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Gustavo Petro | Foto: Alexandra Ruiz

Política

Los seis temas donde se concentran las críticas a Gustavo Petro

En medio de la campaña, se ha desatado un intenso debate en torno a las principales propuestas del candidato del Pacto Histórico.

16 de marzo de 2022

Hay seis cosas de Gustavo Petro que, según sus críticos, asustan a muchos colombianos en caso de que llegue a ser Presidente. Petro trata de desvirtuar esas preocupaciones.

Sus enemigos políticos lo ven como “populista” y se lo recuerdan en todo momento y esas dudas que generan inquietudes en algunos sectores son a la vez fortaleza del candidato frente a sus electores.

“Petro expropiador”

Aunque Petro asegura que jamás ha pronunciado la palabra “expropiar”, sus teorías de quitarles a los ricos para darles a los pobres, que él llama “democratizar”, ha suscitado temor.

Los colombianos y el mundo entero tienen claras todavía las imágenes de Hugo Chávez por las calles de Caracas, señalando con su dedo índice cualquier tipo de negocio o edificación con su contundente sentencia: ¡”Exprópiese, exprópiese...!”.

En 2018, cuando era candidato presidencial, Petro dijo que las tierras de algunos cañicultores en el Cauca y el Valle deberían entregarse a los pobres.

“Bonito sería el gesto que decidiera, una vez la Colombia Humana sea el nuevo gobierno, que le entregue Incauca al Estado para que el Estado empiece a entregarla al pequeño y mediano productor agrario para producir alimentos e industrializarlos en Colombia”, dijo el entonces candidato en Yumbo (Valle).

En un debate en el Congreso, en octubre de 2021, Petro lo dijo mucho más claro. “Los poseedores que ven la tierra como poder y no como instrumento productivo, tienen que retroceder, deben liberar la tierra y yo propongo comprársela no para que quede de propiedad del Estado, sino para que sea de propiedad de quienes ven la tierra como un instrumento de producción, es decir comprarle las haciendas a Álvaro Uribe Vélez para que allí se pueda producir comida, dado que él la piensa como un instrumento de poder”.

Esa tajante advertencia que Petro hizo en el sentido de que los poseedores de tierra que él crea que no son productivos “tienen que retroceder”, y entregar sus propiedades para que los pobres las trabajen, ha hecho preocupar a muchos colombianos, no solo a grandes terratenientes.

En el debate del pasado lunes, de SEMANA y El Tiempo, Petro fue más allá y explicó su nuevo concepto de “democratizar” la propiedad, que es lo que muchos interpretan como expropiación.

Habló de que los ricos cedan parte de sus tierras, como parte de los impuestos ―que serían aumentados― para dárselas a los pobres.

Y le explicó la diferencia de lo que para él sería “democratizar”: “Si se hacen distritos de riego a 22 millones de hectáreas cultivables, usted puede cobrarle al poseedor, que por lo general es un latifundista, la valorización de la obra pública, que se llama riego, en tierra, en vez de cobrarle en dinero. Y esa tierra se la entregas a un campesino”.

“A mí lo que me preocupa de lo que vengo oyendo de Petro es que con el vocablo de democratización se esté escondiendo un talante arbitrario, de desconocimiento de la propiedad privada, y tenemos que tener mucho cuidado con eso porque así han comenzado las guerras”, dijo Ingrid Betancourt.

“Democratizar es cumplir con la ley en la que los colombianos tienen sus derechos y los defienden. Pero no puede ser un subterfugio para esconder prácticas autoritarias y casi dictatoriales. Democracia no quiere decir castigar a los que tienen para darles a los amigos”, agregó Betancourt.

Ojo con las pensiones

Algunos creen que la propuesta de Petro de tomar los recursos de las reservas de las pensiones para gastársela en subsidios es “robarles” los ahorros a los pobres.

“Si yo quiero lo primero, entonces tengo que reformar el actual sistema pensional. Si eso lo logro, tengo el recurso, 18 billones de pesos anuales, para pagar medio salario mínimo a cada uno y una de las personas de tercera edad que hoy no tienen pensión. Logramos 100 % de cobertura, es decir, el derecho a la pensión”, explicó Petro.

Petro, además, quiere pagar 500.000 pesos mensuales a cada madre cabeza de familia ―según sus cuentas son 5.800 mil― lo que le costaría 30 billones de pesos anuales.

Muy por encima, en apenas unos subsidios, Petro se piensa gastar más de 50 billones de pesos anuales para redistribuir el ingreso.

El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, considera que la propuesta de Petro “lo único que logra es darle caja al Gobierno en el corto plazo para financiar posiblemente el populismo”.

El presidente Iván Duque también salió en defensa de los ahorros de los pensionados y calificó la propuesta de Petro de “populista”.

Dijo que se trata de una estrategia que pretende convertir ese tipo de recursos, que son sagrados para los ciudadanos, en “plata de bolsillo” para financiar propuestas populistas.

Cuando Petro, en el debate de SEMANA y El Tiempo, intentó defender su propuesta sobre el modelo de pensiones, citó como ejemplo a Francia y la candidata Ingrid Betancourt, que vive en ese país, lo rectificó y le dijo que por cuenta de ese sistema pensional que él quiere implantar es que Francia tiene el peor déficit en sus finanzas públicas.

EPS, en la mira de Petro

Las Empresas Prestadoras de de Salud (EPS) también están en la mira de Gustavo Petro, pues asegura que estas convirtieron los derechos en un negocio.

En este, como en otros escenarios, Petro quiere una mayor participación del Estado que de los privados. Para el candidato de la Colombia Humana, debe hacerse énfasis en la prevención de la enfermedad, responsabilidad que estaría a cargo de las agencias del Estado.

La propuesta de Petro en salud contempla que equipos médicos y paramédicos “vayan directamente a las familias en sus casas, a la niñez en los jardines y colegios, a los jóvenes en la universidad y a los trabajadores y empresarios en los centros laborales, donde se intensificarán las acciones para prevenir accidentes y muertes en el trabajo”.

“El país se organizará en territorios saludables para el buen vivir a escala veredal, de corregimientos y municipal en las zonas rurales. En comunas y localidades en los centros urbanos se organizará de tal manera que equipos de salud conformados por auxiliares de salud pública, personal de enfermería, médico, odontológico y el conjunto de técnicos y profesionales de la salud adelanten labores de promoción, prevención y atención resolutiva con alto nivel de soporte tecnológico”, escribió Petro sobre su propuesta de salud en una columna para Portafolio.

El componente estatal tendría una mayor preponderancia en el nuevo modelo de prestación de salud.

La banca central

Analistas nacionales y extranjeros reconocen en la independencia del Banco de la República, uno de los grande avances de la Constitución de 1991.

Aunque el Presidente interviene en la conformación de su junta directiva, la norma estableció un método que no permite que el Presidente de turno tenga el “control” de la autoridad monetaria.

El Ministro de Hacienda, quien asiste a la Junta del Banco, no tiene voto en ella.

Pero Petro quiere meterle la mano al Banco Central. Ha dicho que si es elegido Presidente hará las reformas para que en la Junta de la entidad tengan representación otros sectores.

“Me parece clave que la Junta Directiva del Banco tenga una presencia de la sociedad”, lo que significaría que estuvieran allí voceros de sectores productivos.

Su iniciativa también ha sido calificada como “peligrosa” o “engañosa”, por cuanto esos sectores productivos podrían inclinarse por la defensa de sus intereses en desmedro de otros que no logren esa representación.

Enterrar el petróleo

Gustavo Petro ha dicho que si es elegido Presidente de la República firmará el 7 de agosto un decreto mediante el cual se prohibirán nuevas exploraciones de crudo en Colombia.

Su anuncio ha llenado de “temor” a muchos sectores por el riesgo de que ese hecho puede significar una “catástrofe” para las finanzas del país.

Los ingresos por petróleo, de Colombia, dependiendo de los precios, pueden estar alrededor de 19 mil millones de dólares al año. Y son la base de divisas para financiar las importaciones.

Dependiendo del precio, que fluctúa de manera constante, el petróleo puede representar entre el 45 % y 50 % de las exportaciones de Colombia.,

En enero de 2022, según el Dane y la Dian, las exportaciones de combustibles tuvieron un crecimiento del 71,6 %, con un valor de US$2.092,4 millones, lo que representaron un 55,3 % del total de las exportaciones colombianas.

Ecopetrol, que tiene participación de accionistas particulares, cerró el 2021 con 16.7 billones de utilidades, una de las más altas de su historia.

El negocio del petróleo está en alza por las tensiones internacionales y por el aumento de la demanda. En la actualidad, el precio por barril está llegando a los 100 dólares, lo que lo hace mucho más atractivo.

A juicio de los expertos, enterrar el petróleo en Colombia por asuntos ideológicos en momentos en que sus precios mejoran significa enterrar riqueza. Destruir una riqueza de los colombianos.

El sector petrolero estima que para este 2022 la inversión en exploración petrolera estará por encima de mil millones de dólares.

Francisco José Lloreda, quien representa a las empresas petroleras en Colombia, considera que la propuesta de Petro es muy dañina para el país. Las siguientes son sus reflexiones sobre lo que ocurriría si se cumple el plan de Petro.

“Suspender la exploración es condenar al país a declinar su producción de petróleo y gas, hasta perder la autosuficiencia y tener que importar petróleo para cargar las refinerías y gas para abastecer el consumo.”

“Condenar a los colombianos a pagar combustibles líquidos, (gasolinas y diésel) más costosos”.

“Condenar a 11 millones de hogares en Colombia a pagar un gas natural más costoso, y a las industrias que utilizan el gas como fuente de energía”.

“Condenar a 3.5 millones de hogares que usan Gas Liquido Propano, GLP, un derivado del petróleo, a pagar un gas más costoso”.

“Condenar al país a pagar una electricidad más costosa y con riesgo de no prestar el servicio en horas poco y de apagones pues el respaldo del sistema eléctrico del país es el gas natural, más del 25 % de la electricidad es con gas natural”.

“Condenar a los colombianos a pagar productos agrícolas más costosos, no solo por el mayor costo del transporte, que se vería incrementado, sino por el precio de los fertilizantes y los insecticidas, y otros insumos agrícolas derivados del petróleo”.

“Condenar a los colombianos a pagar más impuestos para sustituir lo que aporta esta industria; en estos cuatro años serán casi $100 billones de pesos y para el cuatrienio 2022-2026 son $130 billones proyectos”

“Es condenar a las regiones, y en especial a las petroleras a recibir cada año menos regalías para inversión; en los últimos tres años fueron $23,6 billones”.

Los aliados

Algunos tienen miedo de que Petro, si es Presidente, se lleve como grandes aliados de su gobierno a los excombatientes de las Farc y a personas como Piedad Córdoba, acusada de haber auxiliado a esa organización en su industria criminal del secuestro.

El candidato presidencial de Equipo por Colombia, Federico Gutiérrez, le ha cuestionado a Petro haya defendido a ‘Jesús Santrich’ e ‘Iván Márquez’, aliados de Nicolás Maduro en el narcotráfico.

Los exguerrilleros de las Farc, congregados en el partido Comunes, son aliados del candidato de la Colombia Humana.

Petro ha desmentido que tenga alianza con ellos, pero los dirigentes de este partido han expresado todo el tiempo su apoyo a Petro.

Aunque las Farc firmaron la paz y llegaron al Congreso mediante un acuerdo político refrendado por el Congreso, algunos sectores consideran que no le han cumplido al país con temas como compensar a sus víctimas.

Los exFarc van a formar parte de la gran coalición de fuerzas de izquierda en el Capitolio, que ahora tendrán más poder y apoyarán las reformas de Petro, si es Presidente.