Gobierno Petro describe así a los siete integrantes de la primera línea presos con beneficio de libertad: “Artistas y estudiantes ejemplares”. La polémica estalló de inmediato

La oficina del Alto Comisionado para la Paz entregó los perfiles de los siete jóvenes pertenecientes a la primera línea, dos de ellos ya en libertad, que estarán oficiando como voceros de paz antes de Navidad.

En medio de la polémica por su liberación, el Gobierno nacional emitió un comunicado en el que menciona de manera breve el perfil de cada uno, pero extrañamente se omite cualquier mención a la participaron activa de estos jóvenes en protestas o hechos vandálicos en las calles del país, episodios por los cuales, en teoría, habrían sido privados de la libertad meses atrás.

El primero de ellos es Santiago Márquez Charris, quién salió este miércoles del Centro penitenciario de alta y mediana seguridad de Girón, Santander.

Se trata de un estudiante de Pedagogía de la Universidad Pedagógica en Bogotá.

El comunicado del Gobierno no menciona por qué fue capturado por autoridades, pero sí lo describe como alguien “reconocido por sus profesores por su disciplina y dedicación”.

Dice también que el sujeto está “comprometido con el desarrollo social, la academia y la pedagogía”, y destacan que ha colaborado en jornadas de recolección y entrega de juguetes y ropa para niños de Ciudad Bolívar.

También señalan que ayudó a “pintar y reparar un parque infantil público del sector”, donde también apoyó la siembra de árboles.

Mientras estuvo en el establecimiento carcelario de La Modelo, se dice que ayudó a pintar las escaleras del patio, dejó algunos libros en donación para la biblioteca y ayudó con actividades académicas con algunos otros privados de la libertad. En Girón, retomó sus clases y fue monitor del área educativa.

El rector de la Universidad Pedagógica Nacional lo visitó en la cárcel y luego de eso publicó una columna en El Espectador titulada Un futuro maestro ejemplar, en la que aseguró: “Sin duda, Santiago va a ser un gran maestro, digno egresado de la Universidad Pedagógica Nacional. Lo esperamos de vuelta en nuestra casa”.

El segundo joven es Arles Andrés Bolaños Zemanate, un líder indígena que tiene detención domiciliaria a cargo del establecimiento penitenciario de mediana seguridad y carcelario de Cali, Villa hermosa.

El comunicado del Alto Comisionado lo describe así: “según su madre y su hermano, habitantes de la comuna 18 de Cali, participó en actividades sociales en el centro comunitario La Colina. Nació el 12 de julio de 2002 en La Vega, Cauca. Tiene 20 años de edad, su nivel de escolaridad es sexto de bachillerato. Se vinculó al paro nacional en el punto de resistencia Meléndez, sitio de confluencia hacia el sur de Cali, Jamundí y el Cauca.

Viven en Cali desde hace 14 años, llegaron a vivir donde un familiar que les dio posada. Su mamá trabajó para sacarlos adelante. Después de dos años conocieron la Fundación CEUCOL, que les dio un techo para vivir y estudiar. Allí vivieron ocho años, estudiaron la primaria e hicieron parte en actividades artísticas y culturales”, dice el escrito.

El tercer beneficiado es Adriana Esperanza Bermeo Súa, descrita como defensora de Derechos Humanos y quien salió de la cárcel El Pedregal en Medellín.

Su perfil, según el Gobierno, es este: “Adriana es una joven bogotana que ha dedicado gran parte de su vida a la protección de animales de la calle. En sus actividades de tiempo libre, le gusta el maquillaje artístico, pintar murales y dibujar. Es también defensora de los derechos humanos. La Junta de Acción Comunal de su barrió certificó que “Adriana es una líder comunitaria de nuestro territorio donde desarrolla hace cinco años, en niños niñas y adolescentes, formación en prácticas deportiva y artísticas en el marco de la metodología convivencial”.

También saldrá de su detención domiciliaria Laura Camila Ramírez Enciso, quien se autodescribe como “lideresa de la lucha contra el hambre”.

El comunicado del gobierno la describe así: “nacida en Medellín, Antioquía en 1997 y egresada de Contaduría pública. Ha acompañado diferentes movilizaciones sociales desde la misión médica brindando primeros auxilios. Laura es miembro activo de Procesos para la Gente por la Vida Digna. Se ha destacado por su liderazgo en la lucha contra el hambre de Medellín desde el arte”, dice el documento.

Otro de los jóvenes beneficiados que dejará su detención domiciliaria es Juan Sebastian Galeano Correa, a quien se describe así: “Juan nació en Medellín en 1999 y cursó hasta tercer semestre de informática musical y producción en el Instituto Metropolitano de Medellín. Ha sido líder estudiantil en diferentes instituciones, es artista de comparsas y miembro de la JAC de su barrio Comuna Seis”.

El Gobierno no dice por qué fue capturado, pero sí señala que “ha participado en diferentes actividades de impacto ambiental y fue miembro de grupos scout y gestión de rescate animal”.

También será vocero de paz Álvaro Andrés Duque Ruiz, líder estudiantil y campesino quien se encuentra recluido en la Cárcel de San Isidro, en Popayán.

En su perfil se lee: “Estudiante de historia y líder social. Ha asesorado a los habitantes del barrio Sinaí desde la Coordinación de ‘Los Sin Techo’, con quienes construyó con respaldo de la Pastoral Social ‘La Casa del Pensamiento’”.

el Gobierno señala que “Álvaro hace parte de la Red de Derechos Humanos ‘Francisco Isaías Cifuentes’, integrada por organizaciones sociales, estudiantiles y campesinas que defienden derechos humanos en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca”.

El séptimo joven que saldrá de la cárcel será Bremmen Hinestroza, líder estudiantil y campesino quien se encuentra en la Cárcel de San Isidro, Popayán.

Bremmen, según el comunicado del Gobierno, es “padre de una niña de 8 años y es tallerista de arte dramático y líder social.

“Hace parte del movimiento ‘Los Sin Techo’, que trabaja por viviendas dignas para habitantes que no cuentan con recursos para adquirirlos”, también dice le texto que es miembro de la Red de Derechos Humanos ‘Francisco Isaías Cifuentes’, una red de organizaciones sociales, estudiantiles y campesinas, que defienden los derechos humanos en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca.

En el cierre del texto, el Gobierno anuncia que “los siete voceros de paz estarán antes de Navidad en sus casas”.