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Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá. | Foto: guillermo torres-semana

POLÍTICA

“¿A cuántos colombianos representa el Comité del Paro?”: la pregunta que se hace Enrique Peñalosa

El exalcalde de Bogotá se pregunta lo mismo que muchos colombianos.

23 de mayo de 2021

En medio de las negociaciones que adelanta el Gobierno con el Comité del Paro, el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, cuestionó la representatividad que tienen los miembros de ese grupo, en el que muchos ven la esperanza de encontrar una salida negociada a la crisis que se vive en el país.

“¿A cuántos colombianos representa el Comité del Paro? Sería interesante que una buena encuesta midiera qué porcentaje de los colombianos se sienten representados por el Comité del Paro”, fue el mensaje que envió Peñalosa.

La duda que tiene el exmandatario en la capital se ha visto reflejada en otros sectores de la sociedad que también cuestionan que haya tan pocos jóvenes o mujeres, por ejemplo, siendo grupos significativos en las marchas. Muchos también se preguntan de dónde salieron o por quiénes fueron escogidos.

Otra duda que queda en medio de los diálogos que sostiene el Gobierno con este comité es qué pasará con las conversaciones luego de la renuncia del alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, quien las estaba liderando. Hasta el momento ha sido difícil concertar una mesa para una salida negociada, mientras continúan los bloqueos y las manifestaciones en el país. Este comité ya convocó a nuevas marchas para este miércoles y el viernes (26 y 28 de mayo).

Comité del Paro: ¿quiénes son y a quiénes representan?

La principal razón que llevó a miles a protestar en las calles el pasado 28 de abril fue la controvertida reforma tributaria. Dicho proyecto fue retirado del Congreso por el Gobierno, y el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, renunció a su cargo. Hoy, pese a eso, las movilizaciones siguen y muchos se preguntan por qué razón. ¿Qué motiva al Comité Nacional del Paro (CNP) a mantener las manifestaciones? ¿A quiénes representan sus líderes? ¿Qué hay detrás de todo esto?

El presidente Iván Duque se ha mostrado dispuesto al diálogo, pero no ha sido posible que la negociación avance como se necesita. El CNP hizo unas exigencias que parecen marcar un distanciamiento con la Casa de Nariño: ahora piden en las calles la renuncia del ministro de Defensa, Diego Molano, y dicen que él debe ofrecer disculpas públicas por los excesos de la Policía. También solicitan el retiro del Esmad del control de las protestas, una idea que el Gobierno no comparte, y proponen que el presidente acepte la visita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos al país, entre otras.

Desde la Casa de Nariño reclaman que los voceros del paro condenen el vandalismo y ordenen el desbloqueo de las carreteras para oficializar la concertación. Ese pedido no se ha podido materializar, pues los voceros del Comité no tienen ya ni el control ni la representación total de las concentraciones.

El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) no se pronuncia frente a los bloqueos. Mientras tanto, sus líderes insisten en dialogar, taponan la vía Panamericana que conecta al Valle con el Cauca, un paso interrumpido que le ha dejado más de 74.000 millones de pesos en pérdidas al sector empresarial de esta región.

El domingo pasado, delegados del Gobierno esperaban instalar formalmente la mesa, pero no se logró. Algunos de los integrantes del CNP insisten en prolongar la negociación y el país pierde más de 10 billones de pesos, una cifra que crece como espuma y que tiene al borde de la quiebra a miles de personas y empresas.

En la Casa de Nariño hay afán para que las conversaciones avancen rápidamente, pero el CNP no parece andar al mismo ritmo. El presidente Duque no está dispuesto a prolongar dichas conversaciones mientras las carreteras continúen bloqueadas y se siga presentando desabastecimiento de alimentos, combustible, comida, gas y hasta oxígeno para atender a pacientes covid en medio del tercer pico de la pandemia.

La interlocución no ha sido fácil. De un lado están las centrales obreras que gozan de experiencia en negociar con los Gobiernos. Del otro, hay varias organizaciones pequeñas de pensionados y de transporte que, aun cuando no tienen suficiente fuerza y no se ponen de acuerdo en las pretensiones, entran en el proceso.

Cuando se instale finalmente la mesa, el Gobierno enfrentará un primer obstáculo. Habrá 28 sectores representados por 44 voceros, una cifra alta de negociadores que, de entrada, obstaculiza el avance. No existe una cabeza principal, una vocería unificada, hay divisiones entre los propios gremios, hay desconfianza, y, lo más preocupante, es que ellos no representan la totalidad de las voces inconformes.

En la más reciente encuesta de SEMANA, realizada por el Centro Nacional de Consultoría, el 52 % dijo que no se sentía representado por el CNP. “Me pregunto si realmente el Comité Nacional del Paro tiene la capacidad eventual de pactar con el Gobierno el levantamiento de los bloqueos y las movilizaciones”, dijo José Daniel López, representante a la Cámara.

Y es que estas jornadas son diferentes a las anteriores. Sus líderes no están cohesionados internamente, no hay jerarquía y gran parte de la ciudadanía se fue sumando de manera espontánea. Pero no se puede desconocer que hay intereses políticos de cara a 2022. “Creo que el paro hace mucho tiempo rebasó a su Comité”, agregó López.

Pero ¿qué buscan estos voceros? Hay dos grandes líneas que, para empezar, son difíciles de lograr. Por un lado, exigen que se cumpla el “pliego de emergencia”, que contempla una renta básica de un salario mínimo, matrícula cero y no alternancia. Por otro lado, no privatizar entidades públicas, derogar el Decreto 1174 de 2020 –porque consideran que afecta a las pensiones–, no a la aspersión con glifosato y que se hundan la reforma a la salud y la tributaria. Estas dos últimas peticiones ya se cumplieron.

Es innegable la cercanía de algunos miembros del Comité del Paro con varios sectores políticos, especialmente los alternativos. SEMANA supo de una reunión virtual que se llevó a cabo el miércoles en la mañana, previa a la jornada de paro. Allí había miembros de diferentes sectores, como Jorge Gómez, de Dignidad; Carlos Ramón González, copresidente de la Alianza Verde, y hasta Gustavo Petro, de la Colombia Humana. Asimismo, se ha sondeado qué líderes del Comité pueden llegar a integrar las listas de estas corrientes al Congreso el próximo año.

Jennifer Pedraza, uno de los rostros más visibles del Comité, fue escogida representante estudiantil de la Universidad Nacional. Es una de las pocas mujeres y jóvenes que componen esa organización, y es cercana al partido Dignidad, de Jorge Robledo.

Óscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria, no cultiva ningún producto agrícola, pero es un líder de Chinchiná, Caldas, que mueve al sector campesino del país y que cobró visibilidad en los paros agrarios de 2013. Él fue diputado, concejal y secretario general de la Alcaldía de su tierra. Militó e integró el Polo Democrático, el Partido Liberal y el MOIR, y tiene cercanía con Dignidad.

Francisco Maltés es el presidente de la CUT y en ocasiones asume la vocería. Es de izquierda, como lo ha hecho saber en declaraciones, y afín a políticos de estas corrientes. Economista de profesión y magíster en ciencias políticas, tiene una especialización en alta gerencia. Ha sido dirigente sindical durante 40 años. Percy Oyola, presidente de la CGT, llegó al cargo luego del fallecimiento de Julio Roberto Gómez a comienzos de este año. Ha hecho carrera en otros sindicatos, como la Administración Postal, y fue presidente y fundador de la Utradec, presidente de Sintracomunicaciones, entre otros.

Los camioneros, por ejemplo, son los que más gremios tienen en el Comité. William Chantre, caleño, es presidente de la Asociación de Camioneros Unidos de Colombia que reúne a 860 miembros, de los cuales 243 son propietarios, y el resto, conductores. Él, reconoce, es conductor, y su esposa es propietaria de un carro transportador. Con su liderazgo, logró congregar a un sector importante del transporte que hoy le reclama a Duque, pero sin taponar carreteras.

William Henry Velandia, presidente de Fecode, es otro de los delegados. Es licenciado en Ciencias de la Educación, pedagogo hace 41 años y fue directivo de la CUT en Norte de Santander, su tierra. Le pide al Gobierno garantías para dialogar, financiación de la educación, los elementos de bioseguridad y un proceso de vacunación para los maestros de acuerdo con la realidad del país.

La lista es larga. Aunque no se pretende desconocer al CNP, hay sectores políticos que creen que Duque debería negociar desde las regiones directamente con quienes taponan las carreteras, pues, contrario a las movilizaciones pasadas, el problema no parece resolverse desde Bogotá.