Ciencia
El misterio de 3l/Atlas continúa: esta sería la razón por la que la NASA no lo reconoce como una nave extraterrestre
Hasta ahora, el cuerpo celeste sigue siendo analizado por numerosos científicos y expertos que intentan determinar cuál es su verdadero origen.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

El misterio alrededor del objeto interestelar 3I/Atlas no ha cesado desde su descubrimiento en julio de 2025. Aunque en un comienzo no generó mayor impacto, con el paso del tiempo y gracias a los análisis de varios científicos, comenzaron a percibirse ciertos detalles que despertaron el interés de millones de personas. Sus características hicieron pensar a algunos que podría tratarse de una nave extraterrestre o de algún objeto similar.
Esta ha sido la principal duda que ha rodeado la aparición de este cuerpo celeste. Mientras muchos expertos sostienen que se trata simplemente de un cometa, otros no descartan la posibilidad de que sea algún tipo de tecnología no humana proveniente de otra civilización.
Uno de los científicos que más ha impulsado esta hipótesis es el reconocido astrofísico Avi Loeb, quien, a partir de estudios sobre su trayectoria, velocidad y composición, considera que no se puede descartar un origen artificial.

En una de sus publicaciones más recientes en su blog oficial, destacó el hallazgo de múltiples chorros de material expulsados desde la superficie del objeto, extendiéndose millones de kilómetros en direcciones opuestas, un comportamiento poco habitual en cometas tradicionales.
Loeb explicó: “La serie de chorros colimados en las imágenes postperihelio de 3I/ATLAS se extiende hasta un millón de kilómetros hacia el Sol y tres millones de kilómetros alejándose de él. Podrían generarse por el calentamiento, durante aproximadamente un mes, de bolsas de hielo en la superficie de un objeto natural debido a la luz solar, o por propulsores en la superficie de una nave espacial”.
Sin embargo, la NASA, que también ha seguido de cerca el comportamiento del objeto, no respalda la idea de que se trate de una nave extraterrestre y, hasta el momento, no ha confirmado ni apoyado esta teoría.
La razón es que no existe evidencia clara que demuestre un origen artificial; muchas de las especulaciones también provienen de entusiastas que siguen cada actualización sobre 3I/Atlas, pero eso no implica que haya sido reconocido como tal.

Por ahora, su procedencia continúa siendo un tema de estudio. Su próximo acercamiento a la Tierra, el 19 de diciembre, será una oportunidad clave para que la comunidad científica y diversas entidades analicen con mayor detalle sus características y, finalmente, puedan tener más claridad sobre su verdadera naturaleza.

