Tik Tak: al rey Carlos III le tocó trabajar en serio

Suena el segundo Tik Tak de hoy martes 13 de septiembre en SEMANA y suena por los lados de la importancia que tiene la visita de Carlos III a Belfast, capital de Irlanda del Norte, por primera vez como rey.

Allí los nacionalistas, que desde hace años intentan independizarse de la corona británica, fueron precisamente los responsables del asesinato en 1979 de lord Mountbatten, el tío abuelo que Carlos adoraba como si fuera su verdadero padre, con quien la relación fue siempre distante y tirante.

A la reina Isabel II precisamente se le reconoce su gran contribución para que en Irlanda se reconciliaran dos comunidades históricamente enfrentadas: la unionista, que es protestante, y la nacionalista, que es católica.

Pero lo primero que ha hecho Carlos III como rey, muy inteligentemente, es visitar las naciones del Reino Unido, para que reconozcan su autoridad. Sobre todo Escocia e Irlanda del Norte para despejar cualquier amenaza de secesión, que desde luego existe.

Principalmente, después del Brexit, que es rechazado especialmente por Irlanda del Norte. Mientras tanto su famosa madre sigue siendo noticia, porque aún después de fallecida continuó como símbolo de unidad. Por eso, su féretro hizo una parada larguita en Edimburgo, la capital escocesa, y apenas esta tarde será trasladada a Londres para su funeral, que será el próximo lunes.

Así, entonces, comienza el trabajo, a sus 73 años, de Carlos III de ser rey, pero sin el magnetismo y el prestigio, por ahora, que caracterizaron a su famosa madre. Pues sí, le tocó trabajar a la edad en la que muchos aspiramos a retirarnos. Así es la vida de la monarquía.

Escuche el primer Tik Tak de María Isabel Rueda

Tik Tak: ¿complot mediático contra la ministra de Minas del gobierno Petro?

Pasar del mundo académico al político no es fácil. Es sinónimo de trastearse al foco de la opinión pública. Pero ella se siente perseguida por sus polémicas y a veces equivocadas salidas, y ahora sostiene que hay una “matriz mediática” para tirársela. O madura, o le va a quedar grande el cargo. Escuche a María Isabel Rueda.

Suena el primer Tik Tak de hoy martes 13 de septiembre en SEMANA y suena por los lados de la ministra de minas de energía, Irene Vélez Torres, que lleva en línea varias salidas en falso que tiene su conocimiento del sector, que le encargó el presidente Gustavo Petro, nada menos que el de Minas y Energía, en el ojo del huracán.

Pero ella ha resuelto que todo se debe a que los medios le tienen ojeriza. Porque anuncia que importaremos gas de Venezuela sin que haya oleoductos y teniendo nosotros gas, porque va al Congreso de Minería y propone la teoría del decrecimiento que es una de tantas teorías económicas que tienen sus pros y sus contras, pero que no parece apropiada para este momento de la humanidad en una época pospandemia en la que la pobreza requiere urgentemente crecimiento económico para que se pueda redistribuir abundancia y no escasez.

Luego se equivocó en una cifra clave, como fue la del déficit del Fondo de Estabilización de Combustibles que es de diez billones y ella dijo que era de 10.000 billones. Bueno, mil millones no es ninguna bicoca. Tratemos de decir que un lapsus como ese le puede pasar a cualquiera, yo a cada rato me equivoco con las cifras, y digo tratemos porque ella es la cabeza del Ministerio y por lo menos debe tener un papelito escrito con las cifras claves.

Ayer en el Congreso, en claro desconocimiento de la Ley quinta que rige el parlamento, se le pidió que no leyera porque eso está prohibido, ella siguió riendo. Las intervenciones deben ser habladas, porque eso es lo que realmente indica si ese funcionario se sabe el tema de su cartera, si lo domina y no simplemente que le escribieron un papelito para que se parara a leer allá, pero bueno, tratemos otra vez de pasar su desconocimiento de la Ley quinta, porque está demasiado nueva en su cargo y viene del mundo académico al político.

Y digo tratemos porque con el asesor apropiado sabría cómo comportarse en el Congreso, hay que cumplir con el reglamento, sencillamente. Pero lo que sí le suena muy mal a la ministra Irene es culpar a quienes la han criticado diciendo que eso es culpa de una “matriz mediática” en que termina siendo ella el centro del torbellino.

En el ámbito matemático, una matriz es una serie de símbolos o números que se disponen en líneas verticales y horizontales para formar un rectángulo. Es decir, un arreglo bidimensional con elementos ordenados en columnas y en filas; yo no veo pues al mundo periodístico haciendo esa difícil descripción. Viene el latín matrix, que es la suma de dos componentes el sustantivo mater o madre y trix, que indica el agente femenino.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, una matriz más sencillamente es un molde que se emplea para darle forma a algo, es un soporte o un modelo. Es como si los periodistas tuviéramos el molde el modelo de atacar a la ministra Irene Vélez porque es nueva en el sector, eso no es cierto.

También se llama matriz al útero, el mayor aparato reproductor femenino del ser humano. En fin, indica que la ministra cree que existe una “matriz mediática” como un molde de los medios para ponerla a ella en el centro de un torbellino. Quizás es parte de la sorpresa de pasar del mundo académico al mundo político.

En el académico, los jueces son los estudiantes o los propios profesores y se les puede decir: “Se me callan allá los de la segunda fila a la derecha”; en el político, el juez es toda la opinión pública y no se puede concluir que porque algunas de sus salidas producen natural controversia a puertas de decisiones tan trascendentales, como la subida que necesariamente hay que hacerle a la gasolina en Colombia y el ordenamiento que también necesariamente hay que hacerle a las elevadas tarifas de energía.

Además, en medio del anuncio de las desaparición de la Creg, la ministra Irene Vélez resuelve que hay un complot mediático en su contra. Porque si no, no entiendo francamente eso de la “matriz mediática” que parece que se ha diseñado deliberadamente para tirársela.