Home

Nación

Artículo

David García, director general de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. | Foto: Archivo particular

BOGOTÁ

“En cuarentena también necesitamos alimento espiritual y eso es la música”

La Filarmónica de Bogotá ha conmovido a miles de personas con sus conciertos y videos en los que aparecen músicos interpretando piezas desde sus casas. SEMANA conversó al respecto con su director general, David García.

7 de abril de 2020

SEMANA: Circula en redes sociales un meme que dice: “Si crees que la cultura no es importante, intenta sobrevivir a la cuarentena sin música, libros o cine”. ¿Cuál es el aporte que le hace la música y el arte a esta situación de cuarentena?

David García (D.G.): García Márquez dijo que “las artes y la cultura deberían ser parte de la canasta familiar” y tenía razón. Es muy importante tener comida, medicinas, pero cuando el ser humano se encuentra solo y está desprovisto de toda superficialidad necesitamos alimento espiritual y eso es la música y en general el arte. 

SEMANA: ¿De qué forma se alimenta usted espiritualmente?

D.G.: Estoy aprovechando que varios museos del mundo han dado acceso gratuito a sus salas a través de visitas virtuales. A las seis de la mañana siempre hago yoga y luego escucho algún concierto. No siempre son de música clásica porque me gusta toda la música, aunque el último que escuché fue el concierto para violín número 2 del compositor polaco Krzysztof Penderecki, quien acaba de fallecer. También estoy leyendo Autobiografía de un Yogui, de Paramahansa Yogananda y  Esto lo cambia todo, de Naomi Klein. Este último es bien interesante porque hizo un análisis de cómo estamos destruyendo la naturaleza y cómo íbamos a entrar en un colapso por esa forma de relacionarnos con el planeta.

SEMANA: ¿Cómo deciden en la Filarmónica de Bogotá llevar el concierto en vivo vía streaming y algunas piezas grabadas desde casa a los bogotanos?

D.G.: Todo se nos ocurrió cuando nos dijeron que no podía haber aglomeraciones de más de 500 personas. Antes de que se declarara la cuarentena, hicimos un concierto en el Teatro de Bellas Artes de Bogotá con la orquesta principal que tiene casi 100 integrantes. Al teatro no podía ir nadie y por eso decidimos transmitirlo por redes sociales. La sorpresa fue que si se hubiera hecho de forma presencial, solo habríamos llegado a los 600 espectadores que le cabe al teatro, pero como era por redes sociales, alcanzamos a más de 40.000 personas. 

SEMANA: También decidieron hacer una versión de Colombia tierra querida con grabaciones caseras de los músicos... 

D.G.: Así es. Cada músico de la orquesta principal de la Filarmónica de Bogotá se grabó con su celular desde su casa y todos quisieron vestirse de forma elegante como habían hecho en un concierto presencial. Cuando cada uno grabó su parte se editó el material y se compartió por redes sociales. Este video también ha llegado a miles de personas. Muchas filarmónicas y sinfónicas en el mundo están reproduciendo grabaciones antiguas, pero no queríamos dejar de producir música en este tiempo aunque el sonido y los problemas técnicos fueran un desafío.

SEMANA: Otros músicos han hecho lo mismo. ¿Han tenido algún referente en especial?

D.G.: Desde hace más de 20 años la música clásica empezó a preguntarse cómo llegar a públicos más amplios. Una de las primeras cosas que hicieron fue la grabación de los tres tenores, Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo y reprodujeron ese CD 10 millones de veces. Otro ejemplo es que desde hace años la Filarmónica de Viena hace un concierto todos los primeros de enero a las once de la mañana (6 a.m. hora Colombia) y ese concierto lo ven por streaming 90 millones de personas. Desde entonces varias filarmónicas hacen lo mismo. Vimos también que la Filarmónica de Rotterdam está haciendo lo mismo.

SEMANA: ¿Qué conciertos tuvieron que cancelar por cuenta de la emergencia sanitaria?

D.G.: Con la principal teníamos programación para todo el año. La Filarmónica da un concierto semanalmente así que fueron muchos los eventos aplazados. Teníamos varios espectáculos en conmemoración de los 250 años de Beethoven. Íbamos a hacer presentaciones en la Plaza Santa María, un show con el humorista Andrés López que estamos viendo si se puede hacer de forma digital. También había uno en el Movistar Arena con la dirección de José Carreras y todo eso se canceló. Pero desde la filarmónica hemos visto no como una limitación, sino como una ventaja para llegar al público de otra manera.  

SEMANA: La Filarmónica tiene varias orquestas. ¿Qué están haciendo las juveniles?

D.G.: También están grabando con celular. Estamos preparando para el 9 de abril, Día Nacional de las Víctimas, un concierto de 15 minutos con una obra del maestro Francisco Zumaqué y con textos de Humberto Dorado y con la adaptación y una puesta en escena que hizo hace seis años Nicolás Montero, hoy secretario de Cultura. 

SEMANA: Muchos niños que hacen parte de los colegios del Distrito también recibe clases de música de la filarmónica. ¿Se han seguido dando las clases?

D.G.: Estamos atendiendo a 26.000 niños de colegios públicos, de 17 localidades de Bogotá. Aunque el programa no se puede hacer presencial, cerca de 400 profesores están dando las clases de forma virtual. En algunos casos cuando los niños no tienen computador, lo hacen a través del celular y la Secretaría de Educación ha hecho un esfuerzo para proveer lo necesario a los alumnos para que puedan seguir practicando. Los profesores, por su parte, han tenido que idear nuevas estrategias porque a veces es complicado enseñar de forma presencial, imagínate virtual. 

SEMANA: Muchos de los conciertos de la Filarmónica son gratuitos, pero en algunos casos cobraban y podían obtener recursos propios. ¿Qué han pensado para compensar?

D.G.: La alcaldesa Claudia López le ha dado todo el apoyo a la cultura y la filarmónica sigue manteniendo su presupuesto, que sale de los impuestos de todos los bogotanos. Es decir que en teoría los conciertos no son gratuitos, sino que se pagan con el dinero de los ciudadanos para que los que quieran puedan ir. Gracias a eso podemos seguir funcionando, aunque se hayan cancelado conciertos por los que ibamos a tener otros recursos. 

SEMANA: ¿Qué vendrá para la Filarmónica de Bogotá después de la cuarentena?

D.G.: He reflexionado mucho sobre la reproductibilidad tecnológica. Sobre autores como Adorno, Horkheimer, Walter Benjamin… Tendremos que fortalecernos digitalmente mucho más para poder llegar al público de otras formas. Por que si bien es cierto que no es lo mismo ver un concierto por pantalla que la experiencia de verlos en el escenario en vivo, también es cierto que con las plataformas digitales se gana acceso a nuevos públicos. El concierto que te decía del Teatro de Bellas Artes ha llegado a gente en México, Ecuador, Estados Unidos y Australia. Y eso era lo que queríamos, llegar a más gente.