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El cadáver de Barahuyi fue colgado junto al de otro baluche de Zahedán, Amanolá Alizehi. Ninguno de los dos ahorcamientos han sido publicitados en los medios de comunicación iraníes, como suele ser habitual.
El cadáver de Barahuyi fue colgado junto al de otro baluche de Zahedán, Amanolá Alizehi. Ninguno de los dos ahorcamientos han sido publicitados en los medios de comunicación iraníes, como suele ser habitual. | Foto: Twitter/@IHRights

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Una ONG denunció que Irán ahorcó a un preso que ya había fallecido

Según la organización Iran Human Rights el detenido estaba en prisión tras ser condenado a muerte por tráfico de drogas.

8 de noviembre de 2022

Un hecho insólito ha ocurrido en Irán cuando una ONG denunció el ahorcamiento de un preso que ya había fallecido. Se trata de un detenido iraní de etnia baluchi identificado como Nematolá Barahuyi, quien habría sido ahorcado en la prisión de Zahedán, capital de la provincia de Sistán y Baluchistán.

La denuncia la realizó la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, que aseguró que Barahuyi estaba en prisión tras ser condenado a muerte por tráfico de drogas.

Según cuenta la organización, a primera hora de la mañana de hoy domingo 7 de noviembre, le fue notificado que iba a ser ahorcado, pero se resistió y durante el forcejeo recibió un golpe fatal en el cuello, según el portal de noticias Hal Vash, citado por la ONG.

“Nematollah Barahouyi y Amanollah Alizehi, dos hombres baluchis condenados a muerte por cargos relacionados con las drogas, fueron ejecutados en la Prisión Central de Zahedan el 6 de noviembre. Los guardias de la prisión mataron al Sr. Barahouyi por resistirse a la ejecución, pero su cadáver sin vida fue ahorcado”, dijo la ONG en su cuenta de Twitter

El cuerpo de Barahuyi fue ahorcado igualmente para que pudiera constar el ahorcamiento como causa de la muerte y evitar así un proceso judicial.

El cadáver de Barahuyi fue colgado junto al de otro baluche de Zahedán, Amanolá Alizehi. Ninguno de los dos ahorcamientos han sido publicitados en los medios de comunicación iraníes, como suele ser habitual.

En los seis primeros meses del año fueron ejecutadas 251 personas, incluidas 6 mujeres y 67 miembros de la minoría baluche. Esta cifra supone más del doble de ejecuciones que en el mismo periodo de 2021, según el recuento de IHR.

Barahui tenía tres hijas pero su familia no lo había podido ver desde hacía años, según Hal Vash.

Las autoridades iraníes no confirmaron esta información y los medios iraníes no informaron de la ejecución del domingo, al contrario de lo que suelen hacer. Al menos 462 personas fueron ejecutadas este año en Irán, el segundo país del mundo en términos de aplicación de la pena capital por detrás de China, según IHR.

Otras ejecuciones en Irán

En marzo del 2021, el Daily Mail detalló una historia escalofriante en la que contaba que cuatro personas fueron ahorcadas por ser halladas culpables de violar en grupo a una alpinista en frente de su marido el cual fue obligado a presenciar la escena.

La pareja estaba escalando en la montaña, en la provincia de Khorasan Razavi junto a la frontera con Afganistán cuando fue asaltada por los delincuentes que abusaron sexualmente de ella.

El Tribunal Supremo decretó que los cuatro hombres fueran condenados a muerte en la horca en la prisión central de Mashhad.

En otro caso las autoridades de Irán ejecutaron a Arman Abdolali, un joven condenado por un asesinato que presuntamente cometió cuando tenía 17 años y cuyo caso había llamado la atención tanto de la ONU como de organizaciones como Amnistía Internacional, que reclamaban al menos una conmutación de la pena.

Abdolali fue detenido en 2014, acusado de matar a su novia. Según la prensa oficial iraní, ni la repetición del juicio ni el indulto solicitado por la familia del joven han prosperado, por lo que las autoridades procedieron a ahorcarlo días después como lo informa la agencia Bloomberg.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos había pedido en octubre de ese año que Abdolali no fuese ejecutando, recordando que la aplicación de este tipo de penas sobre personas que cometieron delitos cuando aún eran menores de edad supone una violación del Derecho Internacional. El Alto Comisionado se ha sentido “profundamente alarmante y preocupante” el ahorcamiento.

Con información de Europa Press y AFP