Bogotá
“Eso no me va a devolver a mi hijo”: así reaccionó la adolorida madre de Juan Esteban, asesinado en TransMilenio, ante la captura del presunto asesino
Aun así, Mayerli Ceballos pide la máxima pena para el responsable de quitarle la vida a su hijo de tan solo 15 años de edad.
Después del atroz asesinato del joven Juan Esteban Álzate, de 15 años, al interior de un bus de TransMilenio el pasado sábado 8 de octubre en Bogotá, tras recibir heridas de arma blanca en rl pecho a manos de otro usuario que le reclamó airadamente porque lo había pisado sin intención alguna, las investigaciones de las autoridades dieron fruto.
La Fiscalía le imputará el delito de homicidio agravado y solicitará una medida de aseguramiento en centro carcelario, por considerar que claramente es un peligro para la sociedad.
Luego de conocerse la captura de Agamez, la madre de Juan Esteban Alzate, Mayerli Ceballos, en diálogo con SEMANA agradeció a las autoridades por la agilidad del proceso, pero subrayó que esta captura no le regresará la vida a su hijo.
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“La verdad, la verdad, eso no me va a devolver a mi hijo y no me va a quitar el dolor que tengo en el corazón, ni va a cubrir la falta de mi hijo, pero me siento agradecida con la Policía que hicieron posible la captura”, precisó Ceballos.
La madre, en medio de su dolor por la partida de Juan Esteban, a quien le dio este jueves el último adiós en Jardines del Apogeo, le pidió a la justicia una condena ejemplar para Agamez.
“Yo pido la máxima pena para ese asesino que causó esta tragedia y dejó tanto dolor en mi corazón y en el de sus hermanitos”, precisó Mayerli Ceballos.
Así fue el crimen
Juan Esteban Álzate Ceballos había salido en la tarde del sábado 8 de octubre con su novio y una amiga a disfrutar de unos tragos y chichas en el Chorro de Quevedo, en La Candelaria, en el centro de Bogotá, pero de regreso a casa terminó perdiendo la vida por una vil puñalada que recibió en el pecho a manos de otro usuario de TransMilenio.
Ceballos narró cómo sucedieron los hechos en los que su hijo perdió la vida. “El problema empezó porque él estaba con el novio, mi hijo es gay, pero el hecho de que sea gay no daba para que me lo fueran matando de esta manera, porque él era una persona común y corriente, desde los 8 años él ya tenía definida su orientación sexual”, precisó en un primer momento.
Posteriormente, agregó: “todo inició en la estación de Ricaurte cuando mi hijo le pisó la chancla y esta persona le dijo que tenía que arrodillarse y pedirle perdón, a lo que mi hijo se negó, y empezó a encararlo, y de un momento a otro sacó la navaja y me lo mató con dos puñaladas en el pecho”.
Con la voz entrecortada recuerda cómo fueron los angustiantes momentos cuando se enteró de que su hijo se debatía entre la vida y la muerte. “A mí, el novio me llamó desesperado, llorando, y me dijo señora Estefanía, a Esteban me lo apuñalaron acá en el TransMilenio”. Desde ese momento, a la madre del menor se le empezó a desmoronar el mundo en mil pedazos.
Aferrado a un milagro, Esteban, a pesar de la gravedad de las heridas, aún se encontraba con vida mientras era trasladado al Hospital Santa Clara. “Después me volvió a llamar a avisarme que al niño lo habían metido a cirugía, pero luego me comunicó que Esteban no aguantó la operación y finalmente murió. Yo no alcancé a llegar al hospital, cuando lo hice, ya mi hijo estaba muerto”, afirma Estefanía.
El vacío que deja Juan Esteban en su familia es demoledor. Era uno de los mayores de un total de seis hijos. “Él era el que seguía después del mayor, yo tengo un hijo de 20 años que está en el Ejército, y seguía él, Esteban”, contó su mamá.
A pesar de que Esteban llevaba dos meses viviendo con su pareja, su mamá señala que la relación con su hijo era estupenda, pues como lo subraya, “yo con el papá de Esteban me separé hace muchos años y, en pocas palabras, yo fui papá y mamá para él”. De hecho, ambos trataban de compartir el mayor tiempo juntos que fuera posible.
En Bogotá continúa la conmoción por el atroz asesinato del joven Juan Esteban Alzate Ceballos, de solo 15 años de edad, ocurrido el sábado 8 de octubre en horas de la noche en una estación de TransMilenio luego de haber pisado sin intención a otro usuario dentro del bus articulado, según varias versiones de los testigos. El presunto asesino fue capturado en Montería, Córdoba.
El presunto asesino, que será presentado ante jueces de Control de Garantías, fue identificado como Gustavo Adolfo Agamez, un hombre que en medio de una discusión apuñaló al adolescente. La Fiscalía imputará el delito de homicidio agravado y solicitará una medida de aseguramiento en centro carcelario, por considerar que claramente es un peligro para la sociedad.
Desde el primer momento en el que ocurrieron los hechos, las autoridades no han perdido un solo minuto para agilizar las investigaciones. Han estado analizando cada movimiento de las cámaras de seguridad aledañas a la estación de CDS Carrera 32, lugar donde ocurrió el crimen, para lograr establecer cuál fue el recorrido que hizo el agresor.
En primera medida, con información de los testigos del hecho, se logró determinar que en total fueron cuatro personas, tres hombres y una mujer, los que habrían increpado al joven Juan Esteban al interior del bus de TransMilenio, pero solo una de ellas, un hombre, fue el que sacó el arma blanca para apuñalarlo en el pecho.
Fuentes muy cercanas a la investigación le dijeron a SEMANA que el agresor ya habría sido identificado y, al parecer, correspondería al nombre de Gustavo Adolfo. Este sujeto se movilizaría por el suroccidente de la capital del país.
Vale la pena recordar que en diálogo con SEMANA, la madre de la víctima comentó que “todo inició en la estación de Ricaurte cuando mi hijo le pisó la chancla y esta persona le dijo que tenía que arrodillarse y pedirle perdón, a lo que mi hijo se negó, y empezó a encararlo, y de un momento a otro sacó la navaja y me lo mató con dos puñaladas en el pecho”.
De esa manera acabó la vida de Juan Esteban Alzate Ceballos, quien había salido en la tarde del sábado 8 de octubre con su novio y una amiga a disfrutar de unos tragos y chichas en el Chorro de Quevedo, en La Candelaria, en el centro de Bogotá, pero quien de regreso a casa terminó perdiendo la vida por una vil puñalada que recibió en el pecho a manos de otro usuario de TransMilenio.