El electrodoméstico que puede tener conectado todo el día sin temor a que aumente el consumo de energía

En la actualidad, la vida cotidiana se ha vuelto más práctica gracias a la presencia de electrodomésticos en el hogar. Estos dispositivos, diseñados para facilitar tareas en la cocina, el entretenimiento y la limpieza, permiten optimizar el tiempo y ofrecen una serie de beneficios ampliamente valorados por los usuarios.

Sin embargo, una de las preocupaciones persistentes está relacionada con el consumo de energía que implican estos aparatos. Aunque muchos de los modelos disponibles en el mercado están fabricados con criterios de eficiencia energética, algunos aún requieren una cantidad considerable de recursos para su funcionamiento, lo cual termina reflejándose en el monto de la factura eléctrica.

Ante este panorama, muchas personas han adoptado prácticas como desconectar los electrodomésticos cuando no están en uso o al salir de casa. Esta medida busca reducir el consumo en modo de espera (stand-by), aunque no siempre es necesario aplicarla a todos los dispositivos del hogar.

Uno de los casos más representativos es el del router de internet. En un entorno doméstico cada vez más interconectado, este dispositivo se ha convertido en una herramienta indispensable. Está presente en prácticamente todos los hogares y oficinas, operando de forma continua las 24 horas del día, los 365 días del año.

Pese a su funcionamiento constante, el router es, paradójicamente, uno de los electrodomésticos que menos energía consume. Un modelo doméstico estándar registra un consumo que varía entre los 5 y 15 vatios por hora, según su antigüedad, características técnicas y funciones adicionales, como la tecnología wifi de doble banda o la cantidad de puertos disponibles.

Este bajo consumo se debe a un diseño orientado a la eficiencia energética. A diferencia de otros aparatos, los routers no generan calor excesivo ni requieren componentes como motores, compresores o resistencias, que suelen incrementar el gasto eléctrico.

Además, los modelos más recientes incorporan tecnologías que reducen el uso energético, incluyendo modos de suspensión durante los periodos de inactividad, lo que representa un beneficio adicional en términos de ahorro.

Para quienes buscan minimizar aún más el consumo, existen opciones como apagar el router durante la noche o en ausencias prolongadas. No obstante, esta medida puede resultar poco práctica en hogares que dependen de dispositivos inteligentes, cámaras de seguridad o servicios en la nube que requieren conexión constante.

Otra alternativa es configurar el router para reducir automáticamente la potencia de la señal wifi en horarios determinados, lo cual permite conservar energía sin comprometer la conectividad.

Así las cosas, gracias a su operación permanente y a su bajo impacto energético, el router se posiciona como uno de los dispositivos más responsables dentro del hogar moderno.

Conocer este tipo de información permite a los consumidores tomar decisiones más conscientes respecto al uso y la gestión de los dispositivos eléctricos en casa. Identificar cuáles consumen menos, incluso cuando permanecen encendidos todo el tiempo, es clave para fomentar hábitos de consumo más responsables y beneficiar a la económica del hogar.