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El ‘novelón’ por la cancelación de recursos internacionales para la sede de la Universidad Nacional en Tumaco
La Representación Profesoral tiene una versión, pero documentos que se conocieron por parte de la Universidad Nacional afirman otras razones de la pérdida de este apoyo.

La cancelación del apoyo económico internacional proveniente de los Países Bajos para la construcción de la sede de la Universidad Nacional en Tumaco, Nariño, ha desatado una gran controversia en Colombia. La noticia sobre la desfinanciación se conoció el 17 de diciembre de 2024.
El proyecto de esta sede fue estructurado en dos fases, con un presupuesto total de 96.046 millones de pesos, financiado por los Países Bajos (23 %), el Sistema General de Regalías (36 %) y la Universidad Nacional (41 %). Su objetivo era garantizar el acceso a educación superior de calidad para más de 2.000 estudiantes en la región del Pacífico colombiano.
El 13 de enero de 2025, en medio de la polémica, la Representación Profesoral ante el Consejo Superior Universitario emitió un informe en el que se detallan los que -a su juicio- fueron factores que habrían provocado la desfinanciación del proyecto.
Según el documento al que tuvo acceso SEMANA, los profesores señalaron que, hasta el 6 de junio de 2024, el proyecto cumplía los requisitos legales y contaba con el respaldo de entes de control como la Contraloría General y la Procuraduría General de la Nación. Sin embargo, a partir de esa fecha, aseguraron que todo se complicó, al parecer, con la llegada del rector Leopoldo Múnera a la administración de la universidad.
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“Existe una clara diferencia entre los procesos realizados antes del 6 de junio de 2024, que contaron con el acompañamiento técnico de diversas entidades, el seguimiento riguroso de entes de control internos y externos, y la confirmada capacidad de gestión de proyectos de la UNAL; y lo ocurrido después del 6 de junio de 2024, cuando la administración del profesor Leopoldo Múnera y su equipo de trabajo iniciaron acciones que destruyeron la confianza de Invest International y de los Países Bajos, lo que resultó en la imposibilidad de garantizar una sede digna para los alumnos de Tumaco”, aseguró el documento firmado por Diego Torres, de la Representación Profesoral ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional.
Además, el informe de los profesores destacó que el cambio del equipo técnico responsable del proyecto, el 19 de junio de 2024, marcó el inicio de la pérdida de confianza del cooperante internacional. Este cambio fue calificado como negativo, ya que afectó los vínculos establecidos con Invest International.

El informe también presentó una cronología de los hechos que, según los docentes, reflejan las falencias en el proceso:
- 19 de junio de 2024: Cambio del equipo técnico responsable del proyecto, lo que aumentó la desconfianza del cooperante.
- 10 de julio de 2024: El profesor Beethoven Zuleta rechazó asumir la dirección de la sede Tumaco, citando la falta de planificación y el enfoque en la nueva administración.
- 18 de julio de 2024: Nombramiento del profesor Gabriel Ernesto Barrero Tapias como nuevo director de la sede.
- 9 de octubre de 2024: Invest International notificó el cierre del proyecto debido a las acciones administrativas y la falta de garantías institucionales.
- 17 de diciembre de 2024: La empresa formalizó el retiro definitivo de los recursos, dejando al proyecto sin financiamiento internacional.
Asimismo, el documento indicó que, “una vez obtenida la declaración de no objeción por parte del cooperante, la Universidad debía suscribir los contratos necesarios para la obra y su seguimiento. Sin embargo, se alegó que la administración del profesor Múnera no respetó este procedimiento, lo que dilató el proceso de contratación y gestión con el cooperante internacional”.
La versión de la Universidad Nacional
En respuesta a las graves denuncias, SEMANA tuvo acceso a varios documentos en los que se conoce una versión diferente de los hechos.
Por ejemplo, en una carta recibida por la Universidad Nacional por parte de Invest International, se menciona que el retiro del apoyo económico se debió a las demoras acumuladas en el proyecto desde su inicio en 2016.
“El proyecto fue revisado recientemente por nuestro Comité de Inversiones (CI) como parte de los procedimientos internos estándar de Invest International. En esta revisión, se observó que el proyecto ha acumulado retrasos sustanciales desde la firma del Acuerdo de Donación en 2016, extendiéndose mucho más allá de la fecha prevista para la finalización de la fase de implementación, que había sido fijada para el 31 de diciembre de 2023”, señaló la carta.
Además, el CI de Invest International indicó que la Universidad Nacional no había podido adjudicar los contratos de supervisión y obras de acuerdo con el cronograma revisado, lo que fue un factor clave en la cancelación del apoyo.
Por otra parte, el 11 de julio de 2024, el profesor Beethoven Zuleta envió una carta al entonces director de la Sede Tumaco, John Joseph Selvaraj, explicando las razones por las que no podía asumir la dirección de la sede.
“Quise esperar y no concretar este empalme, porque estaba anunciado el trámite de aprobación de suspensión de la pensión en el Departamento de la Función Pública para proceder a la vinculación en la planta de la Universidad Nacional como directivo y hasta ahora se evidencia que tarda un tiempo significativo de cinco a seis meses. Y esta espera es inviable”, dijo en la carta el profesor Zuleta.
Al tiempo, indicó: “En algún momento en la pasada encrucijada institucional de la Universidad expuse que la figura del rector debía contener una imagen viva de un dirigente de Estado más que de gobierno. Y observo que el profesor Leopoldo Múnera encarna este espíritu de dirigente de Estado”.
A pesar de las discrepancias entre las versiones de los docentes y las directivas de la universidad, el Ministerio de Educación Nacional ha expresado su intención de reemplazar los recursos internacionales para asegurar la ejecución del proyecto. No obstante, los expertos advierten que este proceso podría generar nuevos retrasos y aumentar los costos ya presupuestados.