Nación
Miguel Uribe Londoño cuenta, por primera vez, por qué el ataúd de su hijo no fue abierto en su funeral
El senador y precandidato del Centro Democrático murió el 11 de agosto de este año en la Fundación Santa Fe, en Bogotá.
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El pasado 7 de junio, el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay fue atacado a bala por un sicario menor de edad, en instantes en que el político se encontraba ofreciendo un discurso en el parque El Golfito, del barrio Modelia, localidad de Fontibón, en Bogotá.
Gravemente herido, el congresista fue llevado en ambulancia a un centro médico cercano y, posteriormente, trasladado a la Fundación Santa Fe, donde luchó por su vida durante más de dos meses en la unidad de cuidados intensivos. Murió el 11 de agosto.
Ahora, cuando familiares, amigos y seguidores de Uribe Turbay tratan de reponerse de ese trágico hecho, Miguel Uribe Londoño, padre del congresista asesinado y hoy precandidato presidencial, contó por primera vez, en una entrevista, por qué el ataúd de su hijo no fue abierto durante su funeral.

“Hubiera querido estarle tocando la mano; lo que pasa es que el cadáver de él no lo pudimos exponer abierto porque, como había muerto de ese accidente, al morir, a pesar de que llevara 64 días en la clínica, nos obligaban a que Miguel tenía que ir a Medicina Legal. Y en Medicina Legal destruyeron ese cadáver; eso fue grotesco, eso no tenía por qué pasar. Han debido simplemente cumplir la formalidad de recibirlo y devolverlo”, dijo Uribe Londoño en el videopódcast ‘Vamos pa’ eso’.
El padre del congresista asesinado aseguró que el cuerpo de Miguel estaba tan destruido que hasta le quedaba difícil recordar cómo lo entregaron a sus familiares.
“No te puedo narrar lo que yo vi. Terrible. En este caso es la peor escena de todas. Por eso tuvimos que cerrar el ataúd”, agregó en el videopódcast citado anteriormente.
Por otra parte, Uribe Londoño afirmó que haber estado en la ceremonia religiosa en la Catedral Primada de Bogotá le trajo a la mente los recuerdos del día en que también despidió, en ese mismo lugar, a su entonces esposa y madre de Miguel, la periodista Diana Turbay, asesinada el 25 de enero de 1991 durante un fallido operativo de rescate mientras estaba secuestrada por el cartel de Medellín.
“Me recordó todo lo de hace 34 años, porque hace 34 años, en esa misma Catedral, había entrado cargando un ataúd, teniendo a Miguel cargado en mi brazo con cinco años, que yo sentía que se me caía, y aquí [señala su brazo derecho] el ataúd. Y se me vino toda esa historia a la cabeza. Y luego cuando veo al niño (Alejandro), ese niño inocente, poniendo las flores en el ataúd del papá. Para mí era una escena dolorosísima”, dijo Uribe Londoño en ‘Vamos pa’ eso’.


