'Pesebre en Vivo', es la tradición con la cual se escenifica el nacimiento de Jesús en el municipio de Usiacurí.
'Pesebre en Vivo', es la tradición con la cual se escenifica el nacimiento de Jesús en el municipio de Usiacurí. - Foto: Suministrada a SEMANA por gobernación

nación

El gigantesco pesebre en vivo que se roba las miradas en el Atlántico

Más de 60 artistas, músicos y actores participaron en la realización del ‘Pesebre en vivo’, tradición con la cual se escenifica el nacimiento de Jesús.

Este viernes 23 de diciembre las calles del municipio de Usiacurí, en el departamento del Atlántico, se transformaron en los caminos de Belén, para la recreación del nacimiento del niño Jesús en una nueva edición del tradicional ‘Pesebre en vivo’.

Este año, la Alcaldía municipal, la Gobernación del Atlántico, familiares, amigos y la comunidad atlanticense participaron para hacer homenaje a la memoria del creador de esta manifestación cultural: Tomás Urueta de la Hoz.

“Honramos el legado del maestro Tomás Urueta, apoyando la preservación del ‘Pesebre en vivo de Usiacurí’. Este es uno de los eventos más bonitos de la temporada, donde vemos a todo el municipio involucrarse en un espectáculo que es arte, cultura y esperanza”, dijo la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera.

Fueron más de 60 artistas los que participan en la escenificación de la historia bíblica, la mayoría actores naturales del municipio de todas las edades, desde el niño Jesús, con cuatro meses, hasta adultos mayores de 85 años. En los actos de homenaje también participaron los actores de las primeras ediciones del ‘Pesebre en vivo’, quienes iniciaron con el maestro Tomás esta tradición.

Posterior al homenaje, inició el musical ‘Historias de Navidad’, a cargo de la Fundación Artística y Cultural Descubriendo Talentos. A las 8:00 de la noche se realizó la puesta en escena del pesebre, que se desarrolló en las escaleras y zonas verdes de la imponente iglesia Santo Domingo de Guzmán del municipio.

“Llevamos 28 años haciendo felices a los niños, a través del arte y difundiendo las tradiciones cristianas de la Navidad. Es un montaje para-teatral donde tenemos música, danza, coro y dramatización”, expresó Patricia Iglesias, nueva directora del ‘Pesebre en vivo de Usiacurí’.

Aumentó el turismo en Usiacurí

En el último año, el municipio de Usiacurí, ubicado a una hora de Barranquilla, pasó de recibir 400 a 12 mil visitantes mensuales. Este ha sido el resultado de los esfuerzos de la Gobernación del Atlántico por impulsar la reactivación económica a través del turismo. Los principales beneficiarios son sus habitantes, quienes se han apropiado de todo lo que la región tiene por ofrecer, logrando formalizar sus negocios y crecer gracias a la adopción de medios de pago digitales.

“El cambio ha sido extremo, los turistas ya no solo llegan los fines de semana, sino todos los días. El pueblo se quedó chiquito, ya no hay por donde pasar debido a la cantidad de gente que viene a visitarnos”, explica Danilo Jiménez, artista plástico usiacureño de 50 años, y uno de los participantes de ‘Usiacurí es más’, el proyecto que le apostó al arte y la cultura para visibilizar este territorio. Una de las acciones más reconocidas de esta iniciativa fue la creación del mural más grande de Colombia: 15 mil metros cuadrados sobre los techos de 1.000 viviendas del casco urbano.

Esta estrategia que tenía como trasfondo generar un cambio social, liderada por la Gobernación del Atlántico, la Alcaldía de Usiacurí, la Fundación Pintuco y la comunidad, se ejecutó durante el segundo semestre de 2021. El mural es un homenaje a la fauna que se encuentra en la reserva natural Luriza, el lugar más importante para el avistamiento de aves en el departamento. Desde aquí se observan especies como la guacharaca colombiana, el periquito bronceado, la pitanga abejera, el búho de anteojos y el tucán caribeño, entre otras aves identitarias.

Como resultado del avance del proyecto, el municipio se convirtió en el primer destino turístico sostenible del departamento, y desde la Gobernación se busca fortalecerlo como un atractivo cultural, religioso y ecoturístico. En este proceso, el componente social ha generado dinámicas participativas con la comunidad que fomentan el empoderamiento y la apropiación.