Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, se mostró satisfecho tras negarse la moción de censura en su contra

Luego de que este martes, 19 de marzo, la Plenaria de la Cámara de Representantes negara la moción de censura en contra del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, el funcionario se mostró satisfecho y tranquilo a su salida del Capitolio Nacional.

La moción de censura fue negada con 96 votos por el no, mientras que 36 congresistas respaldaron que Jaramillo deje el cargo.

La idea de sacar al ministro de sus funciones no prosperó, a pesar de las graves denuncias que se habían hecho en el debate.

Para el ministro Jaramillo, el resultado de la votación fue producto de las explicaciones que él dio de su gestión a la Plenaria de la Cámara.

“Quiero agradecer muy especialmente a la Cámara de Representantes por esta votación casi tres a uno. Logramos contestar lo que nos habían solicitado y pudimos responder a cada una de las diferentes inquietudes que tenían los parlamentarios”, aseguró Jaramillo.

En el debate de moción de censura, la representante Carolina Arbeláez, de Cambio Radical, denunció que el ministro habría firmado un contrato por 1.000 millones de pesos para tener un avión a su disposición.

“La utilización de recursos públicos para aviones privados, mientras el sistema de salud enfrenta carencias y la población sufre la escasez de medicamentos, no puede pasar desapercibida. ¿Es este el ‘cambio’ prometido?”, cuestionó Carolina Arbeláez.

Por su parte, el representante Andrés Forero hizo otra delicada denuncia en la que terminaron involucrados los hermanos Hollman y Juan Pablo Morris. Se trata de un convenio entre el Ministerio de Salud y RTVC en el que supuestamente habría sobrecostos en elementos alusivos a una marcha promovida desde el Gobierno el año pasado. La relación con los Morris es que Hollman es el subdirector del sistema de medios públicos, mientras que Juan Pablo en ese momento era un alto funcionario del ministerio.

Según Forero, se habrían adquirido diez gorras por 2.800.000 pesos, por lo que cada una habría costado 280.000 pesos. “Ahí evidentemente hay sobrecostos”, aseguró el congresista. También se adquirió un carro valla por diez millones de pesos. Por otro lado, según dijo el congresista, se habrían gastado 30 millones de pesos en una batucada. A todo eso se le suma la producción de un video por 22 millones de pesos relacionado al tema de la marcha.

Frente a estas denuncias, el ministro Jaramillo también se pronunció al salir del Congreso: “Es una situación para la cual en cualquier momento nosotros estamos al tanto. Es supuestamente claro que inclusive nosotros con anterioridad el año pasado ya habíamos formulado solicitud tanto a la Fiscalía como a todos los órganos de control para que se revisaran esos diferentes contratos”, dijo.

Y frente a la denuncia de Arbeláez, señaló: “Yo no tengo ningún avión privado ni estoy aspirando a poderlo tener. Yo soy un hombre que escasamente ni siquiera puedo decir que tenga carro, porque no lo tengo hoy, el que em suministra el Gobierno, pero sí tenemos un rubro con el cual podemos llegar a sitios muy remotos, difíciles y donde el orden público nos impida a nosotros transportarnos en los medios adecuados”.

En medio del debate de moción de censura en contra del ministro de Salud, otros congresistas cuestionaron al alto funcionario del Gobierno por distintos temas. Por ejemplo, reclamaron por una falta de medicamentos, algunas decisiones que se han tomado en contra de las EPS, entre otros.

El representante Óscar Villamizar, del Centro Democrático, le dijo al ministro: “O se maman ustedes de querer acabar el país o acá seguimos denunciándolos por querer acabar a Colombia (...) Ustedes volvieron un circo este país y parece que usted fuera el mayor de los payasos”.

Por su parte, el representante Christian Garcés, de la misma bancada, afirmó que: “El ministro debe ser apartado del cargo. Está empeorando la situación del sistema”.

Por momentos hubo cruce de mensajes entre miembros del petrismo y de sectores de oposición. El representante David Racero y otros congresistas del Centro Democrático, especialmente, intercambiaron mensajes subidos de tono.