Noviazgo entre extranjeros terminó en extorsión en Cartagena

La historia de amor entre una mujer de nacionalidad croata de 29 años y un joven venezolano de 24 que inició en una discoteca del centro histórico de Cartagena y duró aproximadamente dos meses, terminó en extorsión.

De acuerdo con las autoridades, una vez la relación terminó, el hombre identificado como Pedro Miguel Ordóñez Peña empezó a extorsionar a su exnovia, a quien le pedía dinero para devolverle sus tarjetas de crédito y débito, e información financiera.

Ante esa situación la mujer de nacionalidad croata decidió denunciar el caso en la línea de emergencias 165 del Gaula de la Policía Nacional, para poner fin a las llamadas extorsivas por parte del hombre que había conocido meses atrás en medio de un plan de diversión en Cartagena.

De acuerdo con la Policía Metropolitana, mientras la mujer dormía, Ordóñez Peña accedió a su dispositivo móvil para obtener información de cuentas de correos y tarjetas de crédito virtuales y, además, habría modificado algunas de las contraseñas para limitar el acceso.

Con toda esta información los efectivos del Gaula diseñaron un plan y, mientras el hombre recibía de su exnovia 300 dólares a cambio de devolverle la información financiera, fue capturado en flagrancia en el centro histórico de Cartagena.

“El Gaula de la Policía Nacional realiza la captura de un ciudadano de nacionalidad venezolana, momentos en que recibía la suma de 300 dólares a cambio de regresar las claves de acceso a cuentas de correo electrónicos y tarjetas de créditos virtuales, por parte de su víctima de nacionalidad croata”, dijo al respecto el mayor Andrés Felipe Campos Villamil, comandante del Gaula de la Policía en Bolívar.

La Policía también indicó que al momento de la captura Ordóñez Peña portaba un uniforme y elementos distintivos de una plataforma de entregas a domicilios, al parecer para pasar inadvertido mientras cometía el delito.

“Es importante mencionar que estos delincuentes, aparte del delito de extorsión, están inmersos en un delito informático, por acceso abusivo al sistema informático. De allí  que todos los ciudadanos generemos algunas políticas o buenas prácticas para minimizar los riesgos”, agregó el oficial.