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Miguel Uribe, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y David Luna dan su balance de los 100 primeros días de la oposición.
Miguel Uribe, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y David Luna dan su balance de los 100 primeros días de la oposición. | Foto: SEMANA

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Una oposición con poco protagonismo y pequeños triunfos: este es el balance de los principales líderes tras 100 días del gobierno Petro

Sin mayor resistencia, el presidente Gustavo Petro ha logrado aprobar varias de sus prioridades legislativas. Sus contradictores son una minoría hasta ahora opacada por la aplanadora del Gobierno.

19 de noviembre de 2022

La aplanadora legislativa del presidente Gustavo Petro, tras 100 días del inicio de su periodo, funciona con pocos inconvenientes. Logró aprobar la reforma tributaria y la paz total sin mayores modificaciones, lo cual es sorprendente para un Gobierno que depende directamente de partidos tradicionales para el trámite en el Congreso.

Para el Gobierno, fueron unos primeros tres meses positivos y con victorias concretas. Sin embargo, al mismo tiempo, destaca una oposición tenue, poco visible y con escasos logros para resaltar.

Muchos parlamentarios del Pacto Histórico desestiman que la oposición en el Congreso pueda ser un obstáculo para avanzar en sus planes. En palabras del senador Gustavo Bolívar, es incluso “subestimada”. En esa línea, en los análisis de 100 días de Gobierno, abundó la lectura de que existe una oposición “casi cero”.

Lo cierto es que la oposición es una reducida minoría en el Capitolio. Oficialmente, el único partido de oposición es el Centro Democrático, con un total de 28 congresistas de 296 que conforman la rama legislativa. También se unen algunos parlamentarios que tomaron la decisión de oponerse al Gobierno, como Marelen Castillo, Erika Sánchez, Miguel Polo Polo y el senador David Luna, del partido independiente Cambio Radical.

Después de varios gobiernos impactados por oposiciones duras y polarizantes, sorprende el poco protagonismo que ha tenido la bancada y la facilidad con la que el mandatario pasó reformas polémicas, casi al pie de la letra de como las propuso.

Una oposición constructiva

El expresidente Álvaro Uribe, especialmente durante el final de su mandato, recibió duras críticas de sus contradictores en el Congreso. Juan Manuel Santos, por su parte, contó con una feroz oposición por parte del Centro Democrático en su segundo periodo. Fue tan fuerte que lograron ganar el plebiscito por la paz, tal vez la más grande derrota del mandatario.

Duque también fue obstaculizado por una oposición feroz desde los sectores de izquierda, incluso incendiando las calles del país en varias ocasiones. Petro, hasta el momento, no debe enfrentar contradictores tan beligerantes.

“Estamos proponiéndole a Colombia una nueva forma de hacer oposición. Petro y quienes son Gobierno hicieron una oposición que les ayudó a llegar al poder, pero, en el camino, destruyeron el país y le hicieron daño a los colombianos. Incendiaron las ciudades. Nosotros, por el contrario, proponemos una oposición que nos permita construir una alternativa de cambio para el país. Yo lo he planteado como oposición inteligente”, manifestó el senador Miguel Uribe.

David Luna, de Cambio Radical, recalcó que su partido acompaña al Gobierno en lo positivo y se opone a lo negativo. De esta forma, aseguró que está dispuesto a hacer “oposición y no daño”.

Paloma Valencia, senadora del Centro Democrático, aseguró que la gente se acostumbró a que la oposición es “apostarle a que los gobiernos fracasen”.

“Quien define el volumen de la polarización es la oposición. Creo que el petrismo hizo una oposición destructiva a más no poder, que le apostaba incluso a tumbar al presidente. Uno tiene que tener por encima a su país, que salga adelante y el respeto a la democracia”, indicó.

A pesar de esto, dijo que, en caso de que el Gobierno profundice su “radicalidad de izquierda”, la oposición deberá volverse cada vez más dura.

En esta tarea, la oposición ha logrado tumbar los llamados ‘micos’ de la ley de paz total, los cuales le daban facultades al presidente para indultar a la primera línea y admitían la negociación con estructuras criminales, y mejorar la reforma tributaria en varios detalles que impactarían a las clases vulnerables colombianas, como la lucha por la eliminación del impuesto al pan. A su vez, lograron hundir uno de los proyectos que se tramitaba para prohibir las corridas de toros.

Sin embargo, estos resultados no son remotamente cercanos a las expectativas de los sectores de oposición. La paz total, que será demandada por congresistas del Centro Democrático, aún negociará con quienes incumplieron el Acuerdo de Paz, como el disidente Iván Márquez. La reforma tributaria, a pesar de los cambios, se aprobó con un recaudo cercano a los 20 billones de pesos.

Lo que le falta

María Fernanda Cabal
La senadora María Fernanda Cabal dice que hace falta profesionalización, coordinación de bancada y aprovechar espacios clave en medios de comunicación, así como aquellos reglamentados dentro del Estatuto de la Oposición. | Foto: juan carlos sierra-semana

María Fernanda Cabal, senadora uribista, difiere con varios de sus compañeros en la oposición. “Tengo la obligación moral de hacer una oposición mucho más radical”, afirmó.

Frente a las falencias de la oposición, la senadora se refirió a la reducción de la bancada luego de unas elecciones “completamente cuestionadas”

Además, de acuerdo con la parlamentaria, hace falta profesionalización, coordinación de bancada y aprovechar espacios clave en medios de comunicación, así como aquellos reglamentados dentro del Estatuto de la Oposición.

“Nos falta, por ejemplo, ir coordinados como bancada cuando tengamos que enfrentar cualquier proyecto para que las exposiciones sean complementarias y no compitiendo entre nosotros. También hay mucho más espacio, si uno quiere reclamarlos en, por ejemplo, medios de comunicación masivos e institucionales, ahí sentimos que nos ha faltado ser más estratégicos”, dijo la senadora uribista.

A pesar de esto, la senadora destaca que las divisiones al interior del Centro Democrático, que sigue teniendo varios matices, se han reducido y que existe mayor armonía entre los parlamentarios: “Tenemos oportunidades, tenemos que exigirnos mucho más y hay que estar ahí de sol a sol”.

También hace falta un líder de la oposición y la ausencia del expresidente Álvaro Uribe en el Congreso es una de las bajas sensibles. El exmandatario, conocedor profundo del país, podría ser la columna vertebral de la argumentación del sector opositor, pero el golpe por su proceso por presunta manipulación de testigos apagó por varios meses su liderazgo.

Ahora, desde las regiones, intenta recuperar el ímpetu del Centro Democrático para las elecciones regionales de 2023. Sin embargo, para muchos esto no ha sido suficiente, dado que el exmandatario ha tomado una posición constructiva frente al Gobierno Petro, concediendo aciertos sin problemas.

Esto, junto a las dos cordiales reuniones con el presidente Petro, hace que más que un opositor tajante, el expresidente se haya convertido en un moderado y propositivo crítico de temas como la reforma tributaria.

La oposición aún no tiene cabeza y está dividida por temáticas, según las cualidades de cada uno de los parlamentarios. De esa forma, como también lo fue Gustavo Petro en su momento, no existe un líder experto que cuestione transversalmente todo un programa de gobierno sin titubear.

La oposición, sin ánimo de bloquear por completo al Gobierno, ha tenido una tarea cuesta arriba y parece no haber tenido resultados concretos después de 100 días de mandato. Sin embargo, por el desgaste de la coalición a favor del presidente, tiene la posibilidad real de crecer en número y poder hacer un verdadero contrapeso a las reformas.

Hasta el momento, el liderazgo parece seguir vacante y la argumentación dispersa, sin una idea en común para hacerle frente al Gobierno. A pesar de esto, la oposición se ha hecho sentir en las calles con tres grandes manifestaciones pacíficas, lo cual podría significar un futuro más prometedor para quienes no están de acuerdo con la agenda reformista del presidente Petro.