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Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali
Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, es también el presidente de la junta directiva de Emcali. | Foto: Foto: Nelson Ríos / Alcaldía de Cali

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No es suficiente con la renuncia del gerente de Emcali: la advertencia de concejales tras escándalo por sobrecostos en contrato

Dicen que no todo el peso puede recaer en el exgerente Juan Diego Flórez y que el alcalde también debe asumir su responsabilidad.

22 de septiembre de 2022

La renuncia de Juan Diego Flórez a la gerencia de Empresas Municipales de Cali (Emcali) tras el escándalo por millonarios sobrecostos en un contrato adjudicado a Unión Temporal AMI 2022 no es suficiente. Al menos así lo aseguran varios concejales de la capital del Valle del Cauca.

Los cabildantes señalaron que no puede ser Flórez sobre quien recaiga toda la responsabilidad, pues hay otros funcionarios de la entidad que también aprobaron el contrato. Además, insisten en que el alcalde Jorge Iván Ospina, quien es el presidente de la junta directiva de Emcali, también debe asumir las consecuencias.

Los tremendos sobrecostos en el contrato no dejan de sorprender. En el documento se aprobó la compra de televisores por más de $42 millones de pesos, sillas por más de $17 millones y sistemas de pantalla por $765 millones, precios que a todas luces superan los valores en el mercado. Ante este presunto entramado de corrupción, los concejales recordaron que no es la primera vez que Emcali está envuelta en polémicas por el manejo de recursos.

“Está tan podrida la olla en Emcali que los sindicatos piden rendición de cuentas de todos los gerentes de unidades estratégicas y los propios voceros sindicales retiraron de la junta directiva a quienes tenían voz y voto en toma de decisiones, lo que es grave”, dijo la concejala Ana Erazo. Para ella, la cancelación del contrato, que según el alcalde se hará efectiva pronto, no es la solución a la problemática: “Pasó con Caligen, con Klarsen y el alcalde está diciendo que va a cancelar este contrato para evitar situaciones similares”.

En esa misma línea se pronunció Roberto Ortiz afirmando que “esto de Emcali no es nuevo, por eso Contraloría, Fiscalía y Procuraduría deben tomar acciones, porque seguro quedan más cosas por descubrir”. Adicionalmente, manifestó que Mauricio Ospina, hermano del alcalde, y Juan Carlos Abadía, exgobernador del Valle del Cauca destituido por participación indebida en política, están detrás del desastre en Emcali.

Esta acusación ha sido negada por el alcalde al asegurar que Juan Diego Flórez no es cuota política de Abadía y que fue él quien lo llevó en su momento a la gerencia de la entidad.

Entre tanto, Ortiz instó al mandatario a dar un paso al costado: “Es hora de asumir responsabilidades políticas y el alcalde es miembro de junta directiva de Emcali”. Y advirtió: “Se debe identificar quién es el sastre que confecciona los pliegos de licitaciones al interior de Emcali. Hay que investigar a una empresa que se llama Espetra, que según información, es la encargada de esa confección para escoger proveedores en la compañía”.

Juan Martín Bravo se sumó a estas voces y no solo solicitó acciones sociales y disciplinarias, sino también consecuencias penales. “Los caleños pedimos sanciones de tipo penal, porque aquí de nada sirve que se anuncien investigaciones, pero al final no pasa nada”, aseveró.

Sobre el contrato

Tras destaparse este escándalo, muchos ciudadanos se han preguntado cuál era el objetivo de este contrato por más de $215.000 millones de pesos, firmado el 21 julio de este año y que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2028.

Pues bien, Emcali justifica la adjudicación del contrato alegando que ha sufrido pérdidas debido a que las mediciones de energía han sido manipuladas por los usuarios en diferentes sectores de la ciudad. Debido a esta situación, asegura que es necesaria la instalación de medidores de energía inteligentes.

“En el sistema de distribución de energía de Emcali (SDL) existen las denominadas pérdidas no técnicas causadas por el uso no autorizado del servicio de energía, situación que predomina en los sectores de asentamientos humanos de desarrollo incompleto y también se presenta por clientes que están autorizados para la conexión al sistema y que, mediante manipulación del equipo de medida o de la acometida, afectan la correcta medición de la energía eléctrica que realmente consumen, para así obtener una energía facturada inferior a la real”, expone la entidad en el contrato.

Buscando terminar con dichas pérdidas, Emcali adjudicó a Unión Temporal AMI 2022 el jugoso contrato. El contratista debe, según dice el documento, encargarse del “suministro, instalación, pruebas y puesta en servicio de una infraestructura de medición avanzada AMI y del centro de gestión de la medida (CGM) en la zona de influencia de energía de Emcali”.

Para ejecutar este proyecto, detalla el documento, el contratista debe adquirir diferentes equipos y enseres, los cuales se encuentran especificados junto a sus precios. Es justamente en esta lista donde se encuentran los tremendos sobrecostos que, además de televisores y sillas, incluyen la adquisición de 19 estaciones de trabajo tipo operativo con un monitor (así figura el ítem) por $42.097.035 pesos (cada una) y tres estaciones de trabajo tipo administrador por $49.327.594 pesos (cada una).

El contrato entre Emcali y la Unión Temporal AMI 2022 continúa vigente y, de hecho, para este año está pactado el desembolso de un primer pago por $23.695.031.047 pesos. El alcalde afirma que la entidad no ha desembolsado ningún monto hasta la fecha y que el contrato será cancelado.