligarca ruso Yevgeni Prigozhin.
El ‘porqué’ de la reimplementación de esta estrategia de reclutamiento de reos para luchar en Ucrania se desprende de la necesidad manifiesta de Rusia por ampliar su pie de fuerza en los territorios invadidos, y como una alternativa a tener que establecer una nueva ola de reclutamientos oficiales y obligatorios que podría, internamente, jugar en contra de los intereses del Kremlin y del presidente Vladimir Putin, advirtiendo que ello podría ser una medida totalmente impopular.
Recientemente, desde el Kremlin, se ha reconocido la exigencia que ha tenido sobre sus tropas el reto de mantener la invasión rusa en Ucrania, debido no solo a la resistencia local y los continuos enfrentamientos, sino también por el mismo estado de las tropas y el desgaste de estas.
Así, el Kremlin ha reconocido problemas para conseguir los objetivos trazados por Putin, reconociendo que aún están “muy lejos de alcanzarlos”.
De ese modo, el portavoz de la presidencia rusa Dmitri Peskov ha reconocido que si bien en más de un año de confrontaciones y la operación militar especial se ha logrado conseguir algunos de los objetivos, es necesario que la operación militar continúe.
Dentro de los objetivos de Putin que destacó su portavoz se encuentra el de ‘garantizar seguridad a los habitantes del Donbas’, recordando las razones que impulsaron la incursión inicial, derivada de la confrontación interna que años atrás se vivía en Ucrania, y que deriva de aspectos identitarios de distintas regiones.
El portavoz reconoce que si bien ‘han avanzado en su diana’, aún la situación es compleja, recordando la existencia de contraataques ucranianos, la pugna de las fuerzas y la existencia de escenarios de riesgo para la población tales como bombardeos.
A su vez, el funcionario se refirió a los referendos separatistas que adelantaron las regiones de Lugansk y Donetsk, y a la adhesión posterior de esos territorios a Rusia.
Si bien el mundo ha reconocido en lo ocurrido en Ucrania como una guerra, Rusia ha insistido en que se trata de una ‘operación militar’, advirtiendo que si se encontraran enfrentando una guerra, su comportamiento sería aún diferente.
“Estamos tratando de salvar la infraestructura y estamos tratando de salvar vidas humanas”, dijo, refiriendo que su país, en caso de tratarse de una guerra, hubiera arremetido con mayor poder destructivo.