Por insultos y maltratos a su pareja, que quedaron registrados en video, abren investigación a Jesús Ariza, diputado de Santander

Casi un mes después de que el diputado a la Asamblea de Santander, Jesús Ariza, renunciara a la presidencia de esa corporación, después de que se conociera un polémico video en el que insulta a su pareja y confiesa haber usado sustancias psicoactivas, la Procuraduría le abrió una investigación disciplinaria que lo pone en aprietos por el escandaloso caso.

La investigación estará liderada por la Procuraduría Regional de Instrucción de Santander después de que el abogado de la mujer víctima, Alfonso Gómez, pidió protección a las autoridades para ella y su hijo menor de edad, después de que se conociera la polémica grabación.

Hay que recordar que en el video se evidenció al diputado cuando le dijo a su entonces pareja: “Malparida, ¿usted piensa que no escuché el carro que se fue?”, a lo que la mujer le pregunta si consumió alguna sustancia, y el entonces presidente de la Asamblea de Santander confiesa: “perico, el que usted me vendió a mí”.

“La víctima reclama protección en relación con posibles actos de reiteración, con situaciones de riesgo que le puedan generar las denuncias que valientemente ha decidido iniciar ante la Fiscalía General de la Nación, particularmente con la representatividad social que tiene el diputado y el cargo que ostenta. Existen esos temores de algún riesgo contra la víctima”, dijo Gómez.

Ahora, al expresidente de la Asamblea de Santander lo investigan para determinar si las ofensas a su entonces pareja se consideran como una falta disciplinaria.

Para esa indagación se empezaron a recolectar pruebas como la hoja de vida de Ariza, el video en el que aparece el exfuncionario insultado a su esposa Estefanny Pico, así como la declaración de la víctima; también, la versión libre del investigado y todas las actuaciones que ha iniciado la Comisión de Ética de la Asamblea de Santander contra quien fue su presidente.

La decisión de la Procuraduría cita que “se le advertirá que, de conformidad con lo señalado en el artículo 112 de la Ley 1952 de 2019, tiene derecho a, entre otros, acceder a la actuación, designar apoderado, ser oído en versión libre en cualquier etapa de la actuación hasta antes del traslado, para presentar alegatos previos al fallo de primera o única instancia, solicitar o aportar pruebas y controvertirlas, e intervenir en su práctica, obtener copias de la actuación y presentar alegatos antes de la evaluación de la investigación”.

El diputado de Santander también se puede cobijar del beneficio de la confesión y aceptación de los cargos que puede servir como un elemento para que sea llamado a juicio.

Hace tan solo un mes el entonces presidente de la Asamblea de Santander expresó en un texto que “manifiesto a la honorable corporación, que he tomado la decisión de renunciar a mi curul de diputado del departamento y a la presidencia de la misma, con el propósito de preservar la dignidad de la Asamblea y el normal ejercicio de sus atribuciones públicas, y simultáneamente dedicarme a la defensa de mi buen nombre y de mi presunción de inocencia ante las descontextualizadas denuncias promovidas en mi contra por una presunta violencia intrafamiliar”.

En esa carta, explicó que su familia está conformada en su mayoría por mujeres, y “jamás incurriría en una conducta que pudiere hacerle daño a una mujer”. Pero, además, también explicó que no es adicto a las drogas ni a las sustancias psicotrópicas, ni ejerció violencia contra la denunciante, a quien la terminó señalando de haber “montado una campaña de desprestigio en mi contra, a través de la producción y edición de videos espurios y manipulados”.