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| Foto: Concesionaria vía 40 Express

ECONOMÍA

Duque: vienen dos años ‘cuesta arriba’ en lo económico

El gobierno ha planteado que la reactivación del empleo será uno de los ejes centrales de su plan de reactivación. Pero tendrá que ponerle más empeño a la ejecución, que hasta el momento ha sido más lenta de lo esperado.

8 de agosto de 2020

El presidente y su equipo de gobierno tendrán que jugarse a fondo durante los próximos dos años para sacar al país del estancamiento económico en que lo tiene sumido la profunda crisis provocada por el coronavirus.

Con una economía ‘hecha trizas’ por la pandemia y las medidas de aislamiento adoptadas para frenar los contagios, este año se espera el peor registro de crecimiento en el último siglo: algunos analistas temen que el Producto Interno Bruto caerá cerca del 8 por ciento, lo que implica una enorme destrucción de riqueza, de empleo y la agudización de la pobreza. Y los dos años que vienen podrían estar marcados por la austeridad y la necesidad de aumentar los recaudos, para pagar la abultada deuda contraída este año para enfrentar la pandemia, y paliar sus efectos sociales.

Las cifras en lo corrido del año no son alentadoras. El Dane reportó que a junio más de 4,2 millones de personas habían perdido sus puestos de trabajo y todo indica que al cierre de 2020 el desempleo podría estar bordeando el 20 por ciento. Esa es la peor cifra en este indicador, de las últimas dos décadas.

En materia de pobreza, la cosa también está dura. La Cepal ya advirtió que la pobreza en la región podría subir a niveles del 10 por ciento por efectos de la pandemia. Esto implica que si en Colombia la tasa es de estas dimensiones, la pobreza que en la última década había logrado bajar al 27 por ciento, podría bordear, de nuevo tasas cercanas al 40 por ciento. Una verdadera tragedia social.

El reciente cambio en los pronósticos del Banco de la República dan cuenta de la dimensión de la pérdida de riqueza en el país: mientras el gobierno dijo en junio que la caída del PIB este año podría ser del 5,5 por ciento, el Emisor estima ahora un punto medio de 8,5 por ciento. Una cifra enorme que algunos analistas atribuyen a la mínima y tardía respuesta del gobierno al desajuste social y económico que generó la pandemia. Un reciente informe de la Contraloría General de la República da cuenta de las demoras en reaccionar: hasta el 30 de julio pasado, el gobierno había comprometido entre un 2,5 o 2,6 por ciento del PIB, pero para esa fecha, apenas había girado el 30 por ciento de esos recursos.

Estos pronósticos anticipan que, al menos en el campo económico, los próximos dos años serán una prueba de fuego para el gobierno de Iván Duque. Si bien el gobierno ha dicho que la prioridad para lo que le queda de mandato será recuperar el empleo para que el circuito económico vuelva a fluir, también será necesario acelerar la ejecución de proyectos, algo en lo que normalmente los gobiernos han estado rezagados.

Los anuncios del mandatario, el pasado 20 de julio, se enfocaron precisamente en este reto. Sin embargo, podrían ser insuficientes pese a que involucran recursos por 100 billones de pesos y prevén la generación de al menos un millón de empleos. En la hoja de ruta trazada por el gobierno para adelantar el plan de reactivación Compromiso por el futuro de Colombia, el empleo hace parte del primer eje y la forma de conseguirlo es a través de estímulos a la obra pública, la construcción de más viviendas, la ejecución de proyectos de energías renovables, así como las alianzas público privadas. Sin embargo, buscar 1 millón de empleos luce insuficiente frente a la destrucción casi un 25 por ciento del total del empleo, como se ha visto en la pandemia.

¿Qué tanto margen de acción tiene el gobierno para sacar al país del atolladero en que está por cuenta de la pandemia? Este es el análisis de tres expertos consultados por SEMANA.

Mitigar, pero también actuar

Al ex ministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, le preocupa que en su discurso del pasado 20 de julio el presidente no se haya referido a cuatro temas fundamentales para despejar la enorme incertidumbre que existe en materia económica. Primero, cómo se recompondrán las finanzas públicas una vez pase la pandemia; segundo, cómo será la reforma pensional; tercero, qué piensa hacer el gobierno en materia de reforma laboral y cuarto, cómo se avanzará en el tema de licencias previas.

Jorge Humberto Botero

En materia de recomposición de las finanzas, le preocupa que los pronósticos sean tan optimistas y no se generen las condiciones de confianza y reactivación que se requieren.

“La visión que surge del Marco Fiscal de Mediano Plazo es que este año la economía se contrae pero que el año entrante el gasto extraordinario que estamos realizando para atender la pandemia cesa, la economía se reactiva y crecemos el 6,6 por ciento, y como el gasto extraordinario cae, podemos empezar a repagar las deudas que estamos contrayendo. Pero los analistas económicos no creen en estos cálculos y existe un sentimiento generalizado de que vamos a perder el grado de inversión, y eso puede ser preocupante para el futuro económico del país”, dice Botero.

Frente a la ausencia de anuncios contundentes para sacar adelante reformas claves que requiere el país en materia laboral, pensional y de licencias previas, asegura que podría ser muy perjudicial que el gobierno se paralice y “no se le mida a ninguna de estas reformas”.

Por eso, cree que es hora de que el gobierno comience a moverse para buscar las alianzas políticas que requiere para lograr que estas iniciativas se vuelvan realidad. “El gobierno debe atreverse y moverse hacia el otro lado de la barrera política”, dice Botero. Y cree que la coyuntura actual, de mejora en la imagen del presidente Duque, puede ayudar en ese propósito.

¿Una lenta recuperación?

Pocos creen que la caída de la economía que ha estimado el gobierno para este año, del 5,5 por ciento, se cumpla. El asesor legislativo Javier Hoyos Arboleda prevé que la caída será mas grande y que si bien en el próximo habrá un crecimiento entre 5 y 7 por ciento por efectos estadísticos, en el mejor de los caso apenas sería una recuperación frente a los resultados del 2019. “En la práctica, se ve más lenta la recuperación porque hasta que despegue el mercado internacional podemos hablar de que la situación comienza a enderezarse”, dice Hoyos.

Javier Hoyos Arboleda

Eso sí, cree que habrá que ponerle el acelerador a la infraestructura y vivienda, que son jalonadores de empleo. Por eso, cree que el plan diseñado por el gobierno para la reactivación, está bien enfocado.

Pero además de la estrategia keynesiana para recuperar la economía, el experto legislativo considera que tres reformas son clave para que el gobierno logre remontar la dura cuesta de los próximos dos año: las reformas laboral, pensional y tributaria.

“Una reforma laboral es muy importante, no para bajar ingresos a los trabajadores, sino para mejorar las condiciones que permitan generar más empleo. Ahí las centrales obreras deberán ser mas flexibles y no pensar solo en los que ya tienen empleo, sino en los 4 millones de desempleados”, asegura el experto, quien sostiene que la laboral y la tributaria, aunque suenan impopulares, son el paso necesario para que comiencen a solucionarse problemas estructurales.

Conseguir la aprobación de estas reformas requiere no solo más empuje del gobierno, sino también generar consensos, “no es pasarlas a la berraca o porque hay mayorías, sino lograr consensos de todos sobre la necesidad de sacarlas adelante”, dice.

El gobierno tendrá que moverse más rápido para lograr la anhelada recuperación de la economía. Si se mantiene el esquema tradicional colombiano del ‘gradualismo’, que ha implicado hacer poquito, no endeudarse mucho y cuidad el déficit, la recuperación tardará mucho más en llegar. La mejor opción será, sin duda, adoptar medidas extraordinarias para este tipo de situaciones extraordinarias.