Política
Petro inició en Putumayo la destrucción de 14 toneladas de material de guerra de la CNEB, ¿su último intento por revivir la paz total?
En total, se estima que este hecho que salva vidas proteja a más de 165.000 personas, el equivalente a la mitad de la población de Pasto, Nariño.
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En una jornada clave para la estrategia de paz total, el presidente Gustavo Petro encabezó este martes el inicio de la destrucción de 14 toneladas de material de guerra entregadas por la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), un grupo armado que adelanta un proceso de diálogo con el Gobierno.
La panela de la Paz.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 15, 2025
Paso adelante en el proceso de negociación de paz con el grupo Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano en Putumayo. En la zona de enclave de producción de hoja de coca segunda en importancia en el país.
Se detonarán 14 toneladas de explosivos que entrega…
El acto, realizado en Puerto Asís, marca un paso importante en el proceso con esa organización, que ha venido dando pasos graduales hacia el desarme y la reincorporación. De acuerdo con la Consejería para la Paz, los explosivos entregados, entre ellos bombas, morteros, más de 15.000 unidades de munición y cerca de 600 minas antipersona, serán destruidos por la Fuerza de Tarea Marte del Ejército Nacional en un proceso técnico que tomará tres semanas.
Este hecho se da justo cuando el presidente anunció que retomaría los acercamientos con el ELN por medio de la intervención del Gobierno de Qatar, y luego de que el jefe guerrillero, Pablo Beltrán, también se acercara al gobierno para que revisaran opciones para “finalizar el conflicto” y buscar transformaciones “que cambien las causas que general el conflicto”.
He iniciado contactos con el clan de golfo con al intermediación del gobierno de Qatar.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 13, 2025
Es hora de reiniciar los contactos con el ELN. Le respondo al señor Pablo Beltrán. Pruebe la paz de Colombia. No sé necesita destruir una ciudad entera y matar 70.000 personas para hacer un…
Según el Gobierno, la eliminación de ese arsenal reducirá riesgos para más de 165.000 habitantes de la región, una cifra equivalente a la mitad de la población de Pasto. En total, el volumen de explosivos supera setenta veces la cantidad utilizada en el atentado contra la base de la Fuerza Aérea en Cali, ocurrido en agosto pasado.
La entrega se hizo en cumplimiento del Acuerdo n.º 12, que regula la “entrega, verificación y destrucción de material de guerra” dentro de los compromisos pactados con la CNEB.

El proceso es considerado por la Casa de Nariño como un paso verificable en la consolidación de la política de paz del Gobierno, especialmente en el sur del país, donde convergen distintos grupos armados y economías ilegales.
Durante su intervención, el presidente Petro destacó que este tipo de acciones son las que realmente marcan el avance de la paz total. “Entre más armas destruyamos, mejor. Hemos abierto un camino. Si el proceso es avanzado, dice la ley, no hay extradición. Y avanzar significa seres humanos en sitios donde ya decidan dejar la violencia y las armas”, señaló.

El mandatario aprovechó su visita a Putumayo para insistir en la necesidad de que las organizaciones armadas que aún no han avanzado hacia la negociación “hagan la paz por Colombia, por la humanidad, por el mundo, por la vida”.
Además de la destrucción del armamento, el proceso con la CNEB contempla la sustitución de 30.000 hectáreas de cultivos de coca por economías legales, principalmente de cacao y caña, distribuidas entre Putumayo y Nariño. También se espera que 120 integrantes del grupo inicien su concentración en Zonas de Ubicación Temporal y Capacitación Integral, donde recibirán formación para su reincorporación social y económica.

Otty Patiño, alto comisionado para la paz, subrayó que el avance con la CNEB y con otros grupos en el sur del país muestra que los procesos no se aplican bajo un modelo único, sino con base en las realidades territoriales. “Aquí no hay fórmulas mágicas. Cada paz se construye según las condiciones de cada región. En esa concurrencia de voluntades está la clave de una paz irreversible”, afirmó.
El gobernador del Putumayo, Jhon Gabriel Molina, destacó la decisión del grupo armado de entregar el material de guerra y la calificó como una señal de compromiso real. “La paz no se decreta, se construye con acciones”, dijo, al tiempo que instó al Gobierno a mantener la presencia institucional en el territorio para garantizar que los avances no se diluyan.

Desde la mesa de diálogos, Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno, advirtió que la destrucción del armamento no es el cierre del proceso, sino el punto de partida para ampliar los compromisos y consolidar la reincorporación de más integrantes. “El reto es escalar lo alcanzado y garantizar condiciones para el tránsito a la ciudadanía plena y la transformación territorial”, afirmó.
Con este paso, el Ejecutivo busca mostrar resultados tangibles de su política de paz total, que enfrenta resistencias en otros frentes del país, y se suma a las pistas que ya ha venido dejando el presidente de que no desistirá el proyecto que ha sido cuestionado, incluso, por varios de los actores involucrados.