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Los proyectos para llevar agua potable al departamento de La Guajira han fracasado o no han sido suficientes, y cientos de niños siguen muriendo al año por desnutrición y deshidratación. ¿Qué pasó con la iniciativa gubernamental que construyó pozos públicos y qué dice la Corte Constitucional al respecto?
Los proyectos para llevar agua potable al departamento de La Guajira han fracasado o no han sido suficientes, y cientos de niños siguen muriendo al año por desnutrición y deshidratación. | Foto: Juan David Naranjo

Desnutrición

La Guajira en alerta: Este año se han reportado 1.624 casos de desnutrición en menores de cinco años

En total, se han registrado 78 muertes en primera infancia por esa causa en el departamento.

20 de diciembre de 2022

Uno de los temas que ha causado polémica en el último mes en el Gobierno del presidente Gustavo Petro es la persistencia del fenómeno de la desnutrición en el departamento de La Guajira. Sobre todo, después de una visita que le hizo el mandatario al departamento hace dos semanas.

Allí les jaló las orejas a varios funcionarios por cuenta de la crisis en la que se encuentra el departamento por temas de seguridad alimentaria.

“El hecho que yo venga por tercera vez en cuatro meses significa que estamos fallando, no que vamos bien. Si nos fuera bien no vendría tanto, pero estamos fallando, el hecho que aquí se mencionó, que 20 niños indígenas han muerto por desnutrición durante este Gobierno, eso se llama un fracaso y se debe asumir como tal”, dijo el presidente Petro.

La problemática tiene tan preocupadas a las autoridades que ya se instaló el primer puesto de mando unificado (PMU) contra la desnutrición en La Guajira, liderada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), el Sistema Nacional de Bienestar Familiar y la gobernación de La Guajira.

“La instalación de este Puesto de Mando es un hito en la historia del país, ya que por primera vez se van a articular acciones entre las entidades del Estado, el territorio y la comunidad, para la prevención de la desnutrición y la garantía de derechos de niños y niñas en La Guajira”, advirtió la directora del Icbf, Concepción Baracaldo.

¿Cuáles son las cifras que ameritaron estas acciones? La más preocupante la arrojó esta semana el Instituto Nacional de Salud (INS), pues publicó que se han documentado 78 muertes en niños menores de cinco años por desnutrición aguda en La Guajira. No obstante, esa entidad no entrega reportes tan detallados de niños en otras edades.

El aumento es claro, pues las proyecciones que publicó el INS advirtieron que para esta época del 2022 se esperaba que en ese departamento se reportaran 44 fallecimientos por desnutrición en primera infancia.

Además, hay un incremento en los reportes de niños y niñas con desnutrición aguda, un evento de salud pública que se reporta mensualmente. Según el boletín más reciente, hasta comienzos de noviembre en La Guajira se habían registrado 1.624 casos de desnutrición aguda.

Es la tercera entidad territorial con más notificaciones por esta condición en todo el país. Solo está por detrás de Bogotá, que registró 3.595 casos, y Antioquia, que notificó 1.731. La gran diferencia radica en el tamaño de las poblaciones.

Es decir, si se mira por proporciones, en La Guajira es mucho más común la desnutrición infantil. La tasa por cada 100.000 habitantes en su territorio es de 1,46. En comparación, este mismo indicador en Bogotá ha sido de 0,74 casos por cada 100.000 habitantes y en Antioquia de 0,37 casos por cada 100.000 habitantes. A nivel nacional, el país promedia una tasa de 0,48 casos por cada 100.000 habitantes.

La problemática afecta con más crudeza a las comunidades indígenas. Del total de casos de desnutrición en primera infancia registrados en La Guajira, el 74,7 % corresponde a la población indígena.

También preocupan las cifras a nivel nacional

El boletín del INS también aporta cifras sobre la situación de la desnutrición infantil en todo el territorio nacional. Hasta comienzos de noviembre, esa entidad recibió 18.768 notificaciones de desnutrición aguda en menores de cinco años.

Se trata de la cifra más alta registrada por el INS en, por lo menos, los últimos cinco años. De hecho, el INS no compara las notificaciones con el 2020 y el 2021, precisamente porque en esos años la pandemia de covid-19 obstaculizó los reportes sanitarios.

En comparación a 2019, mientras tanto, la desnutrición aguda en primera infancia se ha incrementado un 18,6 %.