Miembros del Inpec formaban parte de temida banda dedicada a extorsionar ciudadanos desde la cárcel

Tras realizar varias diligencias de allanamiento y registro contra la extorsión en el país, funcionarios de la Fiscalía General de la Nación y el Gaula de la Policía se llevaron una insólita sorpresa al encontrar que cinco miembros del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), entre ellos un cabo y cuatro guardianes, presuntamente formaban parte de una temida banda dedicada a extorsionar desde diferentes cárceles y, por ende, implicada en actividades delictivas.

Lo más inaudito de la situación es que, de acuerdo con información oficial entregada por las autoridades, además de contar con varios elementos para realizar sus actividades de extorsión, estas personas contaban con material de brujería y magia negra, así como con altares desde los que, antes de sus robos, rezaban a duendes que tenían en sus manos billetes de diferentes denominaciones.

“La brujería negra supuestamente para antes de hacer las llamadas telefónicas haciéndose pasar por sobrinos de la víctima o por grupos al margen de la ley, esto para atemorizar a la comunidad. Terminan utilizando unos duendes en donde colocaban un dinero en pesos colombianos y de esta forma, al parecer, rezaban a esos duendes para que les permitiera que les fuera bien en la extorsión”, expresó en rueda de prensa el general Fernando Murillo, director del Gaula de la Policía.

De hecho, los agentes mencionaron que en La Picota, uno de los centros de reclusión de Bogotá, lograron ubicar una gran central clandestina desde donde estos delincuentes llamaban a sus víctimas valiéndose de algunos dispositivos en los que encontraron sonidos de sirenas de ambulancia, de la Policía y hasta de anuncios de aeropuertos.

“Es la forma como los delincuentes terminan haciéndole creer a las víctimas que realmente están hablando con autoridades (...) Es algo sencillo, pero que lleva a la ingenuidad de los colombianos, que muchas de las personas caigan en estas extorsiones y, desafortunadamente, no se denuncie”, indicó el director del Gaula.

De otro lado, según el general Murillo, los cinco miembros del Inpec capturados en lo corrido del año han extorsionado a la población carcelaria y a sus familias. “Primero para no sancionarlos y afectarlos internamente en los centros de reclusión, y segundo para permitirles o ellos prestarse para ingresar equipos de telefonía móvil y entregársela a los reclusos desde 100.000 hasta 500.000 pesos”, aseveró.

La Fiscalía, por su parte, puntualizó que en medio de la jornada investigativa y judicial también fueron capturados siete presuntos integrantes de una organización denominada Los Carceleros, señalados de delinquir específicamente en Villavicencio, departamento del Meta.

Con los equipos que se comercializaban clandestinamente se hicieron varias llamadas extorsivas y amenazas contra ciudadanos de diferentes ciudades de Colombia. “Un fiscal especializado del Gaula imputó a estas siete personas por el delito de extorsión consumada en concurso heterogéneo y sucesivo. Por disposición del juez de control de garantías, los procesados deberán cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad”, informó la entidad.

Incluso, en las diligencias de allanamiento y registro en 22 centros carcelarios, que se realizaron principalmente en los departamentos de Antioquia, Arauca, Atlántico, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Huila, Meta, Putumayo, Risaralda Sucre y Valle del Cauca, fueron hallados 423 celulares, 900 sim cards, 8 micro SD, 191 cargadores y 549 armas blancas.

Por último, la delegada para la Seguridad Ciudadana indicó que durante el año 2020 se ha registrado una reducción del 15 % en los casos de extorsión en todo el territorio nacional. A su vez, 138 bandas han sido desarticuladas y 2.144 personas que han estado dedicadas a este delito han sido capturadas.